La basura, uno de los grandes problemas que dejan las inundaciones
Se estima que el temporal del viernes 7 de marzo generó más de 2.500 toneladas de residuos de todo tipo. el riesgo de los basurales a cielo abierto.
Iniciados prácticamente desde el día posterior a la inundación, continúan a intenso los operativos de limpieza en distintos puntos de la ciudad.
Coordinados por el equipo de Bahía Ambiental Sapem, estos trabajos se desarrollan en muchos casos con la ayuda de voluntarios.
A groso modo se estima que el temporal del viernes 7 de marzo generó más de 2.500 toneladas de basura, apostada por los vecinos en las calles una vez que comenzaron las labores de limpieza en los hogares y comercios afectados.
Pese al esfuerzo, es evidente que no alcanzan ni las manos ni los recursos para recolectar y transportar semejante cantidad de residuos, en gran parte pesados y de importantes dimensiones, ya que incluye mobiliario, electrodomésticos, colchones, ramas y escombros, entre otras cosas.
Obviamente que a ello se suma la habitual basura doméstica que se genera en cada barrio, por lo que liberar las calles de residuos que quedó frente a cada casa pasa a ser primordial.
Más allá que el municipio intensificó su retiro, agregando maquinaria pesada a los tradicionales camiones recolectores de Bahía Ambiental Sapem, lo cierto es que también se generaron varios basurales a cielo abierto en distintos puntos de la ciudad.
A lo que descartan los vecinos en las puertas de sus casas, se agregan lugares no habilitados a los que llegan camionetas para arrojar colchones, ropa, televisores y sillas, entre otras cosas.
Para descomprimir el tránsito hacia el Relleno Sanitario (camino a Punta Alta), la comuna utiliza algunos sectores transitorios para descargar los camiones que transportan desechos de los barrios.
“Se eligieron algunos lugares de depósito para acortar los tiempos. Si todos los camiones tienen que ir hasta el Relleno para descargar, se va a demorar muchísimo más el trabajo de limpieza de las calles. Obviamente, cuando pase la urgencia, los llevaremos a donde corresponde”, explicó Juan Carlos, uno de los choferes de la empresa de higiene y limpieza urbana, industrial y comercial.
El propio intendente Federico Susbielles, en una de las conferencias de prensa realizadas posteriores al temporal, se refirió al respecto.
“Tal como sucedió en el temporal del 2023, se buscan generar puntos cercanos para después sí poder trasladar al relleno”.
“Hay muchos lugares complicados en ese sentido y hubo que encontrar otros lugares exclusivos para eso. Porque no podemos llevar todo directo al relleno, ya que quedaría sin lugar. Estamos hablando con el Ministerio de Ambiente para que nos lo habilite”, completó.
Otros problemas
Las inundaciones traen consigo un daño significativo a las ciudades y a las personas afectadas. Más allá de las pérdidas materiales como casas, autos y cultivos, existe un peligro oculto en los residuos que dejan estos eventos extremos.
Cuando las aguas bajan después de una inundación, muchos materiales permanecen, incluyendo lodo, escombros y vegetación. Lo que pocos perciben es la contaminación ambiental generada por el paso del agua, que arrastra sustancias tóxicas y contaminantes como hierro, manganeso, estaño, arsénico, plomo y zinc. Estas sustancias, comunes en los desechos del procesamiento de minerales, pueden causar daños a la salud humana en exceso, como alergias, problemas de piel y respiratorios.
A su vez, los residuos sólidos generados en inundaciones incluyen restos de árboles, sedimentos, suelo, rocas, residuos domésticos peligrosos (como aceites y pesticidas), residuos de construcción civil, productos químicos industriales, residuos reciclables y residuos electrónicos. La mezcla de estos residuos con lodo y materia orgánica dificulta la segregación, el reciclaje o la reutilización.
Además, el agua acumulada en superficies cóncavas y la basura favorecen la proliferación de animales transmisores de enfermedades, como el Aedes aegypti, responsable de arbovirus como el dengue, el zika y el chikungunya.
El agua contaminada por basura, suciedad y aguas residuales es portadora de enfermedades como el cólera, la hepatitis A, la fiebre tifoidea, la diarrea y la leptospirosis.