Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Cuando la boca es protagonista

Si de la boca se trata durante siglos prevaleció la creencia que sostenía que quien proporcionaba placer se dedicaba a eso, solo a dar placer y la otra parte a recibirlo. Esto no es así, durante el sexo oral el objetivo es que ambas partes disfruten y para eso hay una serie de pasos a seguir.

   Toda práctica a estas alturas ya no tiene secretos, está casi todo inventado, pero sí siempre existen las recomendaciones y sugerencias.  A veces lo que a alguien les gusta a otros, no y lo que algunos les resulta muy placentero para otros es impensado.

   Si de la boca se trata durante siglos prevaleció la creencia que sostenía que quien proporcionaba placer se dedicaba a eso, solo a dar placer y la otra parte a recibirlo. Esto no es así, durante el sexo oral el objetivo es que ambas partes disfruten y para eso hay una serie de pasos a seguir.

   Lo primero y hasta innegociable es la higiene. Antes de empezar es recomendable tomar una ducha, hasta puede ser de a dos. También mantener la boca limpia y fresca, a veces el rapidito, sin verificar que las partes huelan rico, puede tornarse en algo desagradable.

   Continuando con la higiene y ya entrando en un plano hasta estético muchos profesionales recomendamos la depilación tanto para hombres como mujeres, si no te animás a tanto al menos sugerimos emprolijar o recortar inclusive la zona del escroto, te aseguro que nadie disfruta tragando un pelo, atragantándose y esto aplica para el cunnilingus o la felación.

   Un detalle, la depilación funciona como una especie de ilusión óptica, un pene libre de pelos pareciera más grande.

   Luego ambos deben buscar una posición que resulte cómoda. Si es de rodillas utilizar almohadones, ubicarse de forma tal que no se contracture el cuello, recogerse el pelo, de lo contrario, si prevalece la incomodidad el objetivo es que acabe y se acabe cuanto antes.

   ¿y las manos? Con las manos obviamente se pueden hacer maravillas. Además del placer bucal, con las manos se pueden estimular glúteos, testículos, senos, muslos, es decir, estimular otras zonas erógenas.

   Es fundamental la comunicación. Si bien al dar o recibir sexo oral la autoexcitación es clave, si además lo expresamos con palabras o palabrotas, los gemidos se ponen de manifiesto, hay miradas, sonrisas, todo se potencia.

   Pedir, decir “qué bien lo estás haciendo”, hacer ruido con la lengua, en definitiva, demostrar que se está disfrutando, siempre es estimulante. 

   ¡Por favor! No es recomendable morder, tampoco mover la cabeza con fuerza, una cosa es marcar el ritmo deseado y otra ejercer movimientos bruscos. Es preferible preguntar, cada vez es menor la cantidad de personas que asumen un rol de sumisión. Todo debe ser consensuado.

   Para terminar, y valga la redundancia, cuando estás por acabar siempre es recomendable avisar, no todas quieren tragar o que le enchastren la cara por más beneficios que el semen pueda tener para la piel. Lo mismo en el caso de la mujer, siempre hay que avisar. A veces no se perciben las contracciones y siguen accionando con la lengua. Avisar posibilita improvisar un final sorprendente.

   Para el sexo oral también hay códigos. Si lo pasaste genial no te retires en seguida o subas tus pantalones, tal vez la otra parte quiere su orgasmo y es momento de continuar o reiniciar un nuevo juego.

   Hasta el próximo encuentro. Lic. Magda.