Rompió el silencio y permitió condenar a la persona que la abusó sexualmente

Redacción de La Nueva.

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   En medio de una discusión con su madre, una adolescente de 14 años comenzó a gritar y reveló que había sido abusada sexualmente.

   La mujer no supo qué hacer, solo atinó a contenerla y protegerla. Allí comprendió los motivos de los cambios de conducta y situaciones que desde hacía un tiempo atravesaba la chica.

   La indignación fue aún mayor cuando descubrió que el responsable de los hechos era su cuñado, de quien le había dicho a su hija que se cuidara, ya que tenía algunas actitudes que no le gustaban.

   Temor, vergüenza y la amenaza del acusado con matar a su abuela provocaron que durante tres la joven guardara silencio.

   Tras la develación de los abusos y la denuncia penal, la Justicia investigó y a fines de 2021 se produjo la detención del acusado.

   En las últimas horas, y en el marco de un juicio abreviado, el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Hugo Adrián De Rosa, condenó la sujeto —no se lo identifica para preservar a la víctima— a la pena de 8 años y medio de prisión.

   En este tipo de debates las partes (fiscalía y defensa) acuerdan la calificación legal y el monto de la sanción, por lo que el magistrado no puede imponer una sentencia superior a la convenida.

Al menos 4 veces

   Para el juez quedó probado que, en 2015, el procesado sometió en al menos cuatro ocasiones a la víctima, quien por entonces tenía entre 11 y 12 años.

   Los hechos ocurrieron en la casa de la menor, cuando el sujeto concurría aprovechando la ausencia de la madre.

   La chica declaró y describió todo en cámara Gesell.

   Dijo que el acusado solía darle plata y que en una oportunidad le refirió que “tenía que pagarle con algo todo lo que le dio” .

   También indicó que su madre le había advertido que no se acercara a su tío, y que era amenazada por este hombre.

   De la misma forma dio cuenta de las consecuencias que padeció.

Otras declaraciones

   La madre de la víctima dijo que advirtió que algo pasaba con su hija porque, de repente, comenzó a mostrarse rebelde y con mucha angustia. 

   Describió que tuvieron discusiones y en una de ellas la chica le confesó lo que había sucedido. La mujer comentó también las consecuencias físicas y psicológicas sufridas por la víctima a partir de los hechos investigados.

   En tanto, la abuela de la joven manifestó la forma en que tomó conocimiento de los abusos y agregó que no le gustaban algunas actitudes del procesado, al que calificó como “manoseador”.

   Una chica que cuidaba a la víctima y a su hermano mientras la madre trabajaba, detalló algunas situaciones sospechosas que presenció, además de señalar que el sujeto concurría a la casa cuando ella se retiraba a llevar al pequeño a la escuela.

   Por otra parte, los psicólogos que evaluaron a la víctima no encontraron indicios de fabulación en el contenido de su relato.

  “Considero que el relato de la menor resulta verosímil y, junto al resto de la prueba, me llevan a concluir sin espacio a duda alguna que el acusado resulta ser el autor de los hechos”, finalizó.