No hay droga inocente

Miguel Angel Asad

[email protected]

   Lugar donde se mire, se abre un agujero del que manan aguas turbias. ¿Son 24 los muertos por droga “adulterada” de Puerta 8, donde quedaron sin vender 23.000 dosis, y sin embargo no hay nadie que renuncie? Calificativo para despistar: toda droga es un veneno. ¿Muertos? Cada año la droga en la Argentina mata a 16.913 consumidores. 

   El dato -como el aceite de ricino- es mejor ingerirlo de golpe. ¿Más ricino? Si no se combate el lavado del dinero de la  droga, “es al ñudo que lo fajen”. ¿Otro? Para el jefe narco, vale más la “ruta liberada”, que la materia prima. Esto nos lleva a tener que despejar dos incógnitas. Detectar cómo triangulan el dinero sucio para blanquearlo vía bancaria los narcos y con quién arreglan  para evitar interferencias molestas en su camino a destino. Para ello,hay que volver el Sedronar a rango ministerial. Contar con una Agencia de Informaciones que  prescinda de la práctica mafiosa de espiar sindicalistas, políticos adversarios y propios, o parientes molestos en la repartija hereditaria. 

   La parafernalia con la cual nos atiborró la “prensa patrullera”, las demoras en detectar la sustancia venenosa, los dobles discursos, las expresiones carroñeras de funcionarios o exfuncionarios declarando como “expertos”, las peleas de alcoba entre ministros, las operaciones de distracción, la escénica sorpresa descubriendo el “foco” de la “mancha venenosa”, que el “Mameluco”,  que el “Paisa”, que la demora del “laboratorio”, que los “allanamientos verduleros” para llenar la cabeza de la gilada con “perejiles” sin que ruede la cabeza de ningún jefe policial, sin ninguna precisión sobre el origen del veneno, ningún banco comprometido como eslabón donde “se lavará mas blanco”, sin ningún político con o sin ambulancias para el traslado de la “merca”. Nada. 

   Ninguna iniciativa legislativa que modifique la ley de salud mental 26.657, que no les permite a los desesperados padres la internación de sus hijos que caen como moscas sin que el adicto consienta la internación. Según la Asociación Antidrogas de la República Argentina, solo en el AMBA hay unas 2.500 bocas de expendio impune de unas 250.000 dosis de diferentes tipos de sustancias ilegales por semana. Los narcos se mueven con Market Place y Telegram, para afinar los costos y coordinar la entrega. Los “códigos” con que se mueven los dealers y consumidores son “mermelada” (marihuana) y “café” (cocaína). 

   El presidente de AARA, Claudio Izaguirre, afirma: “Cada boca de expendio paga 40.000 pesos por semana para la cadena de policías y de la justicia”. Y si la mandan por colectivo al “creepy” o “cripa”-con grandes concentraciones de THC, sustancia psicoactiva de la “marihuana de alto octanaje”, según la Pontificia Universidad Católica Javeriana de Bogotá-, vienen envueltas en láminas impregnadas con salsa de tomate, mayonesa y café para que los perros no las huelan.

   Vinieron por nuestros niños legalizando el asesinato -aborto- de más de 800.000 por año. Los feminicidios se llevan una mujer cada 30 horas. La droga envenena a nuestros jóvenes. Se están apoderando de nuestro territorio, nadie restaura la ley. Los locos han tomado por asalto la administración del manicomio. Y al decir de Nietzsche: “Esto cada vez se parece mas a la obra de un maniático esparciendo polvo, que a la de un Dios magnánimo y misericordioso”.