La solidaridad bien entendida

Redacción de La Nueva.

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   Una nota publicada por este diario la última semana dio cuenta del funcionamiento de una suerte de comedor vecinal, impulsado por la voluntad y el amor de una familia que cocina para más de 200 personas del barrio Avellaneda.

   Braian Zúñiga y su mamá, Evangelina Laumann, decidieron ayudar a los vecinos cuando notaron que, a partir de la pandemia en particular y de la situación laboral en general, eran muchas las familias con dificultades para disponer de comida.

   Todo comenzó junto con la cuarentena, en marzo, cuando iniciaron su labor de establecer un comedor-servicio de comida al que llamaron “Todos somos Uno”, que empezó haciendo 10 viandas y hoy aprovisiona de alimentos a más de 240 personas.

   Para desarrollar su labor, utilizan un quincho de la casa familiar, ubicada en Alvarado 2871, y cuentan con la colaboración de unas diez personas que de manera solidaria se sumaron a la labor diaria.

   No hay demasiados protocolos ni burocracia a la hora de entregar las viandas. Son todas familias del barrio, con problemas de trabajo, algunas sin ingresos, que necesitan como nunca una ayuda.

   Para poder sostener esta prestación reciben algunas donaciones y muchas veces lo hacen con sus limitados recursos propios, los cuales no siempre resultan suficientes.

   Se dijo, con razón, que un hecho inédito como es la pandemia y su cuarentena podía sacar los mejor y lo peor de este mundo. En rigor eso sucede cada día, antes diversas circunstancias que llevan a las personas a convertirse en héroes y en villanos.

   Estos enormes gestos solidarios son los que hacen de este planeta un lugar mejor y que dan cuenta del amor y el cariño de algunos capaces de modificar las cosas.

    Las donaciones para este comedor se pueden coordinar al teléfono 291-4197455 o bien acercarla a Alvarado 2871.