El Castillo que custodia al mar

Redacción de La Nueva.

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   “Asociación Amigos del Castillo”. Es el nombre de un grupo de personas que se ocupa con alma, corazón y vida por mantener vivo y latiendo en la memoria y en la esperanza el maravilloso edificio donde funcionara la Usina General San Martín, popularmente conocido como El Castillo.

   “Les contamos que frente al canal del estuario de la Bahía Blanca, en plena zona portuaria de Ingeniero White se ubica un castillo que fuera una usina de energía eléctrica que con un San Jorge y un Dragón como custodia, atravesó una década de abandono y remates”, señalan los integrantes de ese grupo.

   Se trata de una obra maravillosa, una muestra de arquitectura medieval, realizada a fines de la década del 20 por una empresa de capitales italianos, una maravilla de diseño, de espacio, de historia, de cultura y de tradición. Abandonada a su suerte. Cerrada al público por su mal estado. Sin planes de uso o recuperación.

   Por eso es relevante, nunca un dato menor, la existencia y el trabajo de una Asociación de Amigos del Castillo que oficia de cooperadora, constituida inicialmente por vecinos conscientes de la importancia de ese patrimonio, a los que se suman de manera esporádica el Municipio y el Consorcio de Gestión del Puerto.

   El potencial del Castillo es enorme. Sólo la indiferencia o la falta completa de ideas pueden explicar que todavía no se haya logrado establecer un destino acorde. Es una pieza histórica, una referencia cultural del País, una fuente de trabajo y de inversiones, con capacidad para usos oficiales, culturales, gastronómicos, privados.

   Es mucho más que un edificio. Es un gesto, una oportunidad, un desafío, una convocatoria. Cada cual, desde su lugar, debiera cada día empujar un poco más para recuperar este verdadero centinela del mar y de nuestra historia