Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Refuerzo de medidas ante la temida curva de contagios

La columna semanal de Ricardo Salas, corresponsal de La Nueva. en La Plata.

   Desde hace varios días, Axel Kicillof transformó la residencia oficial en un virtual “comando de crisis” ante la emergencia sanitaria, en un intento por blindar a la Provincia contra un enemigo invisible como es el Covid -19, un virus que no sólo pondrá a prueba al sistema de salud pública sino también a la castigada economía en el ámbito bonaerense.

   En la misma manzana de la sede gubernamental, pero con frente a calle 5 (el último gobernador que la utilizó como residencia fue Felipe Solá) pasan horas los ministros analizando medidas preventivas minuto a minuto. Básicamente, ese grupo lo integran el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y los ministros Daniel Gollán (Salud), Pablo López (Economía), Sergio Berni (Seguridad) Teresa García (Gobierno), Mara Ruiz Malec (Trabajo) y Agustín Simone (Infraestructura).

   También ocupan un rol preponderante la ministra Agustina Vila (Educación) y Federico Thea (Secretario General de la Gobernación). Ambos responden políticamente al intendente de José C. Paz, Mario Ishii. De hecho, el alcalde peronista del poncho rojo, participa en alguna que otra reunión oficial en la residencia gubernamental platense. A esos cónclaves suele sumarse además el diputado de la Sexta, Carlos “Cuto” Moreno, como espada legislativa de Kicillof.

   Por cierto, toda la estructura ministerial y legislativa funcionan a media máquina por las medidas de distanciamiento social. El panorama cotidiano en las diagonales tiene aspecto de prolongación de un “día feriado” como consecuencia de las medidas de aislamiento social contra el coronavirus y que incluso, pueden ir más allá del 31 de marzo.

   La prioridad para Kicillof es “alambrar” junto a los intendentes el territorio provincial buscando aplanar la curva de crecimiento de contagios para que no colapse el sistema público de salud. Hay que prepararse para un otoño que puede ser más complejo, ante una “tormenta del coronovirus” que se anuncia crítica, indican.

   La emergencia obligó además a reperfilar urgencias económicas y a reasignar recursos para garantizarle fondos a Salud o a la provisión de viandas en comedores escolares.

   En la provincia de Buenos Aires ahora podemos estar casi seguros que todos los asuntos pendientes quedarán en suspenso "infinitamente". Y que los funcionarios del gobernador, si antes apenas atendían por Whatsapp, ahora será más fácil contratar una médium para adivinar sus pensamientos que lograr una conversación.

   Si el gobernador tenía la doble estrategia de, por un lado estirar en el tiempo las decisiones, y por el otro utilizar el concepto de “tierra arrasada” para explicar las deficiencias de la gestión, el avance del coronavirus y las medidas de distanciamiento social vienen a reforzar ese camino.

   De comprobarse en la práctica los pronósticos de los especialistas médicos y la información proveniente de Europa, el sistema de salud pública bonaerense seguramente se verá sobrepasado. Años de desinversión en este campo ya no será un eslogan de campaña sino una verdad que comprobaremos todos de la forma más cruda. Y Kicillof tendrá la razón.

   En cuanto a la gestión, si antes decíamos que el carro no arrancaba, el Covid-19 lo mandó directamente a boxes. La política gubernamental y legislativa es a distancia, casi por control remoto.

   Algunos dicen que la negación del diálogo a propios y extraños por parte del equipo técnico ministerial -quienes debieran ser los impulsores de esta herramienta fundamental para una buena gestión- quizás se deba, según algunos manuales de psicología, a la inseguridad que plantea tener una estrategia de comunicación demasiado centralizada en el jefe” AK.

   Con una lógica más parecida a una formación política que a un Ejecutivo provincial, los ministros miran demasiado al gobernador. El problema es que el propio Kicillof dice poco. Hoy parece un poco disperso, disgregado en su discurso y en sus palabras, sin respuesta a las preguntas.

   Quienes llegan a compartir momentos con el gobernador coinciden en que repite en privado el mismo discurso que reproduce en público. Significa que no tiene respuesta y que se siente más seguro en una “zona de confort”, que es el eje discursivo previamente construido.

   En tiempos de “grieta ideológica”, gracias (por desgracia) a este virus mundial que parece incontrolable, el Gobierno nacional ha logrado encolumnar a todo el arco político detrás del liderazgo del presidente Alberto Fernández.

   La dinámica actual no alcanza a borrar del todo algunas grietas políticas . Las recientes declaraciones, fuera de protocolo, de “Carli” Bianco en cuanto a que "les dejaron un sistema sanitario en pleno abandono", claramente en referencia a la administración de María Eugenia Vidal (Pro), hizo enojar a macristas y radicales de Juntos por el Cambio.

   "No es bueno hacer política en medio de una pandemia, y mucho menos una política mezquina que busca quitarse responsabilidades poniendo un paraguas protector sobre probables errores en las medidas que se dispongan, dificultades para ponerlas en práctica o carencias de insumos en los organismos sanitarios y en la logística en general. Parece que todavía no se dieron cuenta que hace más de 100 días están gobernando, de los cuales se pasaron más de la mitad protestando, en lugar de aprovechar ese valioso tiempo en gestionar para la Provincia", arremetió con dureza el diputado Diego Rovella.

   "Se contagia la estrategia política en medio de una crisis sanitaria. Antes fue el gobernador, como lo viene haciendo desde hace semanas o meses. Ahora un subalterno", cuestionan desde la oposición.

   Mientras tanto, por iniciativa de los legisladores de la Coalición Cívica que integran la coalición de Juntos por el Cambio, se le solicitó formalmente a la gobernación que “reprograme los vencimientos de pago de todos los impuestos bonaerenses, en atención a la situación de “recesión” que pudiera darse como consecuencia de la pandemia del coronavirus Covid-19.