Lo único seguro es que la inseguridad es nuestra

Vivo desde siempre en Bahía Blanca y soy conciente de que nuestros niveles de inseguridad no tienen nada que ver con los de otros sitios calientes de la Argentina como Rosario o el Gran Buenos Aires. 

Sin embargo, yo, francamente, siento que antes se vivía más tranquilo. Me imagino varias razones para esto. Algunas tienen que ver con que la información de hechos delicitivos de otros lugares que veo o leo en las noticias nos aumentan la mala sensación (como alguna vez dijo Aníbal Fernández, quien por supuesto no es santo de mi devoción). 

Otro, que en medio de esta crisis nos sentimos más desprotegidos en todos los sentidos. Soy un hombre grande y no solo lidio con el temor de que me roben sino con que me roben lo poco que tengo, es decir, todo.

Además, casi todo el mundo conoce alguien que fue víctima de delincuentes. En cuanto a los números de delitos en la ciudad, si bajaron o subieron, no lo sé.

Lo que quiero decir es que el tema inseguridad, por las razones que sea, está instalado entre las principales preocupaciones de los bahienses. Y si esto es así, debe ser una responsabilidad de quienes conducen o aspiran a conducir la ciudad más allá de lo que digan las leyes. La competencia de los cargos tienen que ver con la responsabilidad individual asumida, no con los códigos.

Roberto Ortíz