Bahía Blanca | Lunes, 01 de septiembre

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Las claves del proyecto ganador del concurso del Mercado Municipal

Un portal de acceso, una recova y una plaza renovada fueron los puntos más fuertes por lo que se impuso el trabajo del grupo de arquitectos neuquinos.

El mercado Municipal y la plaza Lavalle tienen finalmente su proyecto de refuncionalización y puesta en valor, propuesta elegida por unanimidad por el jurado y que modifica sustancialmente la actual relación entre el edificio, la plaza y el área en la que se ubican.

“El proyecto se destaca por su síntesis, logrando una propuesta clara y contundente en lo urbano, paisajístico y arquitectónico, con un adecuado balance entre innovación, carácter y preservación”, señala el acta del jurado.

La propuesta se puede resumir en cinco puntos: establece una relación entre la parte posterior del mercado –la zona de acceso a las cocheras—y la plaza, a partir de un portal a construir delante de las rampas vehiculares, redefiniendo esa fachada. El jurado consideró esta propuesta como “un verdadero acierto”, una mediación plaza-mercado que jerarquiza el acceso e incorpora un espacio multiuso.

Vista del portal de acceso.
Antes y después, con la generación de una recova.

La plaza Lavalle se modifica en su totalidad, demoliendo sus muros y eliminando los desniveles, creando cuatro sectores de verde y una superficie que funciona como explanada entre O’Higgins y el portal.

El jurado valoró ese diseño de una plaza “sin barreras”, que preserva el arbolado y con “un tratamiento de superficie ameno”, con una suave pendiente que resuelve el acceso al mercado, “componiendo un espacio urbano de claridad y jerarquía, abierto, reconocible, seguro y flexible”.

Otro cambio propuesto se verifica en la planta baja del mercado, con el retiro de los locales ubicados en su perímetro, liberando toda esa franja del edificio y materializando una recova que lo abre a las calles del entorno.

Por último, hay un tratamiento del último piso y de la terraza para funcionar como Centro Cultural, con el agregado de un núcleo vertical exterior (escalera-ascensor) transparente.

La azotea reconvertida en espacio cultural.

En su conclusión, el jurado mencionó que se tiene así un proyecto que “con operaciones mínimas” mejora la relación del mercado con el entorno.

Cómo lo pensaron

El proyecto ganador pertenece al estudio de la ciudad de Neuquén integrado por los arquitectos Juan Marcos Basso, Lorena Eguiguren y Carlos Manuel Menna, más Anisa Ibarra, Matías Schouabs, Gastón Schouabs, Jerónimo Lopepe, Emanuel Pelaez y Alejandro Delucchi como colaboradores

No deja de ser una particularidad que el estudio no sea de nuestra ciudad, porque se puede suponer que desconoce en parte su historia, idiosincrasia, usos y costumbres e identidad. Sin embargo, ha  hecho una buena lectura de esa situación.

“El microcentro de Bahía Blanca es reconocido y usado como referencia obligada para actividades comerciales y turísticas. Pese a su extensión difusa, el área delimitada por O`Higgins-Alsina y Belgrano-Donado, entre el teatro municipal y Berutti, funciona como una pieza urbana en sí misma, un circuito casi obligado para los usuarios”.

Centro dentro del centro

Tras definir a la macro manzana que ocupan el Mercado y la Plaza Lavalle como “un fragmento urbano singular”, con una inusual subdivisión en seis pequeñas manzanas, detectaron que ambos elementos funcionan hoy como “barreras urbanas”, dificultando su apropiación e integración.  

Por eso centraron su propuesta en integrar ese “espacio estratégico” con su entorno, potenciando sus características e incorporando actividades que permitan generar un “centro dentro del centro”, rescatando las “callecitas del mercado”, priorizando al peatón y mejorando la plaza.

Plaza y mercado, plano de planta

Una de las causas que impide la relación Mercado-Plaza es, a criterio del estudio, la presencia de las rampas vehiculares, que generan “una desconexión espacial y funcional” que se agrava por la planta baja elevada del edificio y la falta de transición entre el interior y el exterior.

Las respuestas apuntan a modificar esas situaciones, a través del mencionado portal de acceso, de integrar la planta baja mediante una recova y de remodelar la plaza Lavalle.

El portal amplía la espacialidad y se presenta como “un espacio diáfano, con una cubierta traslúcida que lo integra con el espacio urbano”.

Detalle del arco de acceso.

La Recova es parte de la refuncionalización del mercado. Este nuevo espacio semicubierto integra la planta baja con las cortadas y veredas.

La azotea se convierte en un espacio de actividades culturales, con una plaza al aire libre, una sala de exposiciones y un área gastronómica, sumando un sistema de transporte vertical traslúcido que la vincula con el subsuelo.

Por último, se simplifica por completo el trazado de la plaza Lavalle, eliminando los elementos que dificultan su uso y apropiación. El trazado se asienta sobre los espacios originales, reconvertidos en accesibles, respetando los árboles y con dos texturas, el pavimento y el manto vegetal.

La mirada local

Una sola de las menciones otorgadas correspondió a un estudio local. Se trata del equipo integrado por los arquitectos Juan Allerbón, Natalia Asprea, Natalia Gilardi, Juan Giovino, Camila Hernández, Antonela Mansur, Juan Olea y Leonardo Parigiani, con quienes colaboraron Ariadna Gelabert Crisafuli y Manuel Morón y los ingenieros Gisela González y Luciano Servetto.

El equipo local, merecida mención.

“Las ciudades atraviesan un proceso de transformación y en un contexto dominado por la digitalización y la globalización es esencial que los espacios públicos cumplan funciones prácticas y actúen como catalizadores de la vida comunitaria”, indican los autores, remarcando la importancia de “proyectar entornos inclusivos, reconociendo que su calidad impacta directamente en la vida cotidiana”.

Con esta idea es que pensaron a La Plaza Lavalle y el Mercado no solo como lugar de tránsito o residencia, sino como “un escenario donde se entrelazan tiempos, funciones y experiencias”.

Propuesta del estudio bahiense.

Su propuesta se fundamenta en una estrategia conceptual que denominan "sistema de activación social", el cual define las relaciones humanas y las instituciones que regulan la vida en comunidad dentro de una cultura.

Para eso se buscó garantizar accesibilidad y visuales y una relación espacial entre las calles Donado y O´Higgins, con un paseo lineal que une mercado y plaza en el nivel +1.20.

Se considera la nivelación de la calzada con las veredas de las calles internas, reducir su ancho, priorizar el uso peatonal, jerarquizar la fachada del Mercado y la Plaza como respuesta a una situación urbana atípica y sumar arboleda autóctona.

En cuanto a la plaza, se propone un acceso a +1.20 m (nivel interior del mercado) mediante un sistema de rampas que suavizan esa transición y asegura la supervivencia de los árboles existentes

Tratamiento lateral del mercado

“Priorizamos los recorridos peatonales, las visuales largas, los puntos de encuentro masivos y la rápida puesta en marcha del mercado”, señalan los autores.

Plantearon tres ejes: garantizar accesibilidad y visuales desde los diferentes puntos, una relación espacial entre Donado y O'Higgins, un paseo lineal uniendo el mercado y la plaza en el nivel +1.20 m, a rápida adecuación y puesta en marcha del mercado y la terraza y acercar la cultura a la comunidad”.

“El hecho de repensar la ciudad, junto con el debate y la seriedad puestas, hizo de este proceso una experiencia enriquecedora. Aunque no somos un equipo que se dedique habitualmente a concursos, sentimos la responsabilidad de unirnos para elaborar una propuesta. Creemos que el resultado refleja un gran compromiso social; intentamos preservar la identidad y las costumbres, integrar el sitio con la imagen portuaria, acercar la cultura a la gente con un programa intermedio y tratar la macro manzana como una gran plaza”, detallan.

La obra

Queda ahora definir por parte del municipio en qué plazos y de qué manera llevar adelante la obra. De acuerdo al presupuesto elaborado por el estudio ganador, la inversión rondaría los 2 mil millones de pesos.

El intendente Municipal, Federico Susbielles, anticipó que este año estará dedicado a elaborar el proyecto final y la documentación para el llamado a licitación que podría tener lugar a fin de año. En cuanto a los recursos económicos, señaló tres posibilidades: con fondos municipales en etapas o por partes, con algún acuerdo público-privado o con dinero aportado desde el gobierno provincial..

Está pendiente además adecuar el interior del edificio, el cual, al momento de su cierre, adolecía de severas falencias en sus instalaciones.

Rosana Vecchi: “Logra con muy poco resolver todos los problemas”

La arquitecta Rosana Vecchi integró el jurado del concurso y está a cargo de la secretaría de Planeamiento Urbano del municipio, con lo cual su análisis resulta particularmente valiosos.

Rosana Vecchi

La profesional señaló que el concurso fue una convocatoria “desafiante” para los profesionales, desde el momento que tenían que crear un espacio identitario para la ciudad.

“Eso hizo que tuvieran que trabajar tres elementos: el mercado, la plaza y el centro cultural del último piso. Eso exigió mucha imaginación y permitió al jurado contar con 76 trabajos y muchas ideas diferentes”.

Esta variedad llevó no sólo a tres premios sino también a ocho menciones honoríficas.

“Por eso también las menciones, al considerar que valía la pena mostrar esta variedad de respuestas para un mismo problema. Fue un concurso muy rico en ese sentido”.

En cuanto al proyecto ganador, Vecchi resaltó su viabilidad, la posibilidad de realizarlo en etapas y ser una propuesta que con muy pocos elementos genera respuestas y crea una nueva fachada del mercado mediante esa arcada que se aprecia desde la calle.

El arquitecto Carlos Menna recibe el diploma del primer premio de manos del intendente Federico Susbielles.

“Es un proyecto muy austero con el mercado, donde más que poner saca, limpia, dejando su estructura cruda. Interviene además la plaza aportando una explanada hacia esa nueva fachada y generando un espacio público de calidad donde no lo había. Con muy poco resuelve todos los problemas”.

En referencia al segundo premio, otorgado al Arq. Juan Martín Flores, de La Plata, se trata de una propuesta que le da mucha importancia al lugar como Centro Cultural. “Por eso tuvo este reconocimiento. Era muy interesante para que el lugar funcionara todo el día y genera una fachada muy atractiva sobre Olivieri”.

Segundo premio, vista desde O'Higgins

Por último, el tercer premio fue para el estudio de Buenos Aires de los arquitectos Juan Martín Rojas y Rodrigo Baranchuk.

“Fue el único que armó toda la lógica del mercado en un lateral, que desde el punto de vista funcional era excelente”, detalló.

Tercer premio

Un toque de historia

La manzana donde se ubican el mercado municipal y la plaza Lavalle fue adquirida a Atalia Roca --hermano del ex presidente Julio A. Roca-- en 1883, con la idea de ubicar allí un mercado de abasto. Los inversores que concretaron esa obra fueron tres reconocidos vecinos: Tomás López Cabanillas, Leónidas Lucero y José Ramón Zabala.

El mercado de abasto abrió en 1891, con acceso desde calle Donado, ocupando la mitad de la franja central de la manzana. Fue ampliado en 1908 con un segundo pabellón –en lo que hoy es la plaza Lavalle--, con frente sobre O’Higgins.

Antigua entrada al mercado de abasto

En esa obra fue que, al cavar para los cimientos, los obreros encontraron varios huesos humanos, lo cual llevó a la policía a plantear su presunción de crímenes ocultos, la cual terminó cuando un memorioso señaló que en el lugar había funcionado el cementerio.

El mercado de abasto fue expropiado por la municipalidad en 1951 y funcionó como tal hasta 1971, cuando fue inaugurado el actual edificio.

La plaza Lavalle fue recién pensada como idea en 1974 y habilitada en 1978 con el nombre de plaza del Sol. Sin embargo no hubo nunca un criterio de generar una unidad de ese espacio verde con el mercado, al punto que en un principio se planteó la idea de generar “una superficie de transición” entre ambos, mediante una calle destinada al estacionamiento vehicular medido.

La plaza del Sol y su complejidad funcional.