Bahía Blanca | Martes, 24 de junio

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Diario de viaje, día 3: la mágica historia del estadio donde nació la vuelta olímpica

Las Leonas y Los Leones se encuentran disputando el certamen en una sede mítica que también fue parte de Carrozas de Fuego. 

Fotos: La Nueva y EFE

Lunes 9 de junio de 1924. Los octavos Juegos Olímpicos de la modernidad llegaban a su fin y el fútbol, que todavía no conocía las Copas del Mundo, se definía entre uruguayos y suizos. Fue, a la postre, la primera gran muestra internacional de Uruguay, ya tetracampeón en América. Y también fue el nacimiento de lo que hoy conocemos como “vuelta olímpica”.

El 3-0 con tantos de Pedro Petrone, José Cea y Alfredo Romano le dio el paso a la celebración charrúa que, a modo de agradecimiento para con las más de 40 mil almas que colmaron el estadio Yves-du-Manoir de Colombes, recorrieron la pista de atletismo que rodeaba el campo de juego, y que hoy ya no está, saludando y festejando el título. Con el paso del tiempo, la iniciativa fue incorporada por quienes se consagraban campeones, quedando inmortalizado el gesto como vuelta olímpica.

Allí, en el ya mítico estadio, se realizó también la Ceremonia de Apertura de aquellos Juegos, hubo rugby (cuando era de 15) y finalizó la maratón, entre otras cosas. También se disputó la final del Mundial 1938, que ganó Italia.

La vida del Yves-du-Manoir está llena de historia. Si bien fue construido originalmente como hipódromo, en 1883, ya ha albergado más de 200 eventos deportivos hasta convertirse ahora en la sede del hockey sobre césped. Se trata, además, de la única sede francesa olímpica por segunda vez.

“Es un maravilloso guiño a la historia y para el legado deportivo de Francia. Sabemos todo lo que este estadio ha representado para la historia del deporte francés y para la historia de los Juegos", dijo a propósito Tony Estanguet, presidente de París 2024.

Como si le faltara algo, el estadio también dejó una huella indeleble en el deporte y en el cine, ya que en su interior se profundizó la rivalidad entre los atletas británicos Harold Abrahams y Eric Liddell, que se popularizó años más tarde en el film Carrozas de Fuego.

Y es acá mismo, en este estadio, al noroeste de París, que por estos días los seleccionados argentinos de hockey encaminan su lucha por las medallas.

Entré al complejo junto a dos hermanos de Olavarría que me contaron que viajan seguido a Bahía Blanca. Gran parte del lugar fue modificado, aggiornado y poco tiene que ver con aquel de cien años atrás. Sí se mantiene indeleble la estructura del techo que ahora cubre del sol a la tribuna de prensa y de oficiales, la que se encuentra atrás de los bancos de suplentes. 

No había uruguayos y suizos (al menos no en cantidad o no los divisé). Adentro sobresalían las camisetas celestes y blancas y en las dos canchas que se utilizan para el torneo, los argentinos no pararon de alentar.

Los Leones, que venían de perder en el debut, sufrieron el empate de India al final del encuentro. Volverán a jugar este miércoles, desde las 12, ante Nueva Zelanda.

Mientras que Las Leonas, que en el debut superaron a Estados Unidos, esta vez le ganaron a Sudáfrica pese a quedar abajo en el marcador dos veces. Su próximo partido será el miércoles a las 5, ante España.

Este lunes habrá fútbol y se presentará el BMX freestyle

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