Las lágrimas de Hernán Montenegro y el partido que ganó Marcelo Allende
Uno desde afuera de la cancha y el otro adentro, disfrutaron una noche diferente en el Casanova.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
Twitter: @rodriguezefe
Instagram: ferodriguez_
Hernán Montenegro y Marcelo Allende se despidieron con un fuerte abrazo. Había sido una noche especial. Uno la vivió detrás de la línea y el otro se animó a estar en cancha unos minutos.
Detrás del reencuentro entre el Loco y Marcelo había mucha historia, como rivales, compañeros y amigos.
“Él nos cuidaba a nosotros”, aclaró Hernán.
Parece difícil de explicar, viendo la diferencia de altura (2m06 contra 1m81), aunque sencillo de entender conociendo el carácter del más bajito.
Los dos coincidieron en algo: la emoción con la que se fueron del Casanova, tras el “Partido de las glorias”.
—Hernán, no sos demasiado amante de volver en el tiempo, aunque se te vio disfrutar.
—En un partido de básquet, que es lo que compartí con todos los que estuve hoy (por el viernes) te reecontrás con tu historia, la personal, porque empezás a recordar: con este jugué acá, con el otro allá... La cabeza te lleva. Es muy emotivo por un lado, a la vez, siempre lo dije: este (el Casanova) es el templo del básquet, esto es nuestro. En el país y en el mundo hay canchas de básquet, nosotros tenemos un templo. Y hoy estuvo lleno de los que están, de los que se fueron...
Hernán se quiebra, su voz se entrecorta y lo obliga a hacer una pausa... Se respeta. Conmueve verlo así.
“Me emociono”, admite.
Y sigue, con la inocultable emoción: “Pasé una noche muy linda, muy de adentro”.
—¿Viene bien de vez en cuando remover eso?
—¡Guaaa! ¿¡Qué te parece!? ¡Mirá cómo estoy! Me hace muy feliz haber sido una pequeña parte de todo esto. Ya está. Más no puedo pedir.
—¿A medida que pasan los años uno necesita reencontrarse con ese pasado?
—Sí, hoy me di cuenta. Creo que nos pasó a todos: aceptamos la invitación, vinimos y, claro, cuando empezamos a encontrarnos, con cada uno teníamos historias personales de una u otra manera; hemos estado entrelazados en la vida como deportistas y amigos en muchos casos.
—O rivales...
—Sí, claro. A veces nos puteábamos, pero bueno, esto es Bahía Blanca, esto es el básquet, es lo que deseo que no se pierda nunca. Si perdemos esto estamos mal. Y hemos perdido mucho tiempo...
Movilizado por la revancha que le dio la vida y por haber disfrutado de este momento tan particular, Marcelo Allende se fue cargado de energía positiva, feliz de poder devolverle a quienes estuvieron muy cerca el resultado de la lucha en conjunto, como cuando era deportista, jugando en equipo.
“Estoy débil todavía”, dijo Marcelo, que salió a defender a Fefo Ruiz, pegado, como en las mejore épocas.
Él mismo le pidió al Colo Navallo que le permitiera jugar los primeros minutos.
“No sabía cómo iba a responderme el cuerpo. Todavía me estoy recuperando, pero no me lo quería perder y elegí jugar, un poco en agradecimiento, primero, a mi señora (Marisa De Napoli) y mi hijo (Nicolás), que estuvieron mucho tiempo a mi lado; al resto de mi familia, a los médicos Francisco Berardi y Atilio Leone, por los que hoy pude estar acá, y a toda la gente que me apoyó en los momentos más críticos”, dijo.
Marcelo dejó el Casanova con el pecho inflado, como esas noches en las que Olimpo le ganaba el clásico a Estudiantes. Aunque, a decir verdad, esta vez se dio el gusto de ganar su propio partido. Todos lo celebramos.
Antes, durante y después
* Todo lo que pasó, desde el robot que trajo a las glorias, al final "cantado" en el Casanova
* Fefo Ruiz: "¡Te juro que lo vi a Beto!", aseguró; Willie Scott: "No hay palabras", dijo
* Varios reconocimientos en el Casanova, con un broche de oro
* En el "Partido de las glorias", el triunfo fue para el básquetbol de la ciudad
* El pasado se hace presente esta noche en el Casanova; ¿Qué recordás de los que van a estar?
* Esteban Pérez y una charla cargada de anécdotas, recuerdos y nostalgia
* Willie Scott está en la ciudad: "Mi sueño es venir a dirigir a Bahía"
* ¡Qué reencuentro!: "Con Willie no nos vimos nunca más", contó Fefo Ruiz
* Jorge Faggiano: "El partido de las glorias", los Estudiantes-Olimpo y la vez que enfrenó a Jordan
* Marcelo Richotti vendrá a Bahía y se meterá en la máquina del tiempo