Bahía Blanca | Viernes, 22 de agosto

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Ni con el agua al “Cuello” claudicaron

“Fito” y Franco decidieron arriesgar todo con tal de salvar vidas.

Fotos: Andrea Castaño (La Nueva) y familia Cuello.

La familia Cuello está identificada con el fútbol y La Armonía. Sin embargo, desde el viernes entraron en el olimpo de aquellas personas que dieron alma, corazón y vida por los demás.

Papa Fito, su hijo Franco y varios amigos iniciaron una cruzada hacia Cerri que pudo terminar en tragedia pero que tuvo un final feliz.

El DT y el futbolista de La Armonía contaron en primera persona todo lo que vivieron.

“A las 16.30 del viernes entramos a Cerri con un camión a sacar a mi cuñado (Mario Garberi). Estaba con los nenes arriba del techo. Llegamos a las 9.30, pero como estaba la marea alta tuvimos que esperar”, dijo Rodolfo.

“Fuimos en un 16-20, un Mercedes que tiene el marido de la hermana de Natalia, mi mujer. Unos locos, somos unos locos, pero bueno uno no mide las consecuencias. Pero mi señora y la hermana estaban locas por el hermano y los sobrinos. Así que nos metimos con el agua al pecho para sacar a la gente. Se subieron como 60 personas para entrar a Cerri. 'Nosotros vamos con ustedes', me dijeron. Fue una locura porque si volcaba el camión nos moríamos todos. Pero, gracias a Dios, salió todo bien. Cargamos a mi cuñado, fuimos hasta la Iglesia, subimos muchas familias y salimos”, amplió.

Claro que la odisea no terminó allí.

“Cuando estábamos saliendo nos encajamos. Pero entró un camión, tipo 7 menos cuarto, nos tiró para atrás y salimos. Fue impresionante ver a la gente llorar porque habían perdido todo”, confesó con congoja.

“Fito” también se cruzó con caras conocidas.

“Cuando estábamos en la Iglesia, nos cruzamos con Bruno Paolella y Gonza Medrano, quienes estaban sacando gente con un kayak, y con el agua hasta el pecho. Y del otro lado estaban ‘Manu’ Stortini y el ‘Torta’ (Pablo) rescatando personas en una lancha. Todos unos fenómenos”, resaltó.

También la indignación recorrió la piel del DT.

“Así como vimos mucha gente solidaria también cruzamos a unos hijos de p… robando en las carnicerías, en el hospital, en los negocios del centro, etcétera”, se molestó.

Su hijo Franco agregó como empezó esta particular historia.

“Me levanté tipo siete y media con el ruido de la lluvia y con mi Viejo fuimos al barrio Martín Fierro a buscar a Osvaldo Herrera para que venga a casa con Alexis Navarrí, quienes juegan en La Armonía. El agua ya llegaba casi al capot de la camioneta, ni podíamos abrir las puertas de la presión que ejercía el agua. Los chicos se tuvieron que subir a la caja y justo una chica nos pidió si podíamos cruzar al papá discapacitado; y también lo cargamos. Llegamos a casa con un ruido raro en el motor porque se había metido mucha agua. Poco después, mi tío comenzó con los mensajes y audios de auxilio porque estaba con los tres hijos en el techo. Le pedí a mi papá por favor que teníamos que rescatarlo y en eso mi tía junto a su pareja ya estaban en camino con el camión. Dejamos la camioneta en el depósito de garrafas de Mario y Marcio Antón, y fuimos corriendo unas siete cuadras con el agua hasta la cintura y contra la corriente hasta el camión donde ya estaba mi mamá”, contó con lujos de detalles.

 “Después, ya en Cerri, pasó lo que contó mi papá. Incluso, intentamos meternos caminando, pero cuando el agua nos empezó a tocar el hombro tuvimos que volver. En un momento yo me quise meter nadando para ir a buscar a mi primo, ya que en la desesperación no sabés qué hacer. Ellos nos mandaban videos arriba del techo y muertos de frío porque seguía lloviendo”, añadió.

“Esperamos y entramos nomás con el camión, al que se subieron muchas personas con motos y bicicletas. Fue una locura. En un momento tuve miedo, por mi vida y por las de mis papás. Sinceramente, creía que no la contaba. Una vez que estábamos en el camión no podíamos ir para atrás y ni se veía la ruta. Podíamos morder la banquina, y volcar el camión. Pudo haber sigo una tragedia, pero teníamos que salvar a nuestra familia. Gracias a Dios salió todo bien”, respiró profundamente.

Ya más tranquilo, volvió a pensar en la decisión que tomaron.

“Unos días después tomamos consciencia y dijimos, con mi familia, que lo que hicimos fue una locura. Realmente, si lo pensás en frío no lo hacés, pero había que rescatar a la familia y en ese momento pensábamos lo peor”, se sinceró.

 

Siguen ayudando

Tras semejante aventura por Cerri, la familia Cuello y todo La Armonía sigue colaborando con los que sufrieron los avatares de la trágica inundación.

“Estamos cocinando viandas. Vamos para el predio y para otros barrios. Hay que meterle con todo porque hay mucha gente que la está pasando mal en serio. Todavía me dura el c…, pero hay que seguir”, comentó Franquito.

En la sede velezana –Bélgica 1.120— siguen recibiendo donaciones.

Franco resaltó con que recibieron mucha ropa y muchos alimentos no perecederos.

 “Nos hace falta aceite, leche, azúcar y útiles para los chicos que empiezan las clases. Estamos armando muchas cajas, sobre todo para que a los más chicos no les falte nada. Toda ayuda se agradece”, concluyó.