Choque y muerte: ya tiene tribunal la causa contra Ángela Leguizamo
Se trata de la conductora de una camioneta que, a alta velocidad y pasando semáforos en rojo, embistió a la motociclista Sandra Romero en Colón y Vicente López.
Al no presentarse oposición al requerimiento de la fiscalía, el Juzgado de Garantías Nº 1 elevó a juicio la causa por el terrible choque en el centro que terminó con la vida de la motociclista Sandra Amalia Romero.
De esa manera se cerró la investigación que había desarrollado el doctor Cristian Aguilar, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1.
La imputada es Ángela Leguizamo (en el DNI original figura como Ezequiel, pero está en proceso de cambio de género), a quien acusan de homicidio simple con dolo eventual y, subsidiariamente, la figura de homicidio culposo agravado por la conducción de un vehículo automotor, exceso de velocidad, bajo los efectos de estupefacientes, paso con semáforo en rojo y culpa temeraria.
El expediente, por disposición de la jueza de Garantías subrogante, María Mercedes Rico, fue girado a la oficina de sorteos que funciona en el cuarto piso del Palacio de Justicia, donde ya se definieron los próximos pasos del proceso.
Será el Tribunal en lo Criminal Nº 3 el encargado de definir, en juicio oral tradicional, la situación de Leguizamo.
Ese cuerpo está integrado por los doctores Eduardo d'Empaire, Daniela Fabiana Castaño y Julián Saldías.
Leguizamo será juzgado por dicho tribunal profesional, ya que renunció al juicio por jurados, facultad que tiene cualquier imputado de un delito grave como el que se va a analizar en este caso.
La defensa de la acusada, a su vez, pidió una morigeración de la prisión preventiva, es decir que se le conceda el arresto domiciliario hasta que llegue el juicio, aunque esa medida está pendiente de resolución judicial.
El gravísimo hecho se produjo el pasado 9 de marzo, cuando la camioneta Nissan Frontier, guiada por Leguizamo, circulaba por la avenida Colón en sentido descendente de la numeración y, al llegar a la altura de Vicente López, impactó desde atrás a la moto Gilera Smash que esperaba el cambio de la luz del semáforo y era guiada por Romero, quien falleció como consecuencia de las graves heridas sufridas.
Para la fiscalía, Leguizamo condujo el rodado mayor "violando los deberes de cuidado exigidos a la hora de conducir un vehículo por la vía pública, y bajo los efectos del consumo de cocaína y anfetaminas".
Además, en virtud de nuevas pericias efectuadas, "se acreditó que manejaba con exceso de velocidad, a un promedio de 126 kilómetros por hora en una zona de 30 kilómetros por hora de velocidad máxima, y sin respetar la señal del semáforo existente en la intersección con la Peatonal de Drago, que le impedía el paso con la luz roja encendida".
La figura legal imputada a la acusada prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión y fue admitida por la Justicia de Garantías al momento de dictar la prisión preventiva.quam "La Nueva."
Pudo ser peor
De acuerdo con los peritajes de la causa, Leguizamo transitaba a 87,33 km/h cuando la Nissan -propiedad de la empresa Móvil Bahía- embistió a Romero a bordo de su Gilera Smash.
En ese lugar (Colón y Vicente López) el límite de velocidad es de 30 km/h.
Se estableció que, incluso, en algún tramo de su recorrido por la avenida condujo a 140,9 km/h.
“Por lo menos desde Colón al 900 cruzó varios semáforos en rojo, pasó por al lado de otros vehículos en tránsito y persistió en su accionar durante todo el recorrido hasta que finalmente colisionó con el motovehículo conducido por la víctima, quien a consecuencia de las lesiones sufridas falleció”.
La motociclista resultó con “destrucción de centros nerviosos superiores”.
“La conducta descripta fue ejecutada a sabiendas de la posibilidad de ocasionar la muerte o lesiones a eventuales terceros que se hallaren en la vía pública, y con indiferencia acerca del posible resultado fatal o lesivo de su accionar”, dijo al ordenar la detención el Juzgado de Garantías Nº 1.
“Ese desinterés y aceptación del resultado dañoso constituye la existencia de un plan concreto: llegar como sea -pese a las condiciones de intoxicación que presentaba- a su destino, desafiando a todo aquel que se interpusiera en su camino”, continúó.