Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Al regreso, acuerdo con el FMI y un no a reformar la Corte

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   El presidente Alberto Fernández regresara mañana a la Argentina tras su sonora gira por Rusia, China y Barbados. Según sus confidentes que lo esperan con las correspondientes carpetas para cuando se reintegre a su despacho de la Casa Rosada, dos son los temas centrales que ocuparán la cabeza del mandatario: prioridad uno, machacar sobre el preacuerdo con el Fondo Monetario Internacional para que sea aprobado por el Congreso.

   Y luego, un tema que tiene su trasfondo y puede suponer tal vez el primer y verdadero gesto de autoridad  --o autonomía—presidencial hacia el interior de la coalición (¿y de la propia Cristina Fernández?) en el marco de los fortísimos ataques del cristinismo duro contra la estabilidad de los miembros de la Corte Suprema de Justicia.

   En este punto se puede afirmar que el presidente Fernández desoirá los reclamos de aquellos sectores que piden echar ahora mismo a los miembros del máximo tribunal y enviar al Congreso  un proyecto para reformar la actual composición de cinco ministros. Fernández no tiene previsto enviar a sesiones extraordinarias del Congreso que se iniciaron el martes primero y deben finalizar el28 de este mes, un proyecto para reformar la Corte.

   De hecho, ese tema no figuró en el listado oficial de 18 proyectos con el que el Poder Ejecutivo realizó el llamado a sesiones extraordinarias el 25 de enero pasado. Pero algunos sectores del Frente de Todos afines a aquella marcha del cristinismo frente a Tribunales plantearon hacia la interna que tal vez el presidente podría cambiar de parecer y escuchar sus reclamos, toda vez que personalmente había apoyado en su momento la marcha como una “legítima expresión ciudadana”.

   “Alberto no va a impulsar una ley para reformar la Corte, no está y nunca estuvo en el temario ni  su cabeza, no importa las presiones que recibe de algunos componentes del Frente de Todos”, dijo un funcionario de la Secretaría General en obvia referencia al Instituto Patria, el cristinismo duro y un sector de La Cámpora.

   En cuanto a los esfuerzos que debe hacer el gobierno para lograr que el Congreso apruebe el acuerdo con el Fondo Monetario para refinanciar la deuda de 44.500 millones de dólares contraída por Mauricio Macri, el presidente está persuadido de que no le va a faltar número para obtener esa ley, aún pese a las amenazas de un sector que se referencia en Máximo Kirchner de no acompañar la iniciativa oficial  tras aquel portazo del hijo de la vicepresidente.

   El presidente, dicen en sus cercanías,  pese a que durante una rueda de prensa por zoom que ofreció ayer desde Barbados, implícitamente reconoció que tal vez no todo el oficialismo vote a favor del proyecto, y pareció abrigar alguna duda, cree que finalmente tendrá el número para sancionar la ley.

   Confidentes de la Casa Rosada dicen que desde su estadía en China, el presidente le pidió “un poroteo” a Juan Pablo Biondi, su ex vocero que pese a que debió renunciar nunca se fue del lado del presidente y se mantiene en su rol de operador todo terreno desde una oficina en Puerto Madero, y que el resultado fue promisorio.

   En el gobierno siguen del mismo modo ese tanteo a diario que hace el nuevo jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Germán Martínez, quien también habló a distancia con el presidente durante la gira y le aseguró que muy probablemente y más allá de “la hojarasca” de superficie, el bloque oficialista que ahora preside en reemplazo de Máximo Kirchner termine votando a favor del acuerdo con el Fondo.

   Cree que finalmente habrá disciplina partidaria, para lo cual en sus diálogos suele sostener que Máximo no está de acuerdo con el texto del acuerdo y así lo hizo saber, lo que no equivale a sostener que va a boicotear la iniciativa que persigue Fernández como la única manera de avanzar y evitar el fantasma del default.