Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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A través de la educación, Codimat apunta a ser una Empresa B

En nuestro país, de aproximadamente 860 mil empresas existentes, sólo 170 cumplen esa condición.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

“Hace tres años empezamos con un trabajo diario con el objetivo de transformar a Codimat de una empresa tradicional a una de triple impacto. Se trabajó para hacer hincapié en lo económico, social y ambiental en todas las actividades de la empresa. Y el objetivo es certificar como Empresa B”.

El contador Alberto Delmont, presidente de Codimat, señaló que el venidero martes tendrá lugar un acto para establecer un nuevo vínculo con la Empresa B en Buenos Aires y, posteriormente, con B LAB (Estados Unidos), donde se enviará la plataforma solicitada.

“Es una plataforma inmensa que contempla una serie de requisitos a cumplir. Lo primero que nos pidieron es que todo se desarrolle a través de un propósito. Y en tal sentido, el elegido por Codimat, es a través de la educación”, señaló Delmont.

“Hemos diseñado el proyecto de ser un distribuidor de materiales que impacte positivamente en el desarrollo social y personal de la comunidad. Para eso tuvimos que hacer una serie de modificaciones, empezando por el estatuto de la empresa y luego desarrollar educaciones internas”, reveló.

“Capacitación de los trabajadores y cuidado del medioambiente dentro de Codimat, separación de residuos, higiene y seguridad, beneficios para los empleados y hasta un código de ética con reglamento interno. Un manual de inducción de nuevos empleados; es decir, quien inicie sus labores es recibido por otro empleado para ser asesorado sobre el manejo de nuestra empresa. Y tuvimos que diseñar una política de anticorrupción de datos”, apuntó Delmont.

--Están educando con normas de conducta muy estrictas.

--Sin dudas. Y, dentro de lo que es educación interna, también estamos llevando a cabo pasantías y prácticas profesionales tanto desde la UNS como de la UNISAL y el Juan XXIII. Y la educación externa la llevamos adelante con cursos de oficio interactuando, con La Piedad y TGS, en barrios de Bahía Blanca, para atender a las comunidades vulnerables y que éstas puedan tener salida laboral.

“Con la UNISAL estamos diseñando una diplomatura virtual que se dictará en 2024 para capacitar, mediante once nódulos, sobre el triple impacto. Concientizar a la gente que quiera participar de lo que significa el triple impacto y de cómo una empresa puede ir de a poco modificando sus conductas y trasladando esto a la comunidad”, sintetizó.

--El programa de bibliotecas populares es algo que les funcionó muy bien.

--Llevamos 20 años. Es nuestra nave insignia en la parte social, a través del Bibliomóvil (cultura en movimiento) y de las visitas a bibliotecas de la ciudad. En lo interno, nos exigen medición de huellas de carbono, reducción de consumo de energía y eficiencia energética propia. Trabajamos también en la inclusión, accesibilidad y una determinada forma edilicia que contempla rampas, baños para discapacitados y mostradores para personal en silla de ruedas.

--¿Cómo asumen estos desafíos?

--Nos sentimos orgullosos y si bien el objetivo es la certificación B, si no lo logramos igual estaremos felices por el solo hecho de haber transformado a Codimat en este tipo de empresa en tan corto tiempo.

--¿Cuántas empresas cumplen con estos requisitos tan exigente de B LAB?

--En el mundo hay 300 millones de empresas, de las cuales sólo 8.670 son Empresas B. En nuestro país, de 860 mil empresas, sólo 170 cumplen esa condición. Y seríamos nosotros la primera comercializadora de materiales de construcción en ser empresa B en el país.

“El día de mañana nos harán un monitoreo para comprobar que hemos cumplido con todas las pautas establecidas. Para lograr una transformación en el mundo es necesario que todas las empresas hagan hincapié en los social, económico y ambiental”, sostuvo.

“Hemos dado charlas sobre separación de residuos en las escuelas, también el auditorio de Codimat para que lo apliquen los empleados y lo trasladen a sus hogares. Estamos haciendo docencia y esperemos obtener buenos resultados”, apuntó.

--Ubicándonos en el día de la construcción, ¿cómo está la venta de insumos y cómo ve el presente de la construcción?

--El año ha sido relativamente bueno en actividad, salvo el faltante del producto siderometalúrgico, que para nosotros representa el 65% de los materiales que comercializamos.

--¿Por qué faltan?

--Porque en nuestro país el mineral de hierro y el de carbón no existe y es un elemento único para elaborar aceros planos (todas las chapas en su presentación) y largos (hierros, mallas, clavos y alambres). El gobierno no da los dólares para la importación de los insumos que son fundamentales para la elaboración de estos productos. Hoy la empresa Ternium, del grupo Techint, la única productora de aceros planos en el país, está trabajando al 70 por ciento, un problema que nos ha afectado a todos.

--¿Y la actividad?

--Hasta hace un mes fue buena en fideicomisos, edificios y demás; en obras particulares no tanto y en obras públicas casi no existe. Nos falta material para que haya una mayor actividad.
“Si aumenta le dólar blue tenemos más despachos porque la gente se deshace de los dólares. Si cae el blue cae la venta. Sí hay más instalaciones industriales para logística (galpones y depósitos) en obras particulares; y las empresas constructoras trabajan un poco más lento de lo normal, aunque siguen adelante”, graficó.

--¿En qué porcentaje se sigue con la construcción tradicional?

--En un 80 ó 90 por ciento. Igual tenemos material para la construcción en seco o steel framing. No somos los referentes máximos, pero estamos comercializando porque somos una empresa super dinámica.