Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Cirugía de Ross: una exitosa técnica quirúrgica que repara corazones

Es una intervención para tratar la enfermedad de la válvula aórtica en adultos, que luego fue adaptada a los pacientes pediátricos. Se realiza con en nuestro país.

Una de las ventajas del tratamiento a través de la cirugía de Ross es que los pacientes no requieren anticoagulación de por vida.

   De los distintos órganos y tejidos que gracias a la donación tienen una “nueva vida” en el cuerpo de otras personas, la válvula aórtica no se cuenta dentro de las que más prensa tienen. Sin embargo, esta válvula cumple un rol clave para el buen funcionamiento del sistema circulatorio, ya que se encuentra entre la cavidad de bombeo principal del corazón (el ventrículo izquierdo) y la arteria principal del cuerpo (la aorta).

   Si bien en muchos casos su mal funcionamiento puede llegar con el paso de los años, también se presenta al nacer como una falla congénita. De ahí que su temprana corrección sea fundamental para permitir que los chicos tengan una calidad de vida y una expectativa de vida normales. 

   Hoy eso es posible gracias a una cirugía llamada en honor a su creador, el cirujano inglés Donald Ross, el mismo que condujo el equipo que realizó el primer trasplante de corazón en 1968 y que desarrolló en 1967 una intervención para tratar la enfermedad de la válvula aórtica en adultos, que luego fue adaptada a los pacientes pediátricos. 

   “La operación consiste en sacar la válvula pulmonar del corazón del paciente y usarla en el lugar de la aórtica, reemplazando la pulmonar con una válvula de un donante”, explicó Pablo García Delucis, jefe de servicio de Cirugía Cardiovascular, Trasplante Cardíaco y Vascular Periférico del Hospital Garrahan. Esa institución es hoy un referente en esta intervención, ya que la realizan desde 1995 y a la fecha cuentan con más de 140 niños, niñas y adolescentes operados. 

   La intervención tiene una sobrevida mayor del 95% dentro de los primeros 5 años y del 90% en los 30 años posteriores, según estadísticas del Garrahan. El buen funcionamiento de la válvula tras la intervención permite mantener una correcta presión y circulación de la sangre, al mismo tiempo que permite que el flujo de sangre de los pulmones llene el ventrículo izquierdo con sangre oxigenada para que circule hacia el resto del cuerpo. Todo esto posibilita que los chicos y adolescentes puedan tener un desarrollo que no esté condicionado por la enfermedad de la válvula aórtica.

   “Han aparecido otras alternativas con los avances de la tecnología y, debido a su complejidad, ha disminuido su aplicación en adultos, pero no en la población pediátrica porque tiene un rol importante en niños, niñas y adolescentes para que puedan crecer sin complicaciones y tener una vida normal”, especificó el doctor Delucis. 

  “Hemos hecho publicaciones sobre el trabajo que venimos desarrollando y la verdad que es una experiencia pediátrica de las más importantes de la Argentina y de Latinoamérica. No hay muchos hospitales que tengan la experiencia en Ross que tiene el Garrahan. Es una operación compleja”, agregó.

   En el corazón de las personas que padecen la enfermedad de la válvula aórtica, esa válvula no se cierra de forma correcta, lo que hace que la sangre fluya hacia atrás hasta el ventrículo izquierdo. Con el tiempo, puede dar lugar a trastornos como la insuficiencia cardíaca, el accidente cerebrovascular, coágulos sanguíneos y anomalías en el ritmo cardíaco. 

   Esta cirugía es posible gracias a la utilización de bombas de circulación extracorpóreas, que permiten intervenir un corazón para repararlo y al mismo tiempo sostener la función vital de circulación y bombeo de sangre oxigenada a todo el cuerpo.

Profesionales capacitados en nuestro país

   1. En la cirugía de Ross, los pacientes son conectados a estas bombas por un equipo de cirujanos y un perfusionista, que es quien opera la bomba.

   2. Los especialistas comienzan a hacer circular la sangre por fuera del circuito que forman el corazón y los pulmones para permitir el reemplazo de la válvula.

   3. “Hemos capacitado con esta intervención a profesionales de nuestro hospital, de otros centros de salud del país e inclusive de hospitales del exterior”.

   4. “Es una operación muy importante que se hace en la Argentina, en la población pediátrica y con excelentes resultados”, concluyó el doctor Pablo Delucis.