Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Existe una estrecha relación entre Bahía Blanca y Vaca Muerta

Nuestra ciudad cuenta con el puerto necesario para sacar los excedentes exportables. El Polo Petroquímico le agrega valor.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

   La actividad en Vaca Muerta no tiene techo. En octubre alcanzó los 229 mil barriles de petróleo por día, por el incremento de la producción en las áreas Loma Campana, La Amarga Chica, Cruz de Lorena y Bajo del Choique-La Invernada.

   En gas natural, la inyección a la red fue en septiembre de 42 millones de metros cúbicos, representando más del 31% de la producción total de gas del país. Es un nuevo récord de producción.

   Vaca Muerta está en producción en 15 áreas, en las que operan 11 empresas: tres en el segmento del gas, 10 en petróleo y 2 tienen una producción principalmente de gas, pero por su ubicación, obtienen una gran cantidad de petróleo.

   Las empresas con mayor actividad son YPF, Shell, Tecpetrol, Vista Oil&Gas, PAE y Total, en la condición de operadoras, mientras que como socias se encuentran la norteamericana Chevron, la malaya Petronas, la noruega Equinor, y la petroquímica Dow.

   El horizonte de Vaca Muerta es muy amplio y en largo plazo. Bahía Blanca tiene una relación estrecha y de intereses comunes con el yacimiento por cuanto  la ciudad cuenta con el puerto necesario para sacar los excedentes exportables, y, fundamentalmente, porque el Polo Petroquímico local es el que le puede agregar valor al producto primario extraído del subsuelo Neuquino.

   Está claro que es un proceso que requiere de inversiones en obras y especialmente en logística pero ya los proyectos están, algunos en etapa de realización y otros avanzados en diseño.

   Es un momento bisagra para la ciudad, como cuando hace 40 años se ponía en marcha el complejo petroquímico.

   Es momento de que las organizaciones locales, especialmente las empresarias, se encolumnen tras un proyecto que nunca ha prosperado todavía y es el de pasar a procesar la materia prima que entrega el Polo y convertirla en productos terminados. 

   Realmente en ese  momento, la ciudad tomará conciencia de que es una ciudad industrial y es la herramienta económica que nos asegura un futuro cierto en el mundo globalizado.

   Es la multiplicación de inversiones y de la productividad y, como corolario, la generación de empleos genuinos, lo que nos asegura la generación de bienestar en el buen sentido de la riqueza.  Sólo la extracción en Vaca Muerta genera en estos momentos más de 120 mil empleos formales.

   La cadena de valor los puede multiplicar.