El barrio en tierras del Ejército: un poco más cerca de ser una realidad

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   “Creo que, en menos de treinta días, vamos a estar poniendo los primeros ladrillos”. Así define sus expectativas, y da una idea de situación, un vocero de una empresa constructora que participará en la realización del proyecto y construcción de las primeras viviendas que se comenzarán a levantar en las tierras recostadas sobre el ruta nacional 33 —a la altura de calles Luis Vera y Orife—, que fueran propiedad del Ejército Argentino.

   Seis años han pasado desde que, en 2015, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) aprobó la incorporación de esas tierras para ser afectados a la operatoria del Programa Crédito Argentino del Bicentenario (ProCreAr).

   Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, todavía no ha comenzado la construcción de ninguna vivienda.

   La demora ha tenido que ver con cuestiones burocráticas, postergaciones de sorteos, nuevos llamados a inscripciones y hasta las afectaciones de parte de los terrenos a emprendimientos privados. Superados finalmente todos y cada uno de los inconvenientes, en el año 2020 se realizaron los sorteos correspondientes a los 527 lotes disponibles.

   La situación, ahora, está relacionada con la tarea de demarcación de los terrenos, obra adjudicada por el Banco Hipotecario a un estudio de agrimensura y que, por diversas situaciones, se viene demorando.

   Tampoco el Banco Hipotecario ha realizado todavía los reembolsos a las familias que tienen aprobado el crédito —de acuerdo a manifestaciones de algunos adjudicatarios—, más allá de haber entregado la entidad la documentación que, al menos, permite a los propietarios iniciar los expedientes de construcción en el municipio de Bahía Blanca.

   Algunos adjudicatarios han comenzado, incluso, a cercar sus lotes, aunque en principio es una tarea que no debería realizarse hasta estar terminada la demarcación de los mismos.

   “De manera concreta y legal todavía no estamos en condiciones de empezar a construir. Si bien el agrimensor, a quien le adjudicaron la obra está trabajando, por alguna situación no lleva el ritmo que se esperaba”, señalan los adjudicatarios.

   Sin embargo, algunos titulares han comenzado con los primeros pasos para construir, sobre todos quienes tramitaron el crédito Hog.Ar, que incluye un préstamo hipotecario que abarca la compra del lote y la construcción de la vivienda.

   El inconveniente con esta demora es que el monto no se actualiza, con lo cual a medida que pasa el tiempo esos recursos alcanzan para construir menos metros cuadrados.

   En el caso de las familias que sólo solicitaron un crédito para la adquisición del lote la situación es menos preocupante, ya que se mantiene el valor original de 350 mil pesos —pagadero en 60 u 84 cuotas— y no tienen un plazo para comenzar a construir.

   En mayo de 2015, el Poder Ejecutivo formalizó la incorporación al patrimonio del Estado Nacional de las 15 hectáreas ocupadas por el V Cuerpo de Ejército. Ese mismo año, el Concejo Deliberante local estableció los parámetros urbanísticos que permiten su subdivisión para ser destinados a la construcción de viviendas unifamiliares.

Los terrenos se distribuyen en 15 manzanas, más 5 parcelas menores y son de entre 226 y 353 metros cuadrados, con frentes de entre 8 y 12 metros.

   Regularizada la situación dominial de las tierras, fueron incorporadas al ProCreAr.

   Lo curioso es que, pese a que el Ejército ocupaba esa tierra desde 1944 y que su expropiación fue dispuesta en 1946 para asignarlos, el Ministerio de Defensa de la Nación nunca cumplió con los trámites legales de propiedad y las tierras seguían a nombre de sus propietarios originales, inscriptas en el registro catastral de la provincia.

   Para resolver esa situación se debió recurrir a la figura de la usucapión;es decir, asumir la titularidad de los mismos por parte del Ejército por la ocupación “pacífica, continua e ininterrumpida, de modo notorio y público”, que ese organismo realizó en los últimos 78 años.

La modalidad

   El crédito Hog.Ar adoptado por los adjudicatarios es una modalidad de ajuste para los créditos hipotecarios Casa Propia y Procrear II.

   Se basa en el Coeficiente de Variación Salarial publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

   Considerar la evolución de los salarios brinda mayor estabilidad y previsibilidad a los adjudicatarios, al no tener que lidiar con cuotas que se hagan prohibitivas y excedan su capacidad de pago.