Polémica y repudio por un acto antivacunas organizado por una diputada del Pro en el Congreso
El evento tuvo lugar en el auditorio del Anexo A de la Cámara de Diputados y fue convocado por la legisladora del Pro, Marilú Quiroz.
La diputada del Pro por Chaco, Marilú Quiroz, encabezó este jueves una jornada titulada ¿Qué contienen realmente las vacunas?, que se lleva a cabo en el auditorio del Anexo A de la Cámara de Diputados.
El programa difundido por Quiroz contemplaba charlas como Vacunas de calendario y autismo, a cargo del médico Oscar Botta —integrante de la organización internacional Médicos por la Verdad—, y Víctimas ignoradas por el Estado: sangre de vacunados al microscopio, presentada por la doctora Viviana Lens.
Durante el evento, que se extendió por más de seis horas, médicos y algunos invitados expresaron de manera abierta y con datos dudosos una postura antivacunas. El acto generó un fuerte rechazo entre legisladores de distintos bloques, quienes advirtieron sobre el riesgo de difundir información no fundada.
En uno de los paneles, Lorena Diblasi, que figura en el sitio web del Conicet como licenciada en Biotecnología, presentó a un hombre que exhibió una de las supuestas "secuelas" que, según dijo, le dejó la aplicación de dos dosis de la vacunas Covid-19 elaboradas por AstraZeneca, sin mostrar ninguna prueba.
"José Daniel Fabián" —así lo introdujo a la charla— mostró con el torso desnudo que los objetos metálicos "se le pegan" al cuerpo —tuvo varios intentos fallidos— y Diblasi sostuvo que se trata de una "magnetización".
"Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos", dijo la oradora ante la atónita mirada del público.
No fue la única controversia del encuentro. El pediatra Oscar Botta vinculó el incremento de los casos de autismo con la aplicación de vacunas como la Triple Viral. Más tarde, el licenciado en Administración por la UBA Pablo Stolkiner afirmó que la pandemia fue "un invento" y que las vacunas se constituyeron como "un negociado".
La pediatra y neumóloga Lucía Langer sostuvo que las personas vacunadas presentan un "exceso de aluminio en sangre". A su vez, Chinda Brandolino, médica clínica y homeópata, reiteró una supuesta relación entre autismo e inmunizaciones —al igual que Botta—, mientras que Viviana Lens, especialista en geriatría, habló de magnetismo, en línea con los planteos de Diblasi.
Repudio generalizado
La jornada, que contó con varios episodios bizarros, no tardó en cosechar expresiones de rechazo en diversas plataformas.
Desde el Colegio de Médicos, con una carta dirigida al ministro de Salud Mario Lugones y que lleva la firma de Rubén Tucci, se había solicitado la suspensión del evento.
"Puede provocar reticencia a vacunarse en la comunidad, o generar dudas respecto al valor de las vacunas", alertaron en un escrito.
En la misma línea, resaltaron que representaría además "un enorme peligro, sobre todo en momentos en los que encontramos tasas de vacunación alarmantemente bajas, enfermedades que habiendo estado absolutamente controladas luego de la introducción de las vacunas, están re-emergiendo como problemas sanitarios de peso".
Del mismo modo procedió la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología: "Frente a la organización de un evento que pone en duda la eficacia, la seguridad y la importancia de la obligatoriedad de las vacunas, impulsado por una diputada nacional, un grupo de sociedades científicas (entre ellas la SAVE) envió una carta al Congreso solicitando su suspensión, considerando que dicha actividad atenta contra la salud pública".
"Este tipo de eventos, con mensajes basados en el negacionismo científico, genera un riesgo significativo en un contexto donde las tasas de vacunación son alarmantemente bajas. Enfermedades que habían sido controladas gracias a la inmunización están reemergiendo como problemas sanitarios relevantes", insistieron.
Ángela Gentile, Presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaln), también se pronunció en relación a la convocatoria durante una reunión conjunta de las comisiones de Acción Social y Salud Pública y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que se llevó a cabo en paralelo al evento liderado por Quiroz.
"Creo que es importante decir que cuando uno hace reuniones que atentan contra la seguridad en vacunas está en cierta forma haciendo impacto en el calendario nacional de inmunizaciones. La comunidad empieza a dudar, empieza a preguntar cuando ya hay un montón de evidencia de que las vacunas salvan vidas", resaltó.
Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud en la Cámara baja, lamentó por su parte en X: "Mientras Argentina tiene las coberturas de vacunación más bajas de la historia, casos de sarampión, niños muertos por Coqueluche, en Diputados hacen este circo. Le solicité a Martín Menem que lo cancele y no respondió".
La defensa de Marilú Quiroz
El pasado octubre, Quiroz explicó que la iniciativa surgió a partir de una inquietud personal: "Hace tiempo que muchos profesionales de la salud vienen acercándose a mí con la intención de dar a conocer estudios en los que vienen trabajando e interpelar una pandemia que dejó muchas secuelas".
Aclaró que organizó la jornada por cuenta propia y sostuvo que no se trata de un planteo aislado. "El evento del que tanto se está hablando fue organizado por mí", dijo. Y afirmó, sin dar nombres propios: "Sé que hay muchos diputados que tienen las mismas preguntas y me lo han hecho saber". En ese sentido, defendió el objetivo de la convocatoria: "Es difundir, dar a conocer, permitir que se exprese la voz de un sector".
Respecto del pedido de suspensión del evento, la legisladora cuestionó a sus pares: "Creo que se confunden en el rol que debe tener el Congreso. Debemos ser la voz del pueblo. Y claramente hay un sector de la sociedad que siente desconfianza y tiene temores". Por eso, insistió en que "hay que dar lugar a que se abra el debate sobre estos temas y no buscar callar las voces de quienes tienen otra mirada".
En relación con su visión sobre las vacunas, consideró que persisten interrogantes en la sociedad: "Creo que muchos argentinos tienen dudas sobre los efectos de algunas vacunas y este ateneo es una oportunidad para despejarlas y conocer las investigaciones que están desarrollándose". Y añadió: "Principalmente, quiero ser la voz de este sector de la sociedad al que nadie está atendiendo".
Su desconfianza recae, por ejemplo, en las vacunas administradas durante la pandemia de Covid-19: "Existen casos en todo el mundo de efectos adversos en las vacunas del coronavirus. Son vacunas que se aprobaron en un tiempo que no es normal, dada la urgencia que existía en ese momento, y la comunidad científica admitió que aún se desconocen algunos efectos que puede tener en el futuro".
Quiroz afirmó que conoce experiencias desfavorables, incluso una personal, pero no profundizó: "Conozco historias de experiencias desfavorables, una me toca muy de cerca. Pero prefiero no hablar de ese tema".
Para cerrar, remarcó la necesidad de habilitar este tipo de discusiones en ámbitos institucionales: "Creo que es importante que el Congreso sea la voz del pueblo y esto significa dar lugar a todas las expresiones”.
Minutos antes del inicio del evento, la legisladora sostuvo: "Quisieron cancelar estas charlas varias veces, pero acá estamos. Siempre hubo sectores que buscaron sostener un único relato oficial, sin interés alguno en escuchar voces calificadas".
"Puedo ser ignorante en muchos temas, pero no soy ignorante en valores humanos. Esto viene a que me han tratado de burra en las redes y dicho que me meto de hablar de algo que no sé. Pero yo escucho y hay que darle la oportunidad de hablar a los que saben", reforzó la integrante del bloque Pro.
Y concluyó: "Que esta temática no se convierta en una discusión tribunera. Hay que trabaja con humildad y respeto, aunque existan opiniones antagónicas. Queremos lograr que haya una mejor calidad de vida". (La Nación)