Libertadores: tras los triunfos de Boca y River, crecen las chances de un Superclásico en semifinales

Redacción de La Nueva.

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   Las contundentes victorias en los partidos de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores conseguidos por el vigente campeón River y por Boca, sobre todo de este último logrado en condición de visitante, abrieron un panorama muy factible de que el Superclásico vuelva a jugarse en esta competencia, aunque no como en la final del año pasado sino en la próxima semifinal.

   River ganó anoche por 2-0 como local sobre Cerro Porteño y tendrá que cerrar la serie en Paraguay, pero Boca lo hizo aún más contundentemente el miércoles, al superar por 3 a 0 y como visitante a la Liga Deportiva Universitaria de Quito, en los 2.850 metros de altura sobre el nivel del mar de la capital ecuatoriana.

   Por lo pronto y para alcanzar esa semifinal que volverá a poner otra vez en vilo al mundo futbolero, River irá el jueves que viene contra Cerro Porteño en el estadio La Nueva Olla, de Asunción, desde las 19.15.

   El último campeón no podrá contar con el suspendido Enzo Pérez y habrá que ver si puede regresar Javier Pinola o si debuta en el certamen el chileno Paulo Díaz, pero lo concreto es que se clasificará ganando o empatando, y hasta perdiendo por un gol o por dos si es que convierte uno. Y de anotar algún tanto el equipo de Marcelo Gallardo obligaría a Cerro Porteño a convertirle cuatro para dejarlo afuera. 

   En esta Libertadores, River, de visitante, no perdió, con cuatro empates y un triunfo, pero como local el de ayer recién fue su segundo triunfo en el certamen.

   Por su parte, Boca afrontará el miércoles, como local, el juego de vuelta con los ecuatorianos, también desde las 19.15, con la tranquilidad de que aún perdiendo por 2 a 0 en la Bombonera será semifinalista. 

   La Conmebol aún no confirmó los días y horarios de los partidos de semifinales, aunque sí informó las posibles fechas: la ida se disputará el 1, 2 o 3 de octubre, mientras que la vuelta el 22, 23 o 24 del mismo mes.

   Del otro lado de la llave están Inter, de Porto Alegre-Flamengo (0-2) y Palmeiras -Gremio (1-0). Por lo que sí está confirmado que en la final habrá un equipo brasileño, sin importar los resultados de las revanchas de los cuartos de final.

   En caso de que Boca y River se enfrenten, la ida se jugará en el Monumental y la revancha en La Bombonera, a la inversa de lo que sucedió en la final de 2018. La razón es que que el conjunto dirigido por Gustavo Alfaro fue líder del Grupo G, mientras que el conducido por Marcelo Gallardo fue segundo del Grupo A, por detrás del Inter, de Porto Alegre.

   Antes de este posible partido, se jugará el Superclásico por la Superliga el 1 de septiembre en el Monumental. Además, ninguno podrá postergar los encuentros correspondientes a las fechas 8 y 10 de la Superliga que se disputarán antes del posible cruce de la Copa Libertadores. Boca se medirá como local ante Newell's Old Boys antes de la ida y frente a Racing Club en la previa de la vuelta, en tanto River deberá visitar a Gimnasia y Esgrima en La Plata y al actual puntero, Arsenal, en Sarandí.

   Por otra parte, la posibilidad de que haya público visitante dependerá exclusivamente de lo que decidan los clubes y la seguridad, aunque parece complicado que esto suceda, sobre todo después de los antecedentes de la final del año pasado en el Monumental, que quedó trunca por la agresión al micro de Boca y terminó jugándose en el estadio Santiago Bernabéu, de Real Madrid, en España, muy lejos de su lugar de origen. 

   El último antecedente de una definición entre Boca y River en La Bombonera por la Copa Libertadores es el de los octavos de final de 2015. En aquella oportunidad el equipo de Núñez había ganado la ida 1 a 0 con gol del uruguayo Carlos Sánchez, de tiro penal, y la vuelta se suspendió en el entretiempo por la agresión con gas pimienta a los futbolistas "millonarios".

   Anoche, el técnico de River Marcelo Gallardo dijo que "no es un problema saber que podemos cruzarnos con Boca", aunque reconoció que no hay que adelantarse a los hechos. (Télam y La Nueva.)