Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Se acentúa la baja de nacimientos en la ciudad

Si algunos pensaban que el aislamiento provocaría más nacimientos, se trata de una suposición alejada de la realidad. En Bahía Blanca se verificó una baja del 20%.

Fotos: Pablo Presti y Rodrigo García-La Nueva.
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Audionota: Gino Mondino

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Nadie puede todavía asegurar (o aventurar) cuáles serán las consecuencias de la pandemia o qué situaciones que se verifican en la actualidad en materia sanitaria, social y humana se pueden adjudicar a las condiciones surgidas de la cuarentena, el aislamiento, los miedos y los contagios que sufre la sociedad desde hace más de un año. 

   Una de las situaciones que se ha observado en 2020 en relación al año anterior es una importante baja, cercana al 20%, en la cantidad de nacimientos en el partido de Bahía Blanca, en consonancia con una tendencia que se repite también a nivel provincial, nacional y mundial.

   ¿Tiene que ver la pandemia con esa disminución?, es el interrogante.

   Los especialistas mencionan que habrá que esperar un par de años para poder sacar conclusiones confiables a esa pregunta, aunque no dudan en señalar que la situación sanitaria ha intensificado al menos dos de las causas más reconocidas como causante de la decisión de ser padres: la incertidumbre económica y la inestabilidad laboral.

Más tiempo juntos

   Una de las situaciones que generó la pandemia es la mayor cantidad de horas de convivencia familiar, a partir de instrumentarse la modalidad de trabajo en casa, de las restricciones a circular y otras medidas derivadas por la presencia del coronavirus. 

   De ese cambio de hábito, varias posibles consecuencias: parejas que se desgastan, otras que se fortalecen, separaciones que se aceleran, diferencias que se pulen. 

   Los analistas señalan que se necesitarán estadísticas en 2022 y 2023 para sacar conclusiones sobre conductas familiares derivadas del encierro y de compartir rutinas diarias, más allá de sobrellevar el aumento de los cuadros de ansiedad, angustia, insomnio y otras conductas inesperadas.

Más tarde, menos hijos

   En 2020, el hospital Penna registró 1.326 nacimientos en el partido de Bahía Blanca, lo cual significa una baja del 17,13% en relación a los 1.600 registrados en 2019. Los números de 2021 mantienen la misma tendencia a la baja, con 564 nacimientos ocurridos entre enero y mayo, lo cual permite vislumbrar un número anual similar a los de 2020.

   Los números son menos significativos en el caso del Hospital Privado del Sur, que tuvo en 2020 una disminución de apenas el 4,07% en relación al 2019, pasando de 1.416 nacimientos a 1359. 

   Por último, en el Hospital Español se registró la baja más significativa. Los partos en 2020 disminuyeron un 30,38%, pasando de 497 a 346. 

   En la suma de estos tres establecimientos, 2020 registró 3.649 nacimientos, una baja del 12,61 % en relación a 2018 y del 18,33% al 2019.

   Vale decir que durante la pandemia la baja en la cantidad de nacimientos se acentuó, en contra de lo que podía suponerse de manera intuitiva que compartir más tiempo las parejas podía derivar en más embarazos. No se puede además ignorar que la disminución de la cantidad de nacimientos se viene registrando desde hace varios años y obedece a varias causas.

   En la provincia de Buenos Aires, la caída en 2020 respecto a 2019 fue del 15,80 %, pasando de 207.713 nacimientos a 179.370, es decir 28.344 menos o, planteado de otra manera, 78 partos menos cada día del año.

   Desde el Registro Provincial de las personas se indicó que en los últimos cinco años la tasa de fecundidad cayó un 22%, para ubicarse en torno a los 1,8 hijos por mujer, mientras que la fecundidad de adolescentes bajó un 39%. Ese descenso fue especialmente fuerte entre las jóvenes con menor educación.

   Si algunos pensaban que el aislamiento provocaría más nacimientos, se trata de una suposición alejada de la realidad, a menos que los números cambien de manera significativa el año próximo y el siguiente y permitan sacar otro tipo de conclusión.

   La tendencia a la baja en la natalidad se observa desde antes de la pandemia, adjudicable a causas como la incertidumbre económica, los problemas laborales, la tendencia de las mujeres a retrasar su decisión de ser madre o renunciar a la maternidad para priorizar el estudio o el trabajo, y la postura de las parejas de tener un promedio de no más de dos hijos.

   El médico Daniel Quintana, del staff de Neonatología del Hospital Privado del Sur, señaló a La Nueva que, a su juicio, esas situaciones son las que explican, en gran medida, la baja en la cantidad de nacimientos.

   “Hay que considerar entre las razones que hoy las mujeres ubican la maternidad en una edad mucho más avanzada, alrededor de los 35 años, y en general se registra un promedio de dos hijos por familia, no más”, señaló. 

   Esta postura de postergar la decisión de ser padres para priorizar estudios, trabajos u otras actividades, se verifica en todo el mundo. Con el aumento de la edad de concepción se hace más difícil a la mujer lograr el embarazo y también la limita a tener muchos hijos.

   El otro componente clave a la hora de decidir tener hijos es la situación económica. 

   “Es algo fundamental a la hora de evaluar ser padres. Las parejas consideran si están en condiciones de afrontar la educación y un mantenimiento adecuado de sus hijos”, agrega el profesional.

   En los hospitales públicos también se advierte como decisiva la situación habitacional de la familia y la inestabilidad laboral. 

   Otro componente clave en el descenso de nacimientos es, al decir de los estudiosos, la política pública que se viene desarrollando en los últimos años en materia de prevención de embarazos. 

   “Ese control ha resultado altamente efectivo, a partir de varias herramientas implementadas”, dijo Quintana.

La pandemia

   Por eso la pandemia, acaso de manera indirecta, tiene también su impacto en la baja de nacimientos, desde el momento que ha generado un panorama preocupante en materia laboral y de ingresos, así como una gran incertidumbre de hasta cuándo se mantendrá esta situación sanitaria. 

   El tema está en la agenda de varios países del mundo, que señalan una relación entre la crisis sanitaria y la caída de nacimientos, al reconocer que la afectación económica tiene directa relación con la planificación de la concepción.

   La falta de trabajo tiene severas consecuencias, desde la pérdida de la obra social hasta la merma del poder adquisitivo que impide afrontar determinados gastos.

   El antropólogo platense Héctor Lahitte, que trabaja en un libro sobre las consecuencias que dejará la pandemia, cree que el impacto de la situación sanitaria generada por el coronavirus se verá en los próximos años e incluye a la disminución de nacimientos entre esos efectos. 

   No solo por la situación que atraviesan los hospitales o el riesgo de contagio sino por asumir las parejas que no es un momento adecuado para traer una vida y enfrentar las formas de crianza que impone la enfermedad. 

   “La pandemia nos pone en un lugar donde la falta de perspectiva es fundamental. Un hijo es la extensión de un proyecto de vida y es posible que muchos posterguen su decisión de tenerlo en este contexto”, manifestó Lahitte.

El amor en tiempos de la pandemia

   Los expertos todavía no pueden concluir con datos precisos en cuánto impactará la pandemia en la natalidad, aunque asumen que la crisis sanitaria agravó la realidad económica y habitacional de todos, la inestabilidad de muchas parejas y genera una gran incertidumbre laboral, un combo que influye sobre la tendencia a los nacimientos.

   En los últimos días, un grupo de profesionales de la UNS comenzó a realizar una encuesta bajo el título “ingresos y deudas en los hogares bahienses”, convencidos de que en esta crisis, numerosos sectores de la población han visto sus ingresos afectados y han tenido que endeudarse para sobrellevar la situación”, según consideran.

   Otro punto de vista sobre los cambios que genera el Covid 19 surge de un informe dado a conocer por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, en los Estados Unidos, que estableció que el 40% de las personas encuestadas declararon haber disminuido su vida sexual durante la pandemia. 

   Mencionan sin embargo que hay que ser cuidadoso al hacer una lectura de estos estudios.

   "Las personas reaccionan de forma muy diferente a la pandemia y cómo afecta ésta su sexualidad y relaciones. Para algunas el estrés aumenta el deseo sexual y para otras lo mata. Lo que resulta más convincente es el vínculo que se establece entre la economía y los nacimientos. A lo largo de la historia la confianza económica ha provocado un aumento de los nacimientos y la incertidumbre un descenso”, señalaron los autores del trabajo.

   Estudios sobre natalidad realizados en los últimos meses entre los habitantes de Alemania, Francia y Reino Unido que viven en zonas muy afectadas por el Covid-19 indican que son más propensos a posponer la maternidad. 

   Al mismo tiempo, en países más ricos que han afrontado relativamente bien la pandemia -como los Países Bajos, Noruega, Dinamarca y Finlandia- el descenso de nacimientos ha sido mínimo o nulo.

   La pandemia ha generado una situación inédita en el planeta, ha modificado hábitos de vida, ha instalado experiencias inesperadas para la humanidad. 

   La baja en la natalidad era un fenómeno ya en marcha que se ha potenciado al empeorar las condiciones que los padres evalúan al momento de decidir traer una nueva vida.