La Maternal, leche de primera
La fábrica fue pionera en la venta de leche envasada y servicio de entrega a domicilio.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 119 años, en octubre de 1906, se estableció en su nuevo local de avenida Alem y Casanova, la cremería La Maternal, elaboradora de leche envasada.
La iniciativa de establecer esa industria fue impulsada por Petrona Heguilor, la viuda del hacendado Teófilo Bordeu, quiera fuera primer intendente de nuestra ciudad. Para eso le encargó a Antonio Álvarez, vecino que había sido una figura política destacada en Mar del Plata, donde en 1881 se desempeñó como primer Presidente de la “Corporación Municipal”.
Alvarez adquirió para la cremería el local que hasta entonces ocupó la Sociedad Rural, entregando a esa entidad 60 hectáreas de tierra en lo que hoy conocemos como Villa Bordeu.
La fábrica prepararía leche en envases cerrados, además de quesos, cremas, dulces y manteca, implementando además un novedoso sistema de reparto domiciliario. Apenas terminó la Feria Rural de ese año, comenzó a instalar las maquinarias, incluyendo una faenadora con capacidad para tratar 500 litros de leche cada hora para ser colocadas en envases de vidrio de medio, dos y tres litros con tapa automática. Cuando llegaran las máquinas adquiridas en Europa se agregaría la producción de manteca, crema y queso.
Cuando, en 1908, una empresa porteña decidió establecer una fábrica de manteca en Bahía Blanca, entró en tratativas con Álvarez, llegando a un acuerdo para asociarse bajo el nombre de Corporación de Cremerías.
La sociedad tomó, en 1913, el nombre de "La Scandia", y en 1918, la empresa fue adquirida por Luis Magnasco y Cía.
En la segunda década del siglo XX, la fábrica compraba "toda la producción de crema de la región", y exportaba muchos de sus productos a Inglaterra, utilizando el muelle del frigorífico Sansinena.
La historia de esta firma terminó en los 70, quedando de pie todavía uno de los edificios históricos.