Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Fin del IFE: los gobernadores piden auxilio a la Casa Rosada

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Los gobernadores casi en pleno le empezaron a reclamar esta semana al gobierno nacional que les otorgue ayuda adicional del Tesoro ante el anuncio del fin del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el bono de 10.000 pesos que sirvió como salvavidas a muchas economías regionales durante estos cuatro últimos meses de pandemia. Y que como ya ha anunciado el presidente Alberto Fernández y corroborado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, no continuará más allá de diciembre.

   En la Casa Rosada reconocen que, como no podía ser de otra manera, el receptor central de esos reclamos de los mandatarios provinciales o de sus ministros de Economía es el ministro del Interior, Wado De Pedro, que por ahora ha sido solamente receptivo. Es decir escucha los pedidos y promete trasladarlos a su superior directo, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien luego deberá analizar la situación con Guzmán y el propio presidente.

   Recorridos burocráticos al margen, lo cierto es que en el gobierno reconocen que por ahora el pedido de los gobernadores, tanto peronistas como radicales o independientes, pasa por saber de qué manera el Tesoro los podría auxiliar a partir de diciembre cuando ya no tengan el IFE para hacer frente a las demandas de los ciudadanos en sus respectivos distritos.

   Como se sabe, un sector del oficialismo especialmente ligado al cristinismo propone que a cambio del IFE que será discontinuado, el gobierno utilice parte de los fondos que planea recaudar con el impuesto a las grandes fortunas que trata hoy el Congreso, unos 337.000 millones de pesos, para reemplazar al menos con un pago en enero los 10.000 pesos por familia que se otorgó en tres etapas desde que se declaró la pandemia.

   Por ahora, según le refirió De Pedro esta semana a un grupo de ministros provinciales a los que recibió en su despacho, entre los que no había ningún representante de Axel Kicillof, el gobierno nacional está analizando al menos dos vías alternativas de ayuda a las administraciones del interior como duplicar el monto de la Tarjeta Alimentaria, que llega a unos 10 millones de ciudadanos, y aplicar un fuerte refuerzo en diciembre a quienes cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH).

   Desde la provincia de Córdoba, fuentes cercanas al ministro de Economía, Osvaldo Giordano, que fue uno de los que asistió a aquella reunión con De Pedro, dijeron que esos suplementos que se planean como el caso de la Tarjeta Alimentaria y la AUH “claramente no alcanzan” para cubrir lo que será el faltante del IFE. Y recuerdan que ya hay mucha preocupación en las gobernaciones por el efecto negativo que también tendrá el fin del Aporte Transitorio de Empresas (ATP), que según voceros del ministerio de Economía ya deslizaron que si continúa en 2021 sólo será para aquellas empresas consideradas de “servicios críticos”.

   En el caso de Córdoba, pero también de otros distritos importantes como Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Río Negro, la eliminación del IFE a partir del mes que viene significaría en promedio una pérdida de unos 8.000 millones de pesos que las provincias aseguran que sin ayuda extra no podrán costear.

   En la otra punta de la pirámide, provincias habitualmente con índices altos de sectores carenciados y de porcentajes importantes de familias al borde de los índices de indigencia, los ministros que estuvieron en la Casa Rosada advirtieron lisa y llanamente que sin aquella ayuda ya no podrán seguir financiando con fondos propios los comedores y merenderos que hoy atienden en algunos casos a casi a un tercio de la población.

   Una alternativa que estudia De Pedro y de la cual están al tanto Cafiero y Guzmán sería la de utilizar aumentos de partidas extras de los ATN (Aportes del Tesoro Nacional), un fondo que suele manejar discrecionalmente el ministerio del Interior, para auxiliar las administraciones más comprometidas. Esas partidas, de concretarse, serían a cuenta de los envíos regulares de Coparticipación Federal. Una especie de “manta corta” en la opinión de algunos ministros provinciales porque “lo que te adelantan ahora te lo van a descontar el mes que viene”, según uno de los quejosos que estuvo en Balcarce 50.