En el Coloso, River goleó a Newell's y quedó como único escolta

Redacción de La Nueva.

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    River, con un segundo tiempo de gran efectividad, goleó por 4 a 1 a Newell's Old Boys, en el cotejo que tuvo lugar en el Coloso Marcelo Bielsa del Parque Independencia de Rosario.

    El "Millo" arrancó enchufado en la noche rosarina y pegó casi desde el vestuario.

   Braian Romero bajó a pivotear, lo talaron abajo y la ley de ventaja que dio el árbitro Echavarría permitió que Enzo Pérez jugará rápido para Julián Álvarez. "La Araña", con una categoría notable, controló en velocidad y giró para quedar de cara al arco, abrió para De La Cruz y el uruguayo sacudió con derecha.

   Pero con el correr de los minutos, lo que se imaginaba que podía ser el segundo del Millonario, por el envión anímico de ponerse en ventaja temprano, terminó de forma totalmente opuesta.

   El equipo se quedó y Newell's de a poco empezó a manejar la pelota y avisar, con un remate de Comba cruzado y otro de Bittolo que contuvo Armani.

   River empezó a sentirse cada vez más incómodo en cancha y le costó mucho generar juego, apostando exclusivamente a algún arrebato individual de Álvarez.

   Y a los 35 minutos se hizo presente la ley del ex. River se durmió en defensa y un lateral a favor terminó en el gol de Nacho Scocco, a quien le dejaron unos centímetros para girar y sacar un derechazo bajo inatajable para Armani.

   El primer tiempo de River fue caótico, con muchos movimientos pasados de revoluciones, poca serenidad en tres cuartos de cancha rival y algunos desacoples en el fondo que lo hicieron sufrir.

   En el complemento, Newell's fue más agresivo y estuvo cerca de anotar en un par de ocasiones, como un remate defectuoso de Ignacio Scocco.

   Sin embargo, a los 16, tras un par de cambios introducidos por Gallardo -entre ellos el del suarense Benjamín Rollheiser- Julián Álvarez pescó un mal remate de Angileri y quedó mano a mano con Aguerre, a quien venció con un remate alto por el costado del cuerpo del golero.

   Diez minutos más tarde, una gran pared entre Carrascal y Julián Álvarez, al borde del área grande, le permitió al colombiano definir por encima de Aguerre para poner el 3-1.

   A los 31, un pase profundo de Rollheiser para Palavecino dejó bien perfilado el ataque de River. El volante buscó a Julián Álvarez, quien pisó el área y volvió dejar indefenso a Aguerre para anotar el cuarto, segundo de su cuenta personal.

   Así River sigue prendido en la pelea y, por ahora, suma los puntos necesarios para estar ubicado en zona de clasificación a la próxima Copa Libertadores.