Bahía Blanca | Viernes, 07 de noviembre

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El STMBB celebra el Día del Empleado Municipal con proyectos y logros

Hoy se realizará una fiesta para mil personas en el salón Borlenghi. Se sorteará un auto 0km, una moto y cinco millones de pesos en efectivo, entre otras cosas.

Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

En el marco de un nuevo Día del Empleado Municipal, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Bahía Blanca (STMBB) se prepara para celebrar su tradicional fiesta anual, que se realizará hoy en el salón Borlenghi y albergará a alrededor de 1.000 personas, entre quienes se sortearán un auto 0km, una moto y cinco millones de pesos en efectivo, entre los principales premios.

Mientras su secretario General, Miguel Agüero, reflexionó sobre un año que calificó como un "electrocardiograma", marcado por la emergencia hídrica que vivió nuestra ciudad en marzo pasado y un preocupante "no reconocimiento" social.

Agüero, quien accedió a pedido de los afiliados a un cambio estatutario que le permite continuar por cuatro años más al frente del gremio, destacó el rol fundamental de los trabajadores durante la emergencia que vivió la ciudad, aunque se mostró afligido por la vuelta de las críticas infundadas a los empleados estatales.

El máximo dirigente del STMBB lamentó que, a pesar de la respuesta inmediata que tuvieron que dar los municipales durante la inundación, la percepción social vuelve rápidamente al concepto de "no hacen nada" una vez pasada la emergencia.

"La verdad que aflige un poco el no reconocimiento, pero creo que tiene que ver más por agentes externos. Si bien durante la crisis muchos contribuyentes bahienses mostraron agradecimiento llevando café o sándwiches a los trabajadores en los cortes, ese reconocimiento se diluyó rápidamente”.

“No debemos olvidar que quienes pusieron a la ciudad en pie desde el mismo 7 de marzo fueron los trabajadores municipales con sus acciones cuando todo era un caos. No hubo una ayuda milagrosa ni mucho menos. En casi todo lo que se hizo en la emergencia, detrás hubo trabajadores municipales”.

La crítica no solo apunta a la sociedad. Agüero se refirió duramente a algunos futuros concejales que utilizan términos despectivos para referirse a los empleados municipales.

“Están diciendo cualquier barbaridad, sin siquiera informarse un poco. Y no saben que dependen de este sindicato. Pero lamentablemente hay un sector de la sociedad que se basa en lo que escuchó y que genera un proceso similar al que vivió el personal de salud: después de los aplausos, llega el olvido”.

De hecho, el gremialista subrayó que sectores esenciales como Tránsito, el propio obrero de las delegaciones y aquellos que salvan vidas (miembros del Siempre o de Defensa Civil), están muy "cascoteados" y criticados injustamente.

“Proliferan muchos personajes que no conocen las tareas que desarrollan los trabajadores municipales, minimizan sus responsabilidades y dicen cualquier cosa”.

Un sindicato singular

Frente a la corriente que, a nivel nacional, se opone al sindicalismo y lo ve como "el mal de los trabajadores", Agüero defendió el modelo del STMBB, al que catalogó como un "sindicato singular", ya que que crece constantemente.

“Este crecimiento se traduce en una reinversión social continua, que abarca viajes sociales para la familia municipal; actividades para los hijos de afiliados; beneficios como útiles escolares y canastas navideñas; y un sinfín de obras en el predio”, señaló Agüero.

Y amplió: “A eso se suma que tenemos un coseguro que es único en la Argentina porque cubre al 100% la medicación y la contención que se le brinda a los egresados del sistema mediante la secretaría de Previsión Social".

“También hay que recordar el nuevo convenio colectivo de trabajo que se firmó con el Ejecutivo, que incluso hizo ruido a nivel nacional por los reconocimientos que se obtuvieron. Podemos tener mil falencias, pero nadie puede decir que no defendemos al trabajador o no nos esforzamos por su bienestar”.

Para conseguir todos esos logros, Agüero resaltó el trabajo que desarrolla toda su comisión directiva, como así también los colaboradores.

“Sin ir más lejos, la mochila escolar que vamos a entregar antes del próximo ciclo lectivo tiene un costo superior a los 300.000 pesos cada una. Y vamos a entregar más de 4.000. Si no hubiera análisis, proyección y una buena administración, sería imposible”.

En cuanto a inversiones, el STMBB está finalizando importantes obras en el complejo de Monte Hermoso y comenzando un ambicioso proyecto en el camping de Sierra de la Ventana.

“El complejo de Monte Hermoso se está haciendo prácticamente a nuevo; cuando el afiliado vaya se va a encontrar con lugar totalmente renovado. Aunque estamos a contrarreloj, la idea es terminarlo antes de la temporada”.

Paralelamente se retomó la organización de viajes para turismo social.

“Ya tenemos dos contingentes confirmados que van a inaugurar un viaje que nunca hicimos: primero van tres días a Cataratas y de ahí a Camboriú, desde donde emprenden el retorno a Bahía luego de 4 días. Eso lo pudimos hacer gracias a negociaciones directas que hacemos con los operadores. De esa manera abaratamos costos y lo hacemos accesible al afiliado, que puede pagar hasta en 12 cuotas sin interés”.

Para 2026, los proyectos son múltiples.

“La prioridad hoy es terminar los trabajos en Monte Hermoso. Después nos enfocaremos en Sierra de la Ventana, donde ya se están haciendo los primeros movimientos, y posteriormente meternos de lleno en el complejo de General Cerri”.

“Luego, el sueño es encarar un salón multiuso en este predio, tipo el Borlenghi de Empleados de Comercio, que es el más grande de la ciudad. Y para 2027 también queremos avanzar con la sede social de Donado, que necesita que nos ocupemos para que no se siga deteriorando. En ese sentido, estamos trabajando con Dosem para encarar algo en conjunto. Una de las ideas es que las oficinas que están en el Palacio Municipal se trasladen allí. Y liberarle al municipio un espacio que les permita crecer en estructura”, adelantó Agüero. 

Lucha contra la precarización

Desde su puesto como secretario General Adjunto de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), Agüero señaló una de las grandes preocupaciones que afecta al sector: el uso creciente de monotributistas por parte de los municipios para realizar tareas propias del empleado.

"Hacen el trabajo del municipal, pero es una cuestión totalmente precarizada", afirmó.

Esta práctica no solo complica el cumplimiento de los convenios colectivos, sino que además desfinancia el IPS (Instituto de Previsión Social) y se rompe la proporción de un jubilado cada cuatro activos, ya que los aportes del monotributo van al ANSES.

“Es una preocupación que también tiene el gobernador. Hay comunas que alcanzan hasta el 80% de su planta de trabajadores con monotributistas. Acá en Bahía Blanca no se da tanto esa situación. Se utilizó un poco esa herramienta en la gestión Gay, pero Susbielles los empezó a pasar a planta temporal y luego a permanente para intentar regularizar la situación”.

Respecto a la planta de personal bahiense propiamente dicha, el secretario general observa que el Ejecutivo mantiene la política de "alta por baja" (sale uno, entra uno) y evita incrementar el número de empleados, a pesar de que la ciudad necesita más inspectores de tránsito u operadores de cámara.

“Bahía Blanca es uno de los municipios con menor cantidad de empleados en relación poblacional, por lo cual está claro que no sobran. La cuestión es que se incrementaron los servicios pero no se incrementó el número de empleados. O sea, más trabajo para la misma cantidad de gente y eso redunda en que muchos tengan que hacer horas extras y haya una sobreexigencia al trabajador”.

En este tren, en pocos días se reanudarán las negociaciones paritarias con el Ejecutivo.

“Por lo que se está viviendo a nivel país, se están dando situaciones que no se pueden entender. La verdad que a mí me da vergüenza ir a discutir el 1,6% de aumento. Pero bueno, nosotros tenemos una herramienta, que es una ordenanza, que nos fija el equilibrio. Y ahora nos tenemos que sentar nuevamente para terminar el año, con una situación económica que claramente no es favorable. Ni para Bahía Blanca, ni para la provincia”.

La celebración

En ese contexto, calificado por Agüero como “un verdadero electrocardiograma”, el STMBB celebrará hoy el Día del Empleado Municipal, con una gran fiesta en el salón Borlenghi de AEC.

Entre los presentes, que se estiman que serán alrededor de 1.000, se sortearán importantes premios, entre ellos un automóvil 0km, una moto y 5 millones de pesos en efectivo.

El menú será asado con ensaladas y habrá barra de tragos libre y música para bailar.

”Esta es la segunda fiesta consecutiva después de un parate de tres años. Y es la sexta en mi gestión”, señaló Agüero.

Cabe recordar que el día no laborable para el Trabajador Municipal se trasladará al lunes 10.

Un poco de historia

Cada 8 de noviembre, empleados y trabajadores de municipios de todo el país conmemoran esta fecha, que recuerda la creación, en 1959, de la Confederación de Obreros y Empleados Municipales de Argentina (COEMA).

Precisamente, esta entidad nació en el seno de la revolución sindical durante la presidencia de Arturo Frondizi y con las 62 Organizaciones como base, teniendo como fin organizar y unificar a todas las federaciones, sindicatos y uniones municipales de la Argentina.

Los trabajadores municipales son responsables de realizar todo tipo de tareas, principalmente las relacionadas a servicios, y están presentes en la vida de los bahienses de manera permanente.

Desde atención al público, orientación al contribuyente, limpieza de calles, mantenimiento de alumbrado público, bacheo, cobro de tasas, control del tránsito, atención en el Hospital Municipal y los distintos Centros de Atención Primaria de la Salud, contención a los más necesitados y tareas en el cementerio, son algunas de las actividades que desarrollan diariamente.

El trabajo del empleado municipal, según Agüero, es como un sistema de poleas: el engranaje del sindicato (estructura económica y defensa) impulsa la calidad del servicio social, pero la resistencia del entorno (críticas, precarización) obliga a redoblar el esfuerzo para que la maquinaria siga avanzando y beneficiando al trabajador.