Mucha producción a nivel local, pero poco aprovechamiento industrial

Redacción de La Nueva.

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   El Polo Petroquímico local produce cloro, soda cáustica, PVC, urea, amoníaco, gas licuado, etano, gasolina natural, polietileno de alta densidad, etileno y polietileno de baja densidad.

   Todos estos productos, en diferentes formas y contenidos, están presentes diariamente en nuestras vidas.

   --El polietileno de baja densidad se emplea para la fabricación de films para envases y embalajes, desde film retráctil, film industrial, laminación, envasado de alimentos y sacos. También se utiliza en la fabricación de cubiertas para cables de telecomunicación y energía. Y tiene un gran uso en la industria de medicamentos.

   --El polietileno de alta densidad se emplea en la fabricación de tuberías de presión así como para tuberías de saneamiento, drenaje y protección de cables. Con todas estas posibilidades, en nuestra ciudad solo se producen bolsas de polietileno. 

   --El PVC es un material muy valorado por los profesionales del sector de la construcción por su capacidad aislante. Ello lo que lo hace perfecto para su utilización en perfiles, placas aislantes, fundas para cable eléctrico, suelos para interior y exterior. De todos modos, no hay industrias locales que procesen PVC. 

   --La soda cáustica se utiliza en la producción del papel, de la maceración de textiles, en el desarrollo de jabones y detergentes o en la creación de productos y sustancias para el destapado de tuberías. La última jabonería que produjo en Bahía Blanca, cerró hace más de 40 años. Recién comenzaba el Polo Petroquímico. 

   --El cloro es un producto presente en la vida cotidiana de las personas, siendo ampliamente utilizado en la fabricación de PVC, en el tratamiento de agua potable y piscinas, en el tratamiento de aguas residuales, en la fabricación de solventes clorados y agroquímicos y como intermediario en la producción de poliuretanos y productos de limpieza. Una única empresa de productos de limpieza tiene actividad en el Parque Industrial de Bahía Blanca.

   --El amoníaco se utiliza en el tratamiento de residuos y de aguas residuales, el almacenamiento en frío, caucho, en las industrias de celulosa y papel y de alimentos y bebidas como un estabilizador, neutralizador y una fuente de nitrógeno. También se lo utiliza en la elaboración de fármacos. Es un elemento fundamental en la fabricación de muchos productos como plásticos, explosivos, telas, pesticidas y tinturas. No hay procesadores de amoníaco en Bahía Blanca.

   La pregunta es: qué factores influyen para que no haya interés industrial en producir algunos de estos productos en nuestra ciudad, teniendo en cuenta que todos somos consumidores de muchos de ellos. 

   El principal quizás sea el mercado, por la baja densidad de población de la región, pero si se toman en cuenta los avances en logística y comunicaciones, podríamos estar hablando de un mercado supra bahiense.

   Otro podría ser el capital, pero nuestra ciudad cuenta con empresas locales de rangos importantes de capital y Bahía exporta dinero a otras ciudades.

   Infraestructura es lo que nos abunda, con un Parque Industrial de alta actividad; tres universidades que proporcionan la capacidad profesional necesaria; puerto, aeropuerto y ferrocarriles que nos vinculan con todo el país y carreteras idem, energía y agua. El recurso que se necesita, está.

   Bahía Blanca tiene entidades representativas de perfil alto como la Unión Industrial, Corporación de Comercio, Bolsa de Comercio, Cámara de Comercio, Bolsa de Cereales, y, además cuenta con abundantes legisladores nacionales y provinciales. 

   Quizás sea el momento de que se encuentren y piensen en un futuro industrial de mayor vuelo para la región, con proyectos a largo plazo, a la vez que con sus relacionamientos, generen rondas de negocios o de capacitación para despertar un mercado y una necesidad de productos de origen petroquímico.