YPF apunta al sector nuclear y ya prepara exploraciones para extraer uranio en Chubut
La petrolera estatal analiza la creación de una nueva subsidiaria para sumarse al Plan Nuclear Argentino y anticiparse a los desafíos energéticos que impondrá la próxima década.
La empresa energética de mayoría estatal YPF, dio un paso estratégico hacia la diversificación de su matriz de negocios con el anuncio de que evalúa avanzar en el desarrollo de una nueva división orientada a la energía nuclear.
La iniciativa, impulsada por el presidente de la compañía, Horacio Marín, contempla la creación de “YPF Nuclear”, una subsidiaria que tendría como objetivo explorar y eventualmente explotar yacimientos de uranio, así como incursionar en la generación de energía atómica.
Durante su participación en el foro “Energía Chubut 2050: Tierra de futuro”, realizado en junio, Marín expuso los lineamientos de esta nueva visión estratégica, que busca consolidar un “círculo virtuoso” en el sector energético nacional.
Según explicó, el desarrollo del petróleo y el gas no convencional —con epicentro en Vaca Muerta— debe servir como plataforma para impulsar otras industrias clave como la minería del litio y, en una etapa posterior, la energía nuclear.
Esta hoja de ruta apunta a construir una matriz de largo plazo capaz de sostener inversiones, generar empleo calificado y ampliar la frontera tecnológica del país.
Uno de los primeros pasos que proyecta YPF es comenzar a trabajar junto al gobierno de Chubut y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en la exploración de yacimientos de uranio ubicados en la provincia.
En ese marco, sobresale el caso de Cerro Solo, considerado el principal reservorio argentino del mineral, con recursos razonablemente asegurados equivalentes a 4.420 toneladas.
Según precisó el medio El Comodorense, de concretarse su desarrollo, podría abastecer no solo la demanda interna de las centrales nucleares existentes, sino también generar saldos exportables con destino a mercados internacionales.
“Estamos viendo la posibilidad de hacer una empresa específica. Es una idea, pero siempre hay que poner metas altas y después ver hasta dónde llegamos”, declaró Marín en una entrevista radial reciente, al confirmar que YPF está evaluando formalmente su ingreso en el sector nuclear.
El ejecutivo también puso énfasis en la necesidad de garantizar la “licencia social” de estos proyectos, es decir, asegurar su aceptación por parte de las comunidades locales mediante estándares estrictos de seguridad, transparencia y eficiencia operativa.
La estrategia de la petrolera contempla incluso la posibilidad de establecer un polo de desarrollo nuclear en Chubut, en proximidad a los yacimientos, que integre la minería del uranio con la generación eléctrica mediante nuevos reactores.
En particular, se analiza el empleo de reactores modulares de menor escala, una tecnología más flexible y menos costosa que las centrales tradicionales. Este modelo permitiría atraer inversiones tanto nacionales como extranjeras y generar un nodo exportador de tecnología e insumos estratégicos.
El interés de YPF se inscribe en el marco del Plan Nuclear Argentino, presentado en abril por el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, Demian Reidel.
Este programa busca reposicionar la energía nuclear como una fuente clave dentro de la matriz energética nacional, en un contexto donde el crecimiento del consumo eléctrico —impulsado por el desarrollo tecnológico y el auge de la inteligencia artificial— podría duplicarse en los próximos diez años.
Tres etapas
El plan oficial contempla tres etapas. La primera prevé el desarrollo del reactor modular argentino SRM y la construcción de una planta piloto con cuatro unidades en el complejo de Atucha, en la provincia de Buenos Aires.
La segunda, denominada “modelo Gillette”, propone exportar los reactores junto con el uranio argentino necesario para su funcionamiento.
La tercera apunta a atraer inversiones internacionales y consolidar una cadena de valor local que incluya diseño, ingeniería, fabricación y operación.
Chubut, pieza central
En ese contexto, Chubut volvió a posicionarse como una pieza central del rompecabezas nuclear argentino.
La provincia reclama desde hace años la devolución de las concesiones mineras que mantiene la CNEA sobre su territorio, con el argumento de que esos activos deben estar bajo control provincial o ser desarrollados mediante acuerdos productivos con empresas nacionales.
Para YPF, en tanto, una eventual participación en Cerro Solo significaría abrir una nueva unidad de negocios, con potencial para sumar exportaciones en un segmento considerado estratégico por las principales potencias globales.
“La energía nuclear tiene que formar parte del futuro energético del país. Es muy importante que estemos preparados para 2030”, señaló Marín, aludiendo al cambio de paradigma que ya está en marcha a nivel mundial y que requiere respuestas anticipadas por parte del sector público y privado.
Otros actores
El eventual desembarco de YPF en el negocio nuclear no sería en soledad.
La conducción de la empresa adelantó que convocará a especialistas y empresas privadas con experiencia en minería y tecnología atómica.
La idea definida apunta a constituir un consorcio capaz de llevar adelante proyectos complejos y con alto grado de sofisticación técnica.
También se espera que la articulación con Nucleoeléctrica Argentina contribuya a fortalecer la planificación industrial y a coordinar esfuerzos tanto en el frente productivo como en la búsqueda de mercados para las exportaciones nucleares.
Desde Nucleoeléctrica también apuntan a posicionar a Argentina como proveedor confiable de soluciones nucleares para industrias de alto consumo energético, como los centros de datos, los clústeres industriales y los polos tecnológicos.
Uno de los destinos más mencionados como potencial socio comercial es Estados Unidos, país que enfrenta una demanda creciente de energía limpia y segura, y que podría ver en la tecnología argentina una opción competitiva y escalable.
De concretarse la iniciativa, la creación de YPF Nuclear marcaría un nuevo hito en la historia de la compañía.
A más de un siglo de su fundación como emblema del desarrollo petrolero nacional, la petrolera daría así un paso decisivo para ingresar en una industria con fuerte proyección estratégica, aportando recursos, gestión y visión de largo plazo al relanzamiento del programa nuclear argentino.