Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Ovinos: la tecnología in vitro del INTA que puede transformar la producción ganadera

Se mejoró el procedimiento de la técnica, lo que incrementó la eficiencia y los rendimientos. Ahora, desde el Centro de Reproducción Animal (CRA) del INTA Chubut (en Trelew) se procura estandarizar los protocolos y las estrategias como una alternativa de mejoramiento genético.

Producción ovina en la provincia del Chubut. / Fotos: INTA Trelew-Chubut

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “Estos cinco nuevos corderos nacieron como fruto de los avances en el procedimiento de la técnica, con ensayos que mejoran los rendimientos y la hace más eficiente, acortando los tiempos de cultivo embrionario in vitro. Asimismo, se generan menores costos de proceso sin detrimento de los resultados”.

   La declaración corresponde al médico veterinario Andrés Buffoni, director del Centro de Reproducción Animal (CRA) de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Chubut, en Trelew, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

   Justamente, el CRA investiga —desde hace años— la implementación de técnicas para la producción de embriones in vitro.

   Así entonces, la optimización de diversos procedimientos de laboratorio posibilitó el nacimiento de los primeros corderos patagónicos a partir de esta tecnología.

   El trabajo lo realiza CRA, a través de un convenio entre el INTA y Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio (MAGIyC) de la provincia del Chubut.

   De acuerdo con INTA Informa, en agosto del año 2020 se comenzó con un ensayo, cuyo propósito fue evaluar la viabilidad embriones producidos in vitro acortando los tiempos de cultivo --hasta dos días de desarrollo-- y, posteriormente, continuar con el proceso in vivo dentro del útero de una oveja receptora de embriones.

   “En este ensayo se logró un 25 % de preñez, lo que es ligeramente superior y con el beneficio de realizar un procedimiento in vitro más corto y menos costoso que, incluso, puede implementarse con menor infraestructura y equipamiento”, destacó Buffoni.

   De ese primer ensayo nacieron cinco corderos con pesos equivalentes a los obtenidos en la reproducción natural.

   De acuerdo con el equipo de investigación, esta estrategia tiene potencial de aplicación y constituye una línea de trabajo de interés para investigar variantes en los protocolos para su aplicación en mejoramiento genético ovino.

   El Centro de Reproducción Animal INTA-MAGIyC en Chubut está trabajando, asimismo, en el desarrollo de protocolos y estrategias para llevar esta alternativa biotecnológica, como planes de mejoramiento genético de la producción ganadera ovina.

   A pesar del potencial que presenta esta técnica en el ámbito productivo, para el grupo de investigación es necesario desarrollar una serie de estrategias y ensayos para que su aplicación alcance una producción sustentable de corderos partiendo de animales genéticamente seleccionados.

   La escasa cantidad de óvulos que se obtienen en cada procedimiento de aspiración folicular laparascópica (LOPU), técnica utilizada para extraer óvulos de donantes vivas, es una de las principales limitaciones a las que se enfrentan los investigadores.

   Por esta vía es posible obtener entre 8 y 12 óvulos en cada intervención, permitiendo lograr 3 o 4 embriones en cada proceso, procedimiento que puede realizarse en la misma oveja cada 15 días.

“Mientras en bovinos se pueden obtener hasta 40 o 50 óvulos en una sola maniobra de donantes de alto valor genético, en ovinos sólo podemos sacar entre 8 y 12 óvulos”, comentó Buffoni.

   “Si en cada trabajo logramos un número reducido de embriones, pero de bajo costo, entonces necesitamos desarrollar métodos para alcanzar una cantidad mayor”, agregó.

   Partiendo de métodos aplicados en el sector bovino y con el estímulo de avanzar en líneas de investigación y transferencia tecnológica, el CRA realiza ensayos orientados a seleccionar y estandarizar protocolos de crio-preservación de óvulos y embriones.

   Las técnicas utilizadas son el congelamiento convencional en etilenglicol y la vitrificación.

   Por medio de estos procedimientos, se busca experimentar con diferentes composiciones de crio-protectores, curvas de enfriamiento y protocolos de vitrificación en ovocitos y embriones en distintos estadios de desarrollo. 

   “Los ensayos son de vitrificación y congelamiento de embriones producidos in vitro”, dijo Livio Sala, biólogo y responsable del área de producción de embriones in vitro del CRA.

   “También descongelamiento y cultivo para ver cuántos de los embriones sobreviven”, agregó.

   De esta manera, a partir de ensayos intentan transferir embriones previamente vitrificados o congelados.

   “La intención es evaluar los porcentajes de preñez que podemos obtener con estos métodos y protocolos que estamos poniendo a punto”, sostuvo Sala.

   Después de la fecundación sucede una etapa de desarrollo, o de cultivo, que lleva seis o siete días aproximadamente, la que se realiza in vitro en estufa de cultivo.

    “Intentamos obviar esa etapa y en lugar de hacerla in vitro hacerla in vivo: un óvulo recientemente fecundado, conocido como embrión temprano, es transferido a una receptora”, dijo Sala.

  “En vez de hacer el cultivo en la estufa se hace directamente en la oveja para evaluar si da mejores resultados que in vitro”, aseguró.

   “Con este ensayo buscamos estudiar si aumenta la viabilidad de esos embriones más tempranos, o la cantidad de crías obtenidas por esta vía, o transfiriéndolos cuando son embriones más desarrollados”, explicó el profesional.

   Con el objetivo de elevar la cantidad de óvulos y embriones para ser transferidos, además de ajustar el procedimiento de aspiración folicular y trabajar en los distintos métodos de crio preservación, se puso el foco —según INTA Informa— en la disminución de la complejidad de los procesos en la producción de embriones in vitro.

   La meta es que puedan desarrollarse en ausencia de los altos controles ambientales del laboratorio. Esto se debe a que uno de los principales problemas operativos es la contaminación con hongos y bacterias de los medios de cultivo.

El banco de óvulos

   En el Centro de Reproducción Animal (CRA) también se avanza en el armado de un banco de óvulos, o embriones congelables, que tengan una viabilidad importante para ser transferidos.

   “Como no contamos, en ovinos, con la cantidad de óvulos que se puede obtener, por ejemplo, de una vaca, estamos trabajando en la variante de armar un banco de óvulos y, de esa manera, procesar in vitro un número elevado de óvulos que se traduzcan en potenciales embriones para transferir en fresco en ovejas receptoras”, describió Buffoni.  

   En otra línea de investigación, el CRA está enfocado en la vitrificación de ovocitos para producción de embriones in vitro, a cargo de la bióloga Mónica Faut, con una beca postdoctoral Conicet–Provincia de Chubut.

   También, a través de una beca otorgada por INTA–Conicet, la médica veterinaria Shasa McLean analiza los parámetros de predictibilidad de fertilidad in vivo e in vitro de semen de carneros. Poder establecer una diferencia de valores respecto a embriones logrados in vitro e in vivo depende de los resultados de estos ensayos.

   Desde el CRA proyectan que, en el primer semestre del corriente año, tendrán los resultados de procesos de congelamiento y vitrificación de ovocitos, de la misma manera con embriones.

   “A partir de entonces podemos profundizar en virtud de la elección de las mejores técnicas y evaluar la alternativa más viable para complementar con la aspiración de folículos”, sostuvo Buffoni.

   “Hacia fines de 2021 esperamos tener estandarizados los protocolos para implementar estas técnicas”, agregó.

La producción de embriones in vitro es una biotecnología reproductiva, donde los animales no tienen contacto y la interacción de los gametos del macho (espermatozoides) y la hembra (óvulos) se integran en procesos que se realizan en laboratorio.

   Esta técnica representa, en la actualidad, una alternativa viable para asistir a los programas de mejoramiento genético en ovinos.

   De acuerdo con el CRA, dentro de las biotecnologías reproductivas que se aplican en la actualidad, es la de mayor complejidad y aún se encuentra en fase experimental ante la necesidad de ajustar los protocolos para su aplicación en forma masiva.

Grandes expectativas para el sector

Por Martín I. Abad (*)

   Las cabañas de ovinos de la región del sudoeste bonaerense hacen importantes esfuerzos para mantenerse en la cima de la pirámide, procurando que el material genético producido continúe mejorando a las majadas comerciales. 

   La inseminación artificial, con semen fresco y congelado, son las técnicas reproductivas más utilizadas en estas cabañas, ya que les permiten difundir masivamente los machos de alto valor genético.

   Pero, sin lugar a dudas, la trasferencia embrionaria es la herramienta biotecnológica que permite acelerar, en forma significativa, el avance genético de las majadas.

   No obstante, la complejidad y el costo de los procedimientos para generación y obtención de los embriones dificultaban la aplicación.

   Este aporte, realizado por el equipo de reproducción de INTA Chubut, genera grandes expectativas en el sector, ya que la obtención de importante cantidad de embriones de alto valor genético, producidos en laboratorio con bajos costos, posibilitará una amplia difusión de esta magnífica herramienta.

   (*). Abad pertenece a la AER del INTA Patagones, dependiente de la EEA de Ascasubi.