La importancia de los aviones que Argentina le compró a Noruega

Adrián Luciani

aedgarluciani@gmail.com

Luego de años en franco retroceso, una muy buena noticia acaba de recibir esta semana la diezmada Aviación Naval.

Se trata de la compra de cuatro aviones de P3 Orion destinados a recuperar la capacidad de exploración de largo alcance en la Zona Económica Exclusiva Argentina.

Estas unidades permitirán un más eficiente control de la pesca ilegal por parte de flotas extranjeras en el Mar Argentino, con el acento puesto también en las habituales tareas de control, búsqueda y rescate en el Atlántico Sur.

La inversión será asumida con recursos del denominado Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF).

El costo de la compra de  todo el sistema P-3 noruego es de U$S 67 millones, a ser saldado en un período de tres años (30% en 2023,  40% en 2024 y 30% en 2025).

Las unidades adquiridas fueron desafectadas del servicio por parte de la Real Fuerza Aérea de Noruega, tras ser reemplazadas por P-8 Poseidón.

En ese marco, los cuatro aviones Orion que llegarán al país  son uno de la versión P3-N (SAR y Sostén Logístico Móvil) y los tres restantes en versión P3-C de exploración.

Estos aparatos son vitales para la Fuerza ya que permiten la permanencia casi continua en las áreas de interés gracias a su enorme autonomía y sistemas de radares, además de otros elementos técnicos que se les prevé incorporar.

Infografia gentileza El Debate.

“Cuentan con una capacidad de observación particular y, además, tienen una gran autonomía lo que les permite volar durante muchas horas, siendo muy útiles para la vigilancia y el control de nuestro mar”, afirmó el ministro de Defensa Jorge Taiana, tras la firma de convenio con representantes del gobierno noruego.

Según se anunció, todas las unidades se encuentran en muy buen estado, con un potencial de vuelo en promedio de 17.000 horas, lo cual representa un tiempo de empleo de al menos 15 años.

Prestaciones

Por otro lado, su extenso radio de acción de 1.500 millas náuticas (2780 km), sumado a su autonomía de 12 horas de vuelo, permiten cubrir sin inconvenientes el litoral marítimo argentino, plataforma continental y Antártida Argentina, permitiendo la permanencia en una zona o área determinada por períodos prolongados.

Además, su capacidad de operar en todo tipo de clima permite la operación desde cualquier base y aeropuerto del litoral marítimo, lo que facilita su presencia en una área determinada en un período de tiempo relativamente corto, fundamental para una búsqueda SAR (Search & Rescue - Búsqueda y Rescate).

Los aviones adquiridos cuentan con diferentes sensores de búsqueda, como radares y sistemas de cámaras, asociados a los correspondientes sistemas de comunicaciones permitiendo la recolección, procesamiento y transmisión de datos en tiempo real.

La operación con Noruega también incluye todo el sistema de mantenimiento, los accesorios y repuestos, bancos de prueba y componentes que se trasladarán desde el país europeo hacia la Base Aeronaval Almirante ZAR, ubicada en Trelew.

De acuerdo con información oficial, actualmente, los aviones se encuentran en Estados Unidos, por lo que el gobierno de ese país ya otorgó el aval para realizar la transferencia a terceras partes.

En esa línea, pilotos de la Aviación Naval se encuentran realizando el adiestramiento en simulador de vuelo en EE.UU. para encontrarse en condiciones de proceder a la aceptación y traslado de la primera aeronave hacia nuestro país, a fin de año.

Una fuerza diezmada

Mientras que la División de Patrullado Marítimo pudo revertir su crítica situación gracias a la incorporación de los cuatro modernos patrulleros oceánicos adquiridos a Francia, el panorama de la aviación de patrullaje de largo alcance, por no mencionar a la fuerzas de ataque y lucha antisubmarina, es angustiante.

Hasta ahora esa función se venía realizando, con muchísima más voluntad que equipamiento, por los pilotos a cargo de un par de Beechcraft B-200 King Air y, desde hace un par de meses atrás, de un Beechcraft TC-12B Huron adquirido a los Estados Unidos.

Por eso la adquisición de los P3 Orion, de muchísimas más prestaciones, viene a cubrir un enorme déficit y revierte la preocupación existente luego que el año pasado Argentina perdiera una oportunidad histórica de incorporar tres aviones Lockheed P 3C, que estaban volando y en excelentes condiciones operativas, que iban a ser vendidos por la Armada estadounidense.

Incluso, tal como señaló recientemente el jefe de la Armada, almirante Julio Guardia, en marzo se prevé que nuevamente se ponga en servicio un veteranísimo P-3B Orion (6-P-56), que desde hace rato se encuentra en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) por trabajos de modernización.