Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Intrigas de última hora en torno al reemplazante de Losardo

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   La designación del reemplazante de la ministro de Justicia, Marcela Losardo, quien según el presidente Alberto Fernández le avisó que quiere dejar el cargo frente a la llegada de tiempos judiciales que demandarán “otra actitud” de parte del gobierno, que ella no estaría en condiciones de afrontar, abrió en las últimas horas una serie de interrogantes y hasta generó algunas dudas que solo las próximas horas podrían develar.

   Como tantas veces se dijo de Néstor Kirchner, de quien Alberto se consideró siempre su primer discípulo, también ahora hay funcionarios en la Casa Rosada que invitan a mirar no tanto lo que hace el presidente sino a escuchar lo que dice. Ese ejercicio, sostienen, podría anticipar para quienes buscan conocer la noticia antes que el resto, la clave de quién será el reemplazante de Losardo al frente de la cartera de Justicia.

   Hasta ahora lo que se sabe: que el propio presidente admitió que los diputados nacionales del Frente de Todos Martín Soria y Ramiro Gutiérrez son los más firmes candidatos. El primero es rionegrino y se reconoce militante del kirchnerismo, mientras que su par de la cámara baja es bonaerense y reporta al Frente Renovador de Sergio Massa.

   Primer dato que para los confidentes del albertismo podría empezar a inclinar la balanza: Soria se mostró muy activo en los últimos días en las redes sociales, en especial a través de su cuenta en Twitter, con mensajes claramente a favor de la embestida de Cristina Fernández contra la Justicia durante su descargo de la semana pasada ante los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal. “Eso lo define”, dicen con cuentagotas en la Casa Rosada sin dejar de mantener el misterio.

   Gutiérrez, en cambio, privilegió durante su participación en las redes durante el fin de semana el elogio al proyecto de Sergio Massa de elevar el piso del impuesto a las Ganancias, verdadero caballito de batalla del tigrense de los últimos tiempos dentro de la interna del Frente de Todos. “Por ahí eso le juega en contra, a Sergio ya le dieron (Cristina y Alberto) todo el rédito del proyecto de Ganancias para que se luzca”, dice aquel confidente y aporta otra gota de agua al mar de dudas.

   “Los conozco a los dos, son muy prestigiosos, pero todavía no he tomado una decisión”, se limitó a responder anoche Alberto Fernández durante un reportaje que concedió a la señal de cable C5N, durante el cual admitió oficialmente el inminente alejamiento de Losardo.

   La pregunta sobre si el presidente se decidirá por Soria o por Gutiérrez no encontró respuesta de un alto funcionario del área presidencial cuando fue consultado este mediodía tras una reunión habitual semanal del Gabinete Económico. “Nada, nada a esta hora”, se limitó a responder vía celular.

   A la par, surgía otro dato que podría torcer la balanza hacia el lado del rionegrino, hijo del recordado Carlos “Gringo” Soria y hermano de la actual intendente de General Roca, María Emilia Soria, quien dejó su banca en Diputados para que la ocupara Martín, que hasta ese momento estaba a cargo de la intendencia. Lo que se dice un perfecto enroque.

   El dato en cuestión está en los archivos recientes: Soria, para gusto y paladar de Cristina y de los frecuentadores del Instituto Patria, se pronunció en reiteradas oportunidades en los últimos tiempos contra los jueces y fiscales que supuestamente operaron para que Mauricio Macri sea presidente. Una exaltación del lawfare y una bandera que, como se recordará, enarboló la expresidenta en su furibunda exposición de la semana pasada ante la Sala I por la causa de dólar futuro.

   Una pregunta que no tiene respuesta en ningún despacho quedó flotando en medio de los enjuagues que por ahora involucran solamente a Soria y Gutiérrez como los únicos candidatos probables para reemplazar a Losardo. ¿Y Juan Martín Mena? El actual viceministro de Justicia, militante del más rancio cristinismo y a quien se consideraba número puesto para la sucesión desde que Cristina advirtió que había “funcionarios que no funcionan”, parece que quedó fuera de carrera.

    “Sacar a Losardo y poner a Mena ya sería demasiado”, dice en modo acertijo uno de aquellos albertistas puros que trajinan los pasillos de Balcarce 50.