El misterio de la cancha de fútbol que les costó 2 millones de pesos a los bahienses

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Sergio Prieta / sprieta@lanueva.com

   Nadie sabe dónde está, aunque muchos tienen sospechas. No se sabe si llegó a la ciudad, se perdió en el camino o si la empresa que cobró los 2.695.968 pesos la envió. 

   Lo cierto es que en Bahía hay una cancha de fútbol de césped sintético desaparecida desde hace 2 años.

   Lo que agrava la situación es que al menos 2.000.000 de pesos que se le pagaron a la firma cordobesa “Fue y Vino S.A” salieron de las arcas de la Municipalidad, es decir: los aportaron todos los bahienses.

   La historia completa deja en evidencia desprolijidades y genera dudas de todo tipo. Al menos así surge de las denuncias penales que tramitan en la Justicia. Una fue realizada por la actual comisión directiva del Club Olimpo y otra por el Municipio en abril del año pasado.   

   Todo empezó con un convenio que firmaron el club y la comuna en enero de 2017. El Municipio le daría a Olimpo 2.090.000 pesos para la construcción y compra de una cancha de césped sintético de fútbol 11 que se instalaría en el predio del Club Teléfonos (Don Bosco al 3200) y que se utiliza a modo de comodato por el aurinegro.

   A cambio, Olimpo entregaría 100 becas mensuales y prestaría el lugar para la Liga Municipal de Baby Fútbol.

   Cuando aquella noticia se conoció se instaló una fuerte polémica y otras instituciones se quejaron. Lo cierto es que a pesar de haber hecho un primer pago de 190.000 pesos, el intendente Héctor Gay decidió rescindir el convenio.

   Entonces el club pidió un subsidio por el dinero restante (1.900.000) y la comuna se comprometió a otorgarlo mediante 10 pagos mensuales de 190.000 pesos.

   En octubre de 2017, el Facebook oficial del club mostraba cómo las máquinas nivelaban el terreno.

   Hasta ese momento todo parecía normal, aunque el 30 de noviembre, tras las elecciones donde participaron más de 1.200 socios se decidió un cambio de dirigencia.

   Mauro Altieri se impuso al entonces presidente Alfredo Dagna y comenzó el misterio de la cancha desaparecida. El 11 de diciembre Altieri asumió en el cargo.

   “Con el correr de los días comenzaron a organizar las tareas administrativas y deportivas del club y a buscar documentos de la compra y entrega del césped sintético”, consta en la denuncia presentada por Altieri el 9 de abril del año pasado. 

   Encontraron un borrador de un contrato de compraventa que lleva el nombre de una empresa llamada “Vida Milano SA” y una factura con fecha del 13 de enero de 2017, donde se detalla la adquisición de la cancha, por un monto de 2.695.968 pesos, a otra firma llamada “Fue y Vino SA”. 

   A todo esto la cancha no estaba instalada en el espacio destinado ni en ninguna dependencia del club. 

   En febrero de 2018 decidieron intimar con cartas documento a ambas empresas para que realizaran la entrega. Ya se habían pagado más de 2.500.000 pesos.  

   La respuesta del Correo Argentino los dejó helados: los nuevos dirigentes se enteraron de que el domicilio de “Vida Milano S.A” no existía, mientras que “Fue y Vino SA” no les respondió nunca. 

   Pero la historia tiene una vuelta que genera mayor desconcierto.

   Días más tarde, entre los documentos del club, encontraron un acta de una reunión de comisión directiva de la gestión Dagna del 1 de marzo de 2017. 

   Allí se afirmaba textualmente que “se encuentra en Bahía Blanca la alfombra de césped sintético que se emplazará en el Club Teléfonos”, según la denuncia.

   “Se trata de una cancha de máximas dimensiones y de una calidad excelente, admitida por la FIFA para sus competiciones en sintético. Esto ha sido posible gracias al aporte de la Municipalidad de Bahía Blanca y será de gran importancia para el plantel superior como para las divisiones formativas”, dice el texto completo. 

   Según consta en la causa, el acta lleva las firmas del entonces secretario Carlos Marchegiani y de Dagna, aunque se desconoce qué integrantes de esa comisión se encontraban presentes.

   La denuncia tramita en la Unidad Fiscal Nº 8.

   El Municipio también se presentó en la Justicia para entregar la información con la que el club le rendía cuentas sobre cómo se había destinado el dinero del subsidio.

   La comuna adjuntó la factura emitida en enero de 2017 por “Fue y Vino” y explicó que se enteraron de que la cancha no se había construido durante una recorrida informal realizada por un funcionario.

   Esta semana, ante la falta de novedades, la preocupación llegó a los bloques opositores del Concejo Deliberante.

   Ezequiel Gimeno (PJ-Cumplir) presentó un pedido de informes para saber qué acciones llevó adelante la comuna y cómo piensa recuperar el dinero. El pedido se aprobó por unanimidad.

   Si bien en las últimas horas hubo movimientos en el expediente, por el momento la única certeza es que la cancha no existe y nadie sabe dónde está. No la disfrutan los chicos de las ligas municipales ni las divisiones formativas de Olimpo. 

Dagna: "Estoy más caliente que nadie"

   “La Nueva.” se comunicó con Alfredo Dagna (foto), quien le apuntó a “Fue y Vino” como responsable de no haber enviado los materiales. También negó haberlos tenido en el club. 

   “Es una empresa que se dedicaba a las importaciones y que debe haber quebrado. Cuando dejé de ser presidente faltaba pagar dos cuotas y lo último que supimos era que la alfombra estaba en la Zona Franca de Montevideo y que iba a llegar a Bahía tras el pago de la décima cuota”, dijo.

   Afirmó que cada vez que el Municipio le entregaba un cheque lo transfería de inmediato a la empresa y que esos pagos están rendidos y figuran en el balance que se aprobó por asamblea en noviembre de 2018, antes de dejar la presidencia.

   Sobre el acta de marzo de 2017 donde se dice que la cancha ya estaba en la ciudad dijo que “la alfombra nunca estuvo en Bahía y ese acta fue porque se le comunicó a los directivos que habíamos empezado a pagarla”. 

   “Si dice que estaba en Bahía fue un error de tipeo y los nuevos dirigentes se agarran de eso para mentir. Estoy más caliente que nadie porque teníamos en un 90% terminada la obra civil para instalarla y la cancha ya casi estaba paga”, dijo.

   “Los nuevos dirigentes tendrían que apuntarle a la empresa y denunciarla para recuperar el dinero o inhibirlos. Lo que pasa es que estos muchachos llevan adelante una pésima gestión”, se quejó.