La caída de la vacunación infantil enciende las alarmas
Especialistas manifestaron su “profunda preocupación” ante lo que se considera un escenario de fragilidad, con cifras que comprometen tanto la inmunidad individual como la salud pública.
Recibido en 1993, acumula 28 años de trayectoria en el periodismo local. Ex jefe de la sección Deportes y La Ciudad y actual secretario de Redacción de La Nueva. Ex profesor de los dos institutos de Periodismo de la ciudad. Especialista en temas deportivos, sociales y gremiales.
Si el sistema de inmunización fuera un dique que protege a la población contra inundaciones (enfermedades), la caída en las coberturas implica que ese dique se ha llenado de grietas y huecos. Aunque la gente no vea el río desbordarse hoy, el muro ya no tiene la altura ni la solidez necesarias, y el riesgo de un colapso masivo (un brote o reemergencia) es el más alto en décadas.
Es apenas una metáfora, pero describe con bastante exactitud lo que ocurre con el descenso generalizado de las coberturas de vacunación infantil, que encendió las alarmas nacionales, regionales y locales.
Precisamente, hace pocos días, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitió una profunda preocupación ante lo que describe como una caída sostenida e histórica en la cobertura de vacunación infantil y adolescente en Argentina.
Basándose en datos oficiales, la entidad alertó que este descenso constante genera un "escenario de fragilidad inmunológica colectiva" que compromete severamente la salud pública.
“Esto que dice hoy la SAP, que igualmente es sumamente importante que lo comunique, es un tema que puse en agenda hace ya casi un año, con un informe que me costó mucho tiempo y esfuerzo realizar porque comparé lo que sucedía en nuestro país con el resto del mundo”, señaló el médico bahiense Carlos Kohler, especialista en vacunación y fundador de la multipremiada página www.vacunación.com.ar.
Kohler resaltó que las bajas coberturas de vacunas esenciales ponen en riesgo la protección comunitaria y favorecen la reemergencia de enfermedades eliminadas como la poliomielitis, el sarampión, la rubéola, la tos convulsa y la hepatitis A.
El análisis de la SAP es contundente: en 2024, ninguna de las vacunas evaluadas alcanzó la meta programática del 95% necesaria para asegurar la inmunidad colectiva. Alarmantemente, varias dosis estratégicas se encuentran por debajo del 50%.
Entre los casos más preocupantes se encuentra la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas) aplicada a los cinco años, cuya cobertura cayó a apenas el 46% en 2024, en contraste con el 90% registrado entre 2015 y 2019. Esta dramática disminución representa un riesgo serio de reaparición de sarampión en el país, especialmente considerando que ya hay brotes en la región.
Otras vacunas fundamentales reflejan la misma tendencia:
--El refuerzo contra la poliomielitis a los cinco años descendió del 88% al 47%.
--La cobertura de la quíntuple (administrada a los seis meses), fundamental para prevenir difteria, hepatitis B y tos convulsa, registró una caída promedio de diez puntos respecto a los niveles prepandemia. Esto implica que más de 115.000 lactantes no completaron esquemas fundamentales.
--La cobertura de la vacuna contra el VPH en adolescentes cayó al 55% en mujeres y 51% en varones.
“Las coberturas de vacunación óptimas deben superar el 90% de la población objeto, para poder lograr los objetivos de control y erradicación”, explicó Kohler.
Esta baja se da en un contexto en el que Argentina atraviesa un brote de coqueluche (tos convulsa), enfermedad altamente contagiosa que ha provocado cinco niños fallecidos confirmados hasta la fecha en 2025.
“El rango etario que más descree de la eficacia de las vacunas va de los 21 a los 40 años. Y esto es muy preocupante: porque ya son o serán los padres de una generación muy grande de niños que no tendrán inmunización. El riesgo que se corre es enorme”, amplió el especialista bahiense.
Y añadió: “En lo personal, creo que las redes sociales se llevan la mayor parte de la responsabilidad de esta situación. Se he generado una desconfianza o un descreimiento muy grande con información sin rigor alguno y lamentablemente el sector científico no ha sabido contrarrestarlo”.
"Efecto rebaño"
A nivel local, la situación no es diferente. Jorgelina Scuffi, especialista de la Región Sanitaria 1, afirmó que la tendencia negativa se agudizó significativamente con la pandemia de COVID-19.
Scuffi remarcó que, a pesar de que la cobertura esperada para este año era del 83%, los niveles actuales están "muy por debajo de lo esperado".
La experta hizo hincapié en la desaparición del efecto rebaño o protección colectiva, concepto que se discutió extensamente durante la pandemia. Con las coberturas actuales, "eso ya empieza a dejar de pasar".
Scuffi también señaló que la falta de vacunación ha provocado el resurgimiento de algunas enfermedades, y que "algún colegio ya está en alerta en ese sentido". La vulnerabilidad del sistema ya se evidenció con casos de sarampión registrados a principios de este año.
Por su parte, Núñez Fariña, también de Región Sanitaria 1, reconoció la baja generalizada en los porcentajes de vacunación y advirtió que la inmunidad de muchas enfermedades caerá con el paso de los años si la gente no se vacuna, lo que generará un problema a futuro.
El diagnóstico de un especialista
El doctor Carlos Kohler, médico bahiense especialista en vacunación, reflexiona en su informe (publicado hace un año) que la alarmante baja en las inmunizaciones se debe, principalmente, a una falta de conciencia y educación.Aunque el descenso comenzó en la pre-pandemia, el COVID-19 acentuó la caída al obligar al aislamiento social y generar temor a concurrir a los centros de salud.
Kohler destaca que Argentina, históricamente un país pro-vacuna con coberturas que superaron el 90%, enfrenta hoy este fenómeno mundial y multifactorial:
1) Falta de conciencia y desconfianza: Existe una baja percepción de riesgo y desconfianza generalizada, no solo en la seguridad de las vacunas, sino también en los profesionales y en las bases científicas.
2) Sistemas de salud deficientes: La falta de infraestructura, personal insuficiente, capacitación inconstante y problemas logísticos (como la refrigeración adecuada) dificultan la prestación oportuna de servicios.
3) Barreras de acceso: Las dificultades geográficas, económicas y sociales, habituales en comunidades marginadas, limitan el acceso a las instalaciones de atención.
4) Impacto de la desinformación: La desinformación, las 'fake news' y la propagación de teorías de conspiración por parte de movimientos anti-vacunas han sido un factor determinante, especialmente amplificado por las redes sociales. En este sentido, Kohler señala que la comunidad científica perdió una "importante batalla" en el manejo de las redes.
Ahora, el gran desafío es recuperar la eficacia de las vacunas para controlar enfermedades que son peligrosas, mortales e, incluso, potencialmente pandémicas.