Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Argentina, un país de locos: faltan dólares, pero en realidad sobran

El total de activos en moneda de EE.UU. que está afuera del sistema explica seis veces las reservas totales del BCRA.

Archivo La Nueva.

Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

   Por paradójico que parezca, en un país donde la falta de dólares es un problema recurrente, los dólares están. Es que con los más de 233.300 millones que los privados tienen por afuera del circuito económico nacional se podría cancelar toda la deuda externa y llenar varias veces las alicaídas reservas del Banco Central, según surge de la información oficial.

   La cuantía de divisas guardadas en las cajas de seguridad de los bancos o “abajo del colchón” en los hogares asciende a 233.323 millones de dólares, cifra que representa nada menos que seis veces las reservas brutas del Banco Central (41.293 millones de dólares a la fecha).

   Este monto alcanzaría, además, para pagar todas las deudas que el sector público y los privados mantienen con acreedores del exterior, las que suman, a valor de mercado, unos U$S 218.862 millones, de acuerdo con los datos que se desprenden del Balance de Pagos que elabora el INDEC.

   Sumando las inversiones directas y financieras surge que los privados locales mantienen activos totales (dólares billete, propiedades, acciones, depósitos y bonos) de origen foráneo por un total de 350.131 millones de dólares.

   Si se agregan los activos que mantiene el Gobierno central, el BCRA y los bancos, se obtienen un total 410.300 millones de dólares, los que se comparan con las deudas totales de esos sectores (pasivos) que ascienden a 282.901 millones de dólares (se incluye la citada deuda externa, que es el 77%).

   De esta forma, la llamada Posición Financiera Internacional Neta (PII), que es la diferencia entre ambos conceptos, es positiva en 127.399 millones de dólares, de acuerdo con el INDEC. Esto equivale a decir que los argentinos cuentan con más recursos que deudas frente a los no residentes, de forma que el saldo de la PII resulta en una posición acreedora frente al resto del mundo.

   La simple inspección de las cifras permite inferir que si una porción de esos dólares reingresaran al circuito económico de nuestro país, los recurrentes cuellos de botella que generan la falta de divisas en el sector industrial o la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue se aminorarían en forma notable.

   Pero esto no es tan fácil: como arriba se apunta, la mayoría de esos recursos está en cabeza del sector privado, en muchos casos, ahorristas pequeños o medianos cansados de que los sucesivos gobiernos de turno, más allá de la orientación ideológica, los bombardearan con elevadísimas tasas de inflación o inestabilidades económicas de diferente causa o intensidad, alimentando, así, su deseo natural de protegerse.