Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Los mercados deberán enfrentar al escenario menos esperado

Lo inesperado ocurrió y se descuenta un día complicado.

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

     Y al final, pasó lo que el matemático Nassim Taleb bautizó como “cisne negro”, un evento con tan baja probabilidad de ocurrencia que sorprende a más de uno. Tanto, que la mayoría de los analistas ya aventuran un fuerte cachetazo en los mercados financiero y cambiario para hoy, con un dólar que ya se negociaba a 49 pesos en las casas de cambio virtuales.

     Excusa de quienes dominan las finanzas globales para ganar aún más dinero o realidad, lo cierto es que la inesperada amplísima derrota del oficialismo en las PASO no haría más que apuntalar una demanda de dólares que, en realidad, nunca se fue: datos del BCRA muestran que en el primer semestre del año, las compras por partes del sector privado fueron un 28 por ciento más altas con relación a igual lapso del año que se fue. Tanto las intervenciones del Central como las propias ventas privadas, atraídas por los rendimientos de los activos locales, permitieron “balancear” al mercado, evitando una disparada del billete verde.

    El gran problema es ver como estas ventas de divisas, volátiles por naturaleza, reaccionarán frente a los sucesos de la víspera ante compras que ya están, y a las que se sumarían nuevas órdenes en la jornada de hoy. Una vieja máxima de los inversores bursátiles puede dar una pista: el capital es cobarde. Y cuando algo no le gusta, levanta las velas y se va.

     Otro riesgo son los plazos fijos, en su inmensa mayoría, colocados a no más de 30 días, que pueden correrse al dólar, alimentando, todavía más, la siempre firme demanda de divisas, patrimonio de una economía que carece de moneda local en la que ahorrar.

     Ante esto, la pelota está del lado del gobierno actual y de su posible reemplazante ¿podrán calmar a ahorristas y fondos ávidos de divisas, los primeros, saliendo a aplacar la demanda con intervenciones cambiarias y los segundos, mostrando un perfil más amigable hacia los mercados, de la mano de economistas de buen llegada a los centros financieros de referencia, como Guillermo Nielsen? De la respuesta a esa pregunta depende que la inevitable aceleración inflacionaria no le pegue un nuevo mazazo al salario y dispare la pobreza. Que prime la cordura. Y basta de cisnes negros.