Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Para que usted lo “Cepa”, ahora los goles de Lautaro son al “Malbec”

El delantero bahiense, campéon de la Copa América con la Selección Argentina en Brasil, está por lanzar al mercado su propia marca de vino. En las mismas tierras donde se encuentran los viñedos, piensa construir un complejo hotelero con un lago artificial.

Fotos: Instagram familia Martínez-Gandolfo

Por Sergio Daniel Peyssé / peche1503@hotmail.com

   Mientras pasa sus últimos días de vacaciones entre Mendoza y Bahía Blanca, yendo y viniendo sabiendo que este viernes debe regresar a Milán, el delantero bahiense Lautaro Martínez aprovechó gran parte de su tiempo libre para seguir  bien de cerca el sueño del complejo hotelero y vitivinícola que, junto a su mujer Agustina Gandolfo, planificaron para un futuro no muy lejano.

   El atacante campeón de la Copa América con la Selección Argentina y su pareja, la reconocida modelo e influencer mendocina, dieron el primer paso al adquirir 17 hectáreas de tierra en la cotizada zona de Las Compuertas, en Luján de Cuyo.

   En el lugar, que pertenecía a Bodegas Chandón, solo había quedado en pie una cierta cantidad de viñedos que, según pudo averiguar Lautaro, fueron plantados en 1929 y estuvieron activos permanentemente (y hasta el día de hoy) para la producción exclusiva de vinos de alta gama.

   En marzo de este año, los Martínez-Gandolfo llevaron a cabo la primera cosecha de la uva variedad malbec, producción que, ya en proceso de elaboración, podría estar lista para los primeros días de diciembre.

Padre e hijo en un proyecto con excelente visión de futuro.

 

   ¿Cómo se va a llamar el vino? No está definido aún, aunque el logo y la empresa llevará el logo LM (Lautaro Martínez).

   En cuanto a la planificación, la idea es que los viñedos abarquen 11 de las 17 hectáreas adquiridas. El resto del predio estará disponible para la construcción de un hotel, un restaurante, un gimnasio, cabañas, un lago artificial, un parque con distintas variedades de plantas y una bodega con el propósito de recibir visitas.

   Por el momento, el encargado de la “marca” es el papá de Agustina, aunque el viñedo tiene su propio enólogo y cuenta con algunos empleados para el mantenimiento y la conservación de la bodega y las parcelas cultivadas.

   De la cosecha, una parte de la producción se vendió y la otra fue procesada con el objetivo de envasar 10.000 botellas, pensando en una posible exportación a Europa, donde el vino malbec es uno de los más preciados.

   Mario, el padre de Lautaro, adelantó que a Bahía Blanca y Avellaneda (para la gente de Racing, donde jugó el “Toro” después de irse de Liniers) llegará parte de esa primera fabricación con la etiqueta LM.

   También contó que está prevista una edición especial con el nombre de Nina, la hija de cinco meses de Agustina y Lautaro.

   Mi pregunta fue: ¿qué sabe Lautaro de vinos?

   Y ahí me enteré que el 9 del Inter, que ayer arribó a nuestra ciudad y practicó junto al plantel superior de Liniers en el Zibecchi, aprendió ciertos secretos de la vinicultura gracias a Agustina, catadora profesional y de buen paladar, más que nada, para los tintos.

   “Ohhhh yo soy mendocino”, escribió Agustina en las redes sociales, haciendo alusión a la canción de cancha que sigue “(...) tomo vino”. Y en una foto con su hombre, aclaró: “No se si está más bueno nuestro vino o vos”.

 

   Gandolfo mostró en sus historias de Instagram que estaba en una bodega y compartió el momento en el que le servían vino directo de una barrica. Incluso, tuvo que aclararles a sus seguidoras que solo pudo saborear la bebida, ya que no puede tomar alcohol porque todavía está amamantando a Nina.

   Además expresó emocionada: “¡Cuanto esperaba este momento!! Probando nuestro vino Lautaro Martínez. Falta pero ya es una bomba. Se vieneee…”

 

El bautismo de Nina

   El último sábado, en una celebración íntima, Nina recibió el sacramento del bautismo por parte del sacerdote Fabián Vilches en la Iglesia del colegio San José de los Hermanos Maristas, en la capital mendocina.

   Como padrinos de Nina --llamada por sus padres como “pequeño terremoto”—fueron elegidos Giuliana Gandolfo, hermana de Agustina, y Alan Martínez, hermano de Lautaro.

   “Nuestra beba está bautizada. Gracias a nuestra familia y amigos por darnos tanto amor y acompañarnos siempre... Nos despedimos de Mendoza llenos de amor”, subió Agustina a su Instagram.

   Cuando Lautaro llegó a Mendoza, después de alzar la Copa en Brasil, el “pequeño terremoto” le dio una bienvenida especial a su papá, que la tuvo que llevar de urgencia al hospital Humberto Notti (pasó una noche internada en observación, aunque fue solo el susto) por un accidente casero (se cayó de la mesa mientras le cambiaban el pañal y recibió un golpe en la cabeza) que no pasó a mayores.

   Luego de la ceremonia religiosa, el festejo familiar tuvo lugar en La Cassona Gallery, espacio de arte de la bodega Los Toneles, ubicada en Guaymallén.

Lautaro, en medio de su hermano Alan y su gran amigo Lucas Esperón.

 

   En el templo estuvieron solamente los familiares más cercanos de ambos y también algunos amigos. Entre ellos los abuelos paternos, Carina y Pelusa Martínez, los primeros en compartir algunas de las fotos por las distintas redes sociales.

 

Más postales soñadas

 

 

Con mamá Carina y mucho amor.

 

El padrino Alan, papá Lautaro y la hermosa Nina.