Diario de viaje, día 4: el agua, por momentos un problema y en otros, una solución
Sensaciones, experiencias, comentarios y mucho más de lo que implica cubrir los Juegos Olímpicos en el primer mundo.
Periodista. En La Nueva desde 2013. Especializado en el movimiento olímpico. Asistió a los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, a los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022, a los Juegos Suramericanos Asunción 2022, a los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y a los Juegos Olímpicos París 2024, entre otros eventos internacionales.
Uno de los objetivos de París 2024 fue organizar los primeros Juegos Olímpicos sin plástico de un solo uso, implementando diversas alternativas para lograrlo.
Según la organización, esta idea surgió hace cuatro años con un plan de acción que se extenderá hasta 2030, con el objetivo de eliminar este tipo de residuos. Aprovechando la ocasión y la visibilidad que ofrecen los Juegos al mundo, aceleraron la implementación de esta iniciativa ecológica.
En este sentido, gran parte del propósito se centra en la utilización de 1200 fuentes con agua de red (acá es potable, al menos eso nos dijeron), para que quienes lo deseen puedan recargar sus botellas o vasos.
Quien se sumó a la iniciativa es la multinacional Coca-Cola, que en sus stands vende la gaseosa en vasos coleccionables. La intención es que compres una bebida y que luego recargues en ese vaso en futuras ocasiones. El líquido, por decirlo de alguna manera, cuesta 4 euros; mientras que los vasos, otros 2.
Para quienes no lo saben, Francia ya prohíbe muchos plásticos de un solo uso, como la tapa de los envases para cafés y bebidas calientes. Por ejemplo, varios comercios aplican un descuento a quienes proporcionan su propia taza o vaso para llevar.
Y también, París presume de que sus Juegos Olímpicos son los primeros que cuentan con personal exclusivo dedicado a la economía circular.
No obstante, uno de los problemas que se plantean es la distancia entre la sala de prensa y la tribuna de los diferentes escenarios.
Por ejemplo, en el park de BMX freestyle la temperatura superó los 35 grados y una carga de agua no duró demasiado. Los periodistas debíamos trasladarnos varios metros para llenar la botella, algo que no sucedía en eventos anteriores, que tenías a disposición botellas de medio litro, incluso frías, constantemente. No se trata del traslado, claro. El tema es que si necesitás 15 minutos para buscar agua, te perdés buena parte de la competencia...
En contrapartida, aunque no sea para beber, la organización instaló algo similar a una ducha con varias salidas de agua, en forma de leve rocío, para que la gente pueda refrescarse ante tanto calor. Las filas se expandían por todo el parque olímpico instalado en La Concorde, sede de los denominados deportes urbanos: el breaking, el BMX Freestyle, el básquet 3x3 y el skateboarding.
Mojarse la cara, las manos, una gorra o hasta empaparse la remera fueron recursos muy utilizados en el que fue, hasta el momento, el día más caluroso de los Juegos.
Los dejo, se viene un miércoles cargado de actividad. Ah, parece que la lluvia anunciada pasó de largo...
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