Para Cavallo, el punto débil de la economía no es el “riesgo kuka” sino el manejo monetario y cambiario
Las estrategias económicas implementadas en Argentina generan debate entre exfuncionarios, mientras persisten las tensiones por la política cambiaria y la influencia de factores externos.
El exministro de Economía, Domingo Cavallo, arremetió con fuertes críticas al enfoque del gobierno sobre la crisis financiera actual, desvinculando la turbulencia del llamado "riesgo Kuka" que, según él, utiliza el oficialismo. En un detallado análisis publicado en su blog, Cavallo sentencia que los problemas del mercado argentino son atribuibles al "manejo monetario y cambiario" de la actual gestión, no a la herencia recibida o a factores políticos.
Cavallo acusó al Gobierno de no poder "identificar y explicar con sinceridad y acierto la causa principal de la crisis", recurriendo a culpar a la herencia y al riesgo "KUKA".
Respecto a la gestión del ministro de Economía, Luis Caputo, Cavallo reconoció su capacidad para las medidas de corto plazo, señalando que "hasta aquí siempre sacó algún conejo de la galera para enfrentar problemas cambiarios y de deuda". No obstante, criticó la reciente eliminación transitoria de las retenciones a las exportaciones, una medida que inyectó $7.000 millones de dólares en reservas y provocó un "desplome del precio del dólar".
El lado B de la medida: Aunque efectiva en el corto plazo, Cavallo advirtió sobre el "costo fiscal de la operación" (más de $1.000 millones de dólares) y la inestabilidad futura. El exministro explicó que la maniobra disgustó a productores argentinos y estadounidenses y, peor aún, puede sembrar dudas sobre la voluntad del gobierno de respetar las "reglas de juego anunciadas y los compromisos asumidos."
Cavallo también relativizó la solidez del apoyo de Donald Trump, señalando que se origina más en la "adhesión incondicional" de Javier Milei a su ideología anti-woke y política exterior que en un apoyo financiero incondicional a la ideología libertaria argentina. Cuestionó la solidez del eventual apoyo financiero, dada la reticencia histórica de Trump a usar fondos estadounidenses en rescates externos.
El economista remarcó que, pese al "impresionante logro en materia de ajuste fiscal", la política monetaria y cambiaria ha sido "muy defectuosa" desde el inicio de la gestión. Este error, a su juicio, ha "incubado un problema de atraso cambiario e insuficiencia de reservas propias". Alertó que si el riesgo país y la tendencia devaluatoria vuelven a repuntar, el Tesoro Americano y el FMI exigirán "cambios en la política monetaria y cambiaria" como condición para el apoyo.
Cavallo fue enfático al diferenciar la coyuntura actual de la crisis de 2001, asegurando que la situación política y económica "no tiene nada que ver" con la de Fernando de la Rúa. Argumentó que la demanda actual de eliminación del cepo busca la estabilidad y el crecimiento, a diferencia de 2001, cuando el objetivo era "licuar deudas en dólares."
Para Cavallo, la analogía correcta es la de la hiperinflación de Carlos Menem entre 1989 y 1991, antes del Plan de Convertibilidad. A pesar de las diferencias en la inflación inicial, ve coincidencias en el severo ajuste del gasto, la persistencia de la recesión y las denuncias de corrupción (comparando los cuestionamientos a la familia presidencial de 1990 con los recientes a Karina Milei y colaboradores). Subrayó que, al igual que en 1991, la solución pasará por una liberalización cambiaria y monetaria total.
El exministro propuso un conjunto de medidas legislativas para transformar el sistema: prohibición de emisión monetaria para financiar el déficit fiscal., libre convertibilidad del peso, fin de los controles de cambio (cepo) y la posibilidad de realizar depósitos y préstamos en dólares u otras monedas convertibles.
Cavallo concluyó que la adopción de estas reformas establecería la base que permitió la estabilidad y el crecimiento en 1991. Recordó que el miedo a un salto devaluatorio tras el fin del cepo se mitigó en 1991 cuando la libre flotación permitió que el dólar alcanzara un "nivel que a posteriori demostró ser de equilibrio y sostenible en el tiempo", sentando las bases para el Plan de Convertibilidad. (Infobae)