En imágenes: público afuera y disfrute adentro, ganó el básquetbol en cancha de Sportivo
Lo que dejó el ascenso a Primera del tricolor de calle Alvarado.
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Mucha expectativa había generado la larga y atractiva serie entre Sportivo Bahiense y San Lorenzo, que terminó con el ascenso del tricolor a Primera división del básquetbol local.
Los más retrasados en llegar al Eladio Santos sufrieron cuando les comunicaron que no se podía ingresar y cerraron las puertas. Definitivamente, no había más lugar.
La Asociación Bahiense había sugerido trasladar las finales a otro estadio con mayor capacidad, aunque reglamentariamente los clubes tenían el derecho a decidir y así lo hicieron, manteniendo sus localías, priorizando lo deportivo y el folklore con su gente. Es comprensible.
Ahora bien, por el espectáculo y la actividad, la ABB debería determinar para próximas temporadas, tener la facultad de definir dónde se juega. Beneficiaría a todos.
La dirigencia de Sportivo, llevó al máximo la capacidad de su estadio, colocando dos tribunas detrás del aro de entrada.
De todos modos, el comportamiento del público en general fue ejemplar. Sportivo pudo festejar y San Lorenzo aceptó la derrota.
En una buena decisión de la ABB, como sucede hace algunos años, la Copa fue entregada al término del partido por Guillermo Barco, hoy vicepresidente de la entidad madre del básquetbol local, y curiosamente un apellido histórico de San Lorenzo.
Dos de los que tuvieron bastante trabajo cerca del cesto, terminaron bañados con espuma: Gustavo Banchero y, la figura del campeón, Cristian Miguel.
Momentos de emoción y descarga se vivieron, como Miguel García -quien terminó rindiendo muy bien- de rodillas abrazando a un amigo.
Y también estuvieron quienes, pasando más tiempo afuera que en cancha, igual se dieron el lujo de ser parte del equipo campeón.
Casi con el inicio de los festejos, salieron las gorras y las remeras alusivas al campeón 2022. Todo un riesgo tenerlas preparadas, aunque deja en claro la confianza que había en la intimidad dirigencial.
Y el cara a cara de Manuel Ayala y Miguel García refleja la pasión con la que jugó Sportivo.
La Copa está en buenas manos... ¡Qué la disfruten!
Lo que pasó
* Tuero-Asnaghi: el abrazo de dos amigos que cumplieron el sueño de salir campeones en su casa
* Los grandes también lloran: “Esto es un volver a nacer”, dijo César "Tito" Loustau
* Loffredo cambió el objetivo de los dirigentes