Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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“Viuda negra” condenada a perpetua continuará sin beneficios

Andrea "Coca" Fernández, sentenciada en 2015 por el crimen de Néstor Bauza (73), en una vivienda de Bahía, pretendía arresto domiciliario por salud.
 

Dicen que la latrodectus mactans es una araña con veneno hasta 15 veces más potente que el de una serpiente cascabel.

Se la conoce vulgarmente como "viuda negra" porque tiene ese color predominante -con una mancha roja en el abdomen en forma de reloj de arena- y un poder dañino que ejerce cuando se siente atacada.

Por todas esas características se identifica como "viudas negras" a aquellas mujeres que seducen a hombres y, tras concertar una cita en su casa, adulteran una bebida para dormirlos y robarles.

La mayoría no supera ese límite directivo pero hay otras que se convierten en asesinas. Es el caso de Andrea Soledad "Coca" Fernández, hoy de 36 años, quien desde 2015 cumple una pena a prisión perpetua por un crimen en el barrio Rivadavia de nuestra ciudad.

Fue el 16 de abril de 2014, cuando se encontró sin vida a Néstor Bauza, de 73 años, en su vivienda de Piedra Buena 358, con un cinturón que daba dos o tres vueltas alrededor de su cuello.

Fernández tiene para muchos años más en prisión, aunque busca que la Justicia la beneficie con una morigeración, a través de un arresto domiciliario, porque sufre un trastorno de salud.

Sin embargo, por ahora no tiene éxito. En las últimas horas la Cámara Penal bahiense confirmó un fallo de primera instancia y rechazó esa posibilidad.

Quiere decir que "Coca" seguirá detenida en la Unidad Penal N° 52, con asiento en la ciudad de Azul.

Lumbociatalgia severa

La defensa oficial consideró arbitraria la medida de rechazo firmada por el doctor Claudio Brun, a cargo del Juzgado de Ejecución Penal N° 2, aunque la Cámara (votos de los doctores Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri) ratificó lo dispuesto en primera instancia.

En la apelación se remarcó que Fernández sufre lumbociatalgia severa, lo que le provoca fuertes dolores y le impide estudiar, trabajar o desarrollar otras actividades intramuros y que, por otro lado, la cárcel no resulta acorde para su atención, encontrándose en situación de riesgo.

A su vez refirió que su situación se ha visto agravada por las condiciones de hacinamiento en los pabellones femeninos.

Los camaristas descartaron los argumentos de la defensa, al afirmar que "la cuestión de salud" no habilita la concesión del beneficio, salvo en determinados supuestos.

"Más allá de las patologías alegadas por la defensa y la especial problemática que reviste la situación de las personas privadas de la libertad en establecimientos carcelarios, se advierte del trámite de la incidencia y de las constancias vinculadas digitalmente que no hay dictamen médico que informe que la interna no pueda ser tratada dentro de una unidad penal, al menos a la fecha", explicaron.

En esa línea, remarcaron que Fernández, quien viene pidiendo asistencia médica por lumbociatalgia desde octubre del año pasado, fue encontrada por la perito forense en condición estable y que "deambulaba por sus medios sin dificultad y con autonomía para las actividades diarias".

Este año se le practicaron distintos estudios a la paciente, que hoy cuenta con 36 años, y en la última revisión, en mayo, la perito de la Defensoría determinó que estaba "lúcida y deambulando de manera independiente, sin dificultad, sin elemento de apoyo externo, sin foco motor, ni neurológico".

Sí se destacó que esa dolencia crónica tiene períodos de mayor intensidad y que la interna recibe analgésicos para mitigar el dolor y debe dormir boca abajo en la cucheta, con un colchón especial provisto por el Servicio Penitenciario Bonaerense.

"Se advierte así que los reclamos han tenido respuesta, dándose tratamiento a los requerimientos presentados", dijo la Cámara, para advertir que la Suprema Corte de Justicia bonaerense fijó directivas específicas para estas cuestiones.

Por último, se mencionó una conclusión del Departamento Técnico Criminológico penitenciario que sugirió "la inconveniencia" de incluir a la mujer en prisión domiciliaria y a su vez se tuvo en cuenta que Fernández purga la sanción máxima contemplada en el Código Penal.

Fue detenida a 3 meses del hecho

Tecnología. A través de distintas cámaras de seguridad e intervenciones telefónicas llegaron a Fernández como autora del hecho. La detuvieron a mediados de julio de 2014, tres meses después del crimen de Bauza.

Allanamientos. Su captura, a cargo de personal de la DDI, se produjo en el marco de tres allanamientos. A la mujer la localizaron en un domicilio de Catamarca al 900.

Teléfonos. A la víctima le robaron dos celulares. "El número de abonado era el mismo, pero el cambió los chips", dijo en su momento el comisario Carlos Alberto Miguel, entonces subjefe de la DDI, sobre la acción de Fernández posterior al homicidio.

Dinero. El comisario Miguel también comentó que la "viuda negra" aparentemente "tenía conocimiento de que la víctima contaba con una suma importante de dinero en efectivo en su morada", pero se cree que no la encontró.

Cita. "Concretó una cita con el hombre y además le habría suministrado algún tipo de estupefaciente en una de sus bebidas. Como el hombre no se dormía, la mujer procedió a golpearlo y alzarse con los teléfonos celulares, pero no logró llevarse nada de plata", agregó el comisario que investigó el caso.

Antecedentes. También se informó que Andrea Fernández contaba con antecedentes por delitos similares, tanto en Bahía Blanca como en la ciudad de Tres Arroyos.