Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Sobre víctimas y victimarios

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Foto: Archivo-La Nueva.

   La polémica por la liberación de presos como consecuencia de la pandemia de coronavirus puede abordarse desde la argumentación sanitarista. Advirtiendo, por ejemplo, que un fuerte brote en las cárceles desbordadas de hacinamiento puede resultar en un desastre y hacer colapsar el sistema sanitario general. Dicho de otra manera, liberen muchos presos porque si se enferman en masa van a tener que internarlos en hospitales comunes.

   También puede abordarse desde un punto de vista legal-moral. Dejar a alguien encerrado por uno de los llamados “delitos leves” a merced de la enfermedad es una barbaridad, que un buen nacido debería evitar, se diría. (Aclaración: Ya han soltado asesinos y violadores)

   Habrá otras maneras de abordar la cuestión, sin duda, como la existencia de presos que están a punto de cumplir su condena o que son presuntos inocentes porque se encuentran sin sentencia, aunque con prisión preventiva. 

   Sin embargo, cada uno de estos argumentos tienen un denominador común: evitan hablar de la víctima original, aquella que sufrió el accionar del delincuente, que ahora se lleva toda la atención, al punto de que su víctima de ayer pasa a ser su victimario de hoy porque con su exigencia de justicia lo tira a la jaula del coronavirus.

   Es que, en el fondo, podrá decirse lo que se diga, pero liberar presos o hacerlos cumplir su condena siempre es un debate ideológico. Un debate entre los que ven a los asesinos, ladrones, etcétera, como víctimas de aquella sociedad a la que atacan y la gente común que sigue sufriendo esta ideología que ha matado en el país a muchos más que cualquier virus.