En la posible despedida de Julio Acosta, a Sporting sólo le faltó el gol para vencer a Liniers

Mikel Iñurrategui

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La desapacible y algo ciclotímica tarde bahiense le dio el marco a un partido lleno de condimentos y con un contexto especial, en el que Liniers y Sporting transitaban por veredas distintas pero cargadas de sentimientos y emociones en la última fecha del Torneo Clausura de la Liga del Sur.

En el local, que ya no jugaba por ningún objetivo, se percibía un aire raro porque el rumor de la semana indicaba que era el último partido de su goleador histórico Julio Acosta.

Y en la visita porque salía a la cancha con la chance de descender por primera vez en su historia, con un clima tenso que llegaba desde Punta Alta y se sentía en el Alejandro Pérez.

En ese contexto y con una oreja puesta en lo que pasaba con Tiro (finalmente descendió) y Olimpo (se salvó de todo), el Chivo y el rojinegro igualaron 1 a 1 y todo quedó en pausa.

Es que los puntaltenses deberán definir su futuro en la Promoción ante el segundo del ascenso y Julito se despidió -emocionado y rodeado de afectos- pero a medias.

"Quizás fue mi último partido, la verdad que mi idea era retirarme de otra manera: con un marco deportivo más auspicioso. El descenso no era la forma (en el Federal A), en la Liga estaba complicado... si está la posibilidad de que saquen el descenso, mi idea es seguir un tiempito más pero bueno…. parece que no. Si este fue mi último partido, se festejó así, lo viví así, se cumplió una etapa de mi vida y ahora empezará otra tan linda como la que pasó", le contó Julio a La Nueva.

Mañana habrá más publicado de la nota con Julio, pero volviendo a lo que pasó en el partido, los de Punta Alta tuvieron todo para liquidar el juego y transitar los últimos minutos con la tranquilidad de saberse salvados pero no estuvieron finos en la definición o chocaron con la gran tarde del pibe Juan Cruz Manganaro (de gran debut).

Fue el equipo de Nicolás Ballesteros el que llevó el peso del partido y el que generó más y mejores chances a lo largo de la tarde, en la que fue creciendo lentamente pese a cargar con una pesada mochila en su espalda.

¡Hasta estrelló un tiro en el travesaño a los 93 minutos! Pero vamos por partes...

En los primeros 15, le alcanzó con poca tenencia para anotarse las primeras llegadas, siendo la más clara una palomita de Balbuena tras un córner que increíblemente no fue gol.

El dueño de casa, dirigido hoy por Pablo Landeiro en lugar de Alejandro Sepúlveda, frenó el envión con un tiro libre de Sarraute que dio en el travesaño de Herrera.

Luego de un tramo de discreta paridad, a los 29 minutos Villamil vio mano de Acosta en la barrera y cobró penal para Sporting, que tenía la inmejorable posibilidad de encaminar rápido la tarde y hacer su parte para empezar a olvidar ese descenso al que exageradamente tanto se le teme.

No obstante, el buen remate de Castellano (fuerte, cruzado y abajo) se encontró con una mejor reacción de Manganaro, quien voló a su derecha y sacó la pelota a un costado.

Ese golpe no desmoralizó del todo a la visita, que igual siguió buscando haciéndose cargo de la responsabilidad y llegó a la ventaja, con el propio Castellano cabeceando de gran manera un centro desde la izquierda de Cuitiño. Merecido 1-0, mientras Tiro perdía 1-0 ante Villa Mitre y Olimpo ya le ganaba 2-0 a La Armonía.

A decir verdad, Sporting en ningún momento de la tarde estuvo en descenso directo. Sólo por un tramo igualó con los turcos, lo que hubiera derivado en un desempate.

Ya en el complemento todo hacía presumir que el rojinegro podría utilizar la ventaja a su favor, para administrarla y llegar con algo de paz al cierre de la tarde.

Pero una mano absurda e insólita de Balbuena terminó en penal para Liniers y puso nuevamente a Julio Acosta cara a cara con el gol, como miles de veces en su vida.

El máximo artillero de la historia del Chivo marcó su tanto ¡281! con la camiseta de su amado club, definiendo con calma y cruzado para poner el 1-1 a los 3 minutos de la segunda mitad.

Ya con Ignacio Burgos en cancha (se sumó en los últimos días para jugar el Regional Amateur), Sporting armó un 4-4-2 más clásico con Ehulech patrullando el medio, y siguió generando chances buscando sobre todo la espalda de Ullman con envíos cruzados.

Algunas de ellas como la que sacó increíblemente en la línea Falcioni, tras un rebote que capitalizó Pacheco luego de un remate de Castellano en un córner pasado. O el bochón que Manganaro le sacó a Nungeser, tras un cabezazo de un tiro libre.

O como el mano a mano que Burgos desperdició a los 35 minutos, definiendo débil ante la salida de Manganaro, luego de un gran pase de Castellano con la fórmula antes nombrada.

Ni hablar del tremendo remate de Palavecino desde el vértice del área que se estrelló en el travesaño, a los 48 minutos, cuando el arquero visitante ya había quedado totalmente vencido.

Es que casi como una paradoja, mientras Liniers despedía a su máximo goleador histórico, Sporting sufrió por no poder liquidarlo con un gol más que le pudo haber asegurado definitivamente la categoría. Cosas del fútbol...

La síntesis

LINIERS

Manganaro 8

Ullman 5
Taverna 5
Falcioni 6
Wunderlich 5

Benavidez 5
Lefiñir 5
Sarraute 5
Parra 5

Roa 5
Acosta (c) 6

DT. Pablo Landeiro.

Sporting

Herrera 5

Mercuri 5
Balbuena 4
Samana 6
Pacheco 5

Ehulech 6
Gonzalía 5

Cortez 5
Castellano (c) 6
Cuitiño 5

Nungeser 5

DT. Nicolás Ballesteros.

PT. Gol de Castellano (S), a los 41. A los 29. Manganaro  (L) le contuvo un penal a Castellano (S).
ST. Gol de J. Acosta (L), de penal, a los 3m.

Amonestados. Lefiñir (8m.) y Falcioni (59m.), en Liniers; Gonzalía (16m.), Cuitiño (60m.) y Malmoria (79m.), en Sporting

Cambios. 45m. Tourn por Benavidez, 67m. Córdoba y Moral por Parra y Roa, 68m. Calamante por Taverna y 85m. Biondo por Wunderlich, en Liniers; 45m. Burgos por Gonzalía, 69m. Palavecino por Cortez, 76m. Malmoria por Cuitiño y 89m. Angulo y Acosta por Nungeser, en Sporting

Árbitro. Leandro Villamil (4).

Cancha. Liniers (muy buena).