Bahía Blanca | Domingo, 13 de julio

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“Soldaditos de la droga” y una triste realidad instalada en Bahía

Entre muchas historias y pocas pruebas, una condena local por narcotráfico acredita cómo capacitaban a adolescentes. 

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Audionota: Guillermo Crisafulli

No es un tema nuevo. Desde fines de 2016 que la Justicia bahiense habla con mayor frecuencia de "soldaditos de la droga"

Se trata de jóvenes -en general menores- que son utilizados como escudo protector del narcotráfico. Niños o adolescentes que sirven para la vigilancia encubierta y dar aviso en caso de que alguien busque perturbar el negocio.

Es una práctica lamentable y sostenida, que vulnera desde corta edad a chicos que tienen futuros difusos al ser víctimas del consumo y quedan atados a un plan delictivo del cual, por lo general, no pueden escapar.

En los últimos días, un fallo condenatorio a tres presuntos vendedores de droga en Bahía sumó prueba para confirmar que había personas que "capacitaban" a los chicos para la función de "soldaditos".

Se trata de la sentencia que recayó en Alexis Emanuel Andragnez (29), Claudio Raúl "Chupete" Roldán (49) y Leandro Gabriel Gómez (24), todos penados a cumplir 4 años de cárcel por la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

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En la resolución judicial dictada hace algunos días por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal local, a la cual tuvo acceso La Nueva., se dejó constancia de cómo funciona el sistema.

Esa causa, que motivó múltiples allanamientos el 21 de octubre de 2021, se originó a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada, que sería amigo de un consumidor. 

¿"Cocina" en Bordeu?

Esa persona se presentó ante la autoridad judicial y dio cuenta que días antes de la Navidad de 2019 acompañó a un allegado a un domicilio ubicado en Chaco al 700, donde se encontraron con "Leo" Gómez, a quien le consultaron por la compra de cocaína.

Por su recomendación llegaron a Villa Bordeu, donde vivía un cuñado de Gómez que poco antes había salido de la cárcel.

"Pasamos a una habitación y había guantes y frascos de ácidos y el cuñado de Gómez mencionó que la cocaína se hacía en esta ciudad y tenía un costo de $350.000 pesos el kilo de cocaína y si es mejor calidad, $400.000", declaró el testigo.

En su testimonio de fojas 1, también remarcó que el dueño de casa les reconoció que era Gómez quien "reclutaba chicos -menores de edad- en el barrio Noroeste, para formarlos de soldaditos, utilizandolos para llevar y traer mercadería o para hacer de campana en una esquina".

Esa circunstancia disparó una causa a cargo de la Fiscalía Federal, con intervención de la DDI de Mar del Plata (para no "contaminar" la causa con policías locales) y de la Prefectura.

La investigación al cuñado de Gómez (identificado como O.A.C.) y la posible "cocina" de droga en Bordeu no prosperó (el hombre fue sobreseído en junio de 2022), pero sí se pudo acreditar el empleo de los "soldaditos" que aquel día había comentado.

Policías encubiertos determinaron que en los domicilio que frecuentaba Gómez -Bravard 2500, Chaco al 700 y Gorriti 1700- había presencia de "soldaditos" en "estado de vigilancia", datos que quedaron acreditados en las fojas 39/40, 43/44, 47/48, 63/64, 89/90, 152/153, 187/188, 274/275 y 277/279 de la causa.

El juez Ernesto Sebastián, al dictar la condena de Andragnez, Roldán y Gómez, no dejó pasar por alto que el conocimiento y la voluntad que requiere el tipo penal del artículo 5 de la ley 23.737 (venta de drogas) "se ha evidenciado no solo en el aspecto comercial y económico sino también se verificó un estado de alerta por parte de los encausados o bien la utilización de personas denominadas 'soldaditos' que vigilan la entrada y salida de individuos en los domicilios de los imputados".

Los roles

Se pudo establecer que Andragnez, al menos desde el 21 de enero de 2020 hasta el 21 de octubre de 2021, comercializó droga (en especial marihuana) en su vivienda de Entre Ríos al 2000. El día del allanamiento le secuestraron 8 frascos de vidrio, una bolsa transparente, un tarro plástico y una caja de zapatillas, todo con cogollos de cannabis (más de 700 gramos) y una planta del mismo vegetal, de 65 centímetros de alto.

Un oficial de la Bonaerense y otro de la Prefectura, que actuaron de civil en distintos tramos de la pesquisa pudieron establecer que cuando Gómez se movía hacia la vivienda de Chaco al 700, los "soldaditos" de vigilancia le comunicaban la eventual presencia cercana de algún patrullero y de esa manera lograba esconderse o retirarse del lugar a tiempo.

A Roldán le imputaron "vender" entre el 2 de octubre de 2020 y el 21 de octubre del año siguiente, cuando se realizó el allanamiento en su casa de Estados Unidos al 1500, donde secuestraron un plato con clorhidrato de cocaína y se encontró a un potencial cliente con una dosis de esa droga envuelta en un billete de 10 pesos.

"Chupete" se valía de una camioneta Fiat Qubo para concretar maniobras de delivery. Además fue declarado reincidente, porque ya lo habían condenado (también a 4 años de prisión) en una causa similar originada en Punta Alta en 2014.

Gómez, por último, según los investigadores, comercializaba estupefacientes al menos desde el 26 de diciembre de 2019 hasta el 21 de octubre de 2021, tanto en el domicilio de Chaco al 700 como Bravard al 2500.

Los investigadores establecieron que en varios domicilios se advertían maniobras de tipo "pasamanos", características de este delito, y más llamativas en tiempo de pandemia, cuando la circulación estaba prohibida.

Al aceptar el juicio abreviado, los tres acusados hicieron un reconocimiento "expreso y libre" de los hechos y su responsabilidad.

A Andragnez le imputaron el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, mientras que a Roldán y Gómez, tráfico de estupefacientes en la modalidad comercio.

"No miden el riesgo"

Vanesa Troncozo, referente del Centro La Misión, una organización encargada de prevenir, asistir y capacitar sobre problemáticas sociales relacionadas con las adicciones, manifestó que la situación "existe y es real".

"Si nos focalizamos en el Noroeste, es una demanda que nos llega de las escuelas, de los equipos de orientación escolar y de las instituciones del barrio. No nos ha tocado trabajar con 'soldaditos', pero es una preocupación latente", dijo.

La referente de la ONG -que funciona desde hace más de 20 años- advirtió que, en especial desde la pandemia a la actualidad, muchos jóvenes "ven la posibilidad del menudeo de drogas como una opción fácil de ingreso económico".

"No sé si tanto por la cuestión del consumo, sino por poder tener un ingreso económico, pero no miden el riesgo. La situación existe y es real, lo ven como una salida económica y laboral rápida, sin medir riesgos", insistió.

Troncozo, por último, manifestó su inquietud por otro aspecto de la problemática: la "naturalización" social del consumo, en especial de la marihuana y la cocaína.

Dónde pedir ayuda

Ex CPA. El Centro Comunitario Bahía Blanca (ex CPA) atiende en Necochea 945. Consultas al teléfono 291-5339367.

Salud. El departamento municipal de Salud Mental, en tanto, tiene sede en Güemes 52. Teléfono 4551159. 

Apoyo. El programa psicoeducativo Raíces, perteneciente a La Misión, asiste a familiares directos de adictos, personas con depresión y ansiedad. Se reúne todos los viernes a las 19 en Lavalle 247. 

Adolescentes. La Misión también tiene un espacio de acompañamiento Raíces (ámbito creativo para compartir y pensar cómo mejorar la salud mental y emocional de jóvenes de entre 13 y 18 años). Viernes, 18.30, en O'Higgins 312. Contacto: 2914-444355.