Por el inestable terreno de la lealtad y las provocaciones

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

   A fuego lento se cocina el Presupuesto Bonaerense y la Ley Impositiva 2021. El hermetismo seguramente puede estar vinculado con un cálculo de gastos y recursos atado a la pospandemia.  La columna vertebral del ptoyecto estará puesta en infraestructura y producción, pero puntualmente a sostener y generar empleo. 

   Si bien todavía no hay números finos, todo indica que una porción interesante estará directamente vinculada con la obra pública, la gran apuesta política del gobernador Axel Kicillof para poner la “Provincia en marcha”. 

   En ese sentido, el mandamás cristinista  enfrenta un desafío enorme en materia económica y social a raíz de la “doble crisis”, aquella heredada del gobierno de Cambiemos y la causada por la pandemia. 

   La discusión parlamentaria de ley presupuestaria y fiscal no es menor, ya que marca el ritmo y la vida de todos los bonaerenses ya sea desde la pauta salarial hasta el valor de los impuestos. 

   De cara al inminente inicio del debate legislativo sobre el Presupuesto bonaerense, se prevé que una ardua tarea recaerá en el oficialista senador bahiense Marcelo Feliú.  

   Quizás el dato relevante es que esto no sólo se vislumbra a partir de su rol como titular de la estratégica comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara Alta sino también de la creciente relación con Pablo López, el ministro de Hacienda y Finanzas, quien ha venido afiatando un vínculo con el bahiense a partir de los resultados obtenidos en las distintas misiones que el legislador ha tenido que asumir, toda vez que le ha tocado ser una de las voces del Ejecutivo dentro de la Legislatura, donde el oficialismo no tiene mayoría legislativa y se ha tenido que recurrir a su experiencia y trayectoria para acercar posiciones con distintos actores opositores de Juntos por el Cambio. 

   Justamente, las bancadas de senadores y diputados de JxC plantean la necesidad de volver a un esquema de sesiones presenciales en la Legislatura. Por ahora, el Frente de Todos le baja la persiana a esa posibilidad (y continuar con sesiones virtuales) ya que no están dadas las condiciones sanitarias para retornar a las cámaras parlamentarias.  

   Días atrás también visitaron la Legislatura, Carlos Bianco, jefe de Gabinete y mano derecha de Kicillof, y el ministro de Salud Daniel Gollán, respectivamente. Y lejos de sentirse incómodos, los ministros fueron recibidos por los legisladores de la oposición, al final con más “agradecimientos” por su presencia que preguntas incómodas. 

   Quizás el momento más tenso fue cuando el senador Andrés De Leo le recordó al ministro Daniel Gollán algunas declaraciones que tuvo a lo largo de estos meses para con la oposición, y puso como ejemplo cuando los llamó “necro opositores”, o que hacían “necro política” por aquella controvertida demora en la carga de unos 3.500 muertos por coronavirus en ámbito bonaerense. 

   Fuera de ese momento, todos rescataron la presencia de los funcionarios, la necesidad del consenso, y de establecer estos diálogos con mayor asiduidad, de cara a lo que se viene. “El Ejecutivo rindió cuentas de manera transparente”, subrayó el senador Francisco Durañona, titular de la Comisión Bicameral de Seguimiento, Fiscalización y Control para las Emergencias. 

   ¿La oposición le está haciendo un guiño de convivencia democrática a Kicillof para que finalmente ponga primera y arranque de una vez por todas? Fue una de las preguntas que quedó flotando tras la presentación del cuarto informe de gestión sobre las emergencias declaradas por el Gobernador en diciembre pasado. 

   Después de varios días de aislamiento preventivo Kicillof retomó su lugar en la escena pública. Lo hizo con anuncios de obras de infraestructura vial en rutas de relevancia para el interior bonaerense, con “aportes del Tesoro Nacional”, lo que explicó la presencia del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, pero mirando de reojo el día a día sobre el desalojo de los terrenos ubicados en Guernica donde se asentaron miles de personas. 

   En las diagonales señalan que la coalición del Frente de Todos no debe “pisar el palito” ante la poco inocente provocación política que le propone la oposición, aunque a diario sienta la “mojada de oreja”.  

   En cercanías de la Gobernación de calle 6 aseguran que cuando el Gobierno habla contra "el discurso del odio" de un sector de la oposición, le apunta directamente al macrismo ortodoxo y los satélites del Pro, pero no en general a la dirigencia del radicalismo, "salvo raras excepciones". 

   De hecho y ante la gravedad de la crisis económica, la mayoría de los alcaldes bonaerenses de la UCR mantiene buen diálogo con la administración Kicilllof. La diferencia se puede advertir en cada reaparición pública del expresidente Mauricio Macri que le agrega unos grados más de temperatura a la interna de JxC. 

   El periodismo y la política son actividades que se relacionan cotidianamente. No es casual que muchos periodistas terminan siendo candidatos y algunos dirigentes políticos incursionan en el mundo mediático. 

   En ese camino, uno de los legisladores de Juntos por el Cambio por la Sexta, Emiliano Balbín (nieto del histórico dirigente radical) viene trabajando bastante y con un bajo perfil político, ahora se dedica además a organizar reuniones virtuales entre periodistas de la región y figuras políticas del ámbito bonaerense en una suerte de conferencia de prensa en modo Zoom.