Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Se retoma la extracción de árboles en mal estado en el parque de Mayo

   “Tenemos el protocolo adecuado para un trabajo que es de poco riesgo en cuanto a posibilidad de contagio entre los trabajadores”, dijo Pablo Bianco, director municipal de Espacios Públicos.

Mario Minervino

mminervino@lanueva.com

   A dos meses de suspendidos los trabajos por la obligatoriedad del aislamiento social a causa del coronavirus, la municipalidad retomó la tarea de extracción de árboles en mal estado en el parque de Mayo, como parte de un plan de intervención que busca la recuperación y puesta en valor del tradicional paseo.

   “Tenemos el protocolo adecuado para un trabajo que es de poco riesgo en cuanto a posibilidad de contagio entre los trabajadores que realizan podas y extracciones”, explicó el ingeniero Pablo Bianco, director de Espacios Públicos.

   Por otra parte, la singular situación de estar el paseo cerrado al uso público permita realizar las intervenciones con mayor seguridad, incluso modificar intervenciones que debía hacerse comenzando con un cuidadoso retiro de ramas y hoy permiten la tala directa del árbol.

   La intervención del parque había comenzado un par de días antes de establecerse la cuarentena como consecuencia de la pandemia, con lo cual se alcanzaron a extraer unos pocos ejemplares en mal estado, secos, inclinados o en situaciones de riesgo, sobre un total estimado de 200 a retirar.

   Los trabajos son consecuencia de un estudio-diagnóstico contratado por la municipalidad, que estableció algo que ya se percibía a simple vista: el crítico estado del arbolado en los parques de Mayo, Independencia, Illia y de la Ciudad.

   “Se constató la presencia de muchos árboles secos, enfermos, débiles o inclinados, que forman parte de una masa verde y peligrosa”, explicó Bianco.

   La intervención se completará el año próximo con la implementación de un  Plan Director del arbolado urbano, todavía en estudio, que establecerá, entre otras cosas, qué especies son las adecuadas para cada espacio, y de un plan regulador que establecerá pautas de cuidado y mantenimiento del mismo.

   "Esta es una etapa de raleo sanitario: la decisión de extraer árboles muertos, oprimidos o sin posibilidades de desarrollo, los cuales representan un riesgo para todos quienes concurren a estos lugares".

   Bianco refirió además que la mayoría de los parques locales tiene una masa forestal que no respondió a criterios paisajísticos, sino más bien a una idea productiva.

   “Por eso aparecen sembrados en alta densidad, con árboles que crecen por encima de otros, pierden funcionalidad y mueren. Por eso estamos haciendo esta intervención: no podemos mejorar estos espacios si primero no quitamos lo que está en mal estado".