Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Los detalles de la planta de GNL que Excelerate y TGS proyectan para Bahía

Contempla una instalación modular terrestre con almacenamiento flotante y un costo que ronda entre 600 y 800 millones de dólares.

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   Cada vez quedan menos dudas sobre el rol protagónico que tendrá el puerto de Bahía Blanca para Vaca Muerta y el gas es un ejemplo de esta función estratégica.

   Si todo marcha de acuerdo a lo previsto es muy posible que en la zona se construyan dos plantas terrestres de licuefacción de gas.

   Hasta ahora todas las miradas se dirigen a lo que pueda llegar a resolver YPF, pero no hay que dejar de prestarle atención a la unión de otras dos empresas que también marchan por el mismo camino: la estadounidense Excelerate y Transportadora de Gas del Sur (TGS).

   Si bien el proyecto más importante es el de la petrolera de bandera nacional (YPF) la iniciativa restante se encuentran muy avanzada y está a punto de completar un año de estudios y análisis. 

   Las incógnitas existentes en torno a este proyecto nuevamente dadas a conocer por Gabriela Aguilar, CEO de Excelerate Energy, en una entrevista concedida a la revista “Trama”.

   Allí la directiva ratificó que será una terminal modular terrestre y que inicialmente tendrá capacidad para procesar 4 millones de m3 diarios, escalable hasta 16 millones de m3, con almacenamiento flotante de lo producido y una inversión que va desde los 600 a los 800 millones de dólares.

   Esto representa un aumento de la capacidad de procesar el gas natural en GNL ya que la planta flotante de licuefacción “Tango”, amarrada en el puerto local, tiene una capacidad de 2,2 millones de m3 diarios.

   Si bien se trata de un proyecto chico con relación al que está evaluando YPF (10 millones de m3 diarios), tiene la ventaja de una más rápida ejecución, al mismo tiempo que requiere de una inversión mucho menor.

   Aguilar dijo que a fin de año o comienzos de 2020 se tomará la decisión de avanzar en la construcción, la cual podría iniciarse a mediados del tercer trimestre del año próximo.

   “Primero trabajamos en la etapa de prefactibilidad para establecer los costos de inversión y crear un sustentable para luego ser presentado en el mercado. Hoy continuamos en esa etapa. Hasta el momento la reacción del mercado ha sido muy buena. Hay interesados de distinto calibre. La idea es que esto sirva de base y colabore con el resto de los proyectos”, puntualizó.

   Tras destacar que, a diferencia de otros países, Argentina tiene una marcada contraestacionalidad que le permite exportar gas cuando más lo necesitan la mayoría de los países,  dijo que Excelerate participará como accionista y está buscando algún productor de GNL interesado en sumarse al proyecto.

   Cuando se le señaló que YPF está impulsando una iniciativa similar, la CEO de Excelerate dijo que ambos son proyectos viables y complementarios.

   También dijo que el futuro gasoducto central que pasará por Salliqueló permitirá disponer de más gas en Bahía Blanca, no sólo en verano, sino también durante el invierno.

   Excelerate es una empresa muy ligada a Bahía Blanca, no sólo por los negocios comunes que mantiene con YPF, sino porque en 2008 fue la autora de la terminal de regasificación puesta en marcha en el puerto local, proceso que se extendió durante 10 años.

   ¿Y la de YPF?

   Obviamente el proyecto de YPF está atado a las decisión que adopte el nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre, aunque todo parece indicar que con relación a Vaca Muerta no habrá un golpe de timón como consecuencia de la importancia que posee para atraer dólares al país.

   Desde hace tiempo la petrolera estatal viene contemplando la posibilidad de construir una planta terrestre y mucha de las fichas están puestas en Bahía Blanca y su zona.

   Meses atrás el vicepresidente de Upstream de YPF, Pablo Bizzotto, hizo referencia a la productividad del gas y reconoció que Bahía Blanca tiene grandes posibilidades de ser el lugar estratégico para la instalación de la primera planta de GNL a gran escala.

   “Puede estar en Bahía Blanca o Chile. Nosotros estamos viendo que es más factible Bahía. Hay que analizar los mercados pero nosotros estamos viendo y nuestra posibilidad es Bahía Blanca, principalmente porque nos gustaría que esa planta esté en Argentina”, dijo y luego agregó que la opción chilena fue contemplada porque el principal cliente en el rubro es Asia y la salida por el Pacífico resulta directa.

   De hecho la petrolera contrató meses atrás a una consultora de Estados Unidos para que realice todos los estudios necesarios para la construcción de una planta con capacidad de 5 millones de toneladas anuales y posibilidad de ser ampliada hasta 10 millones.

   Como se vino explicando en anteriores ediciones de "La Nueva.", si quiere meterse de lleno en el club de exportadores de GNL, nuestro país deberá afrontar una dura competencia para asegurarse compradores y esta puja será cada vez mayor a medida que otros proveedores como Estados Unidos y Australia avanzan en tal sentido.

   La principal ventaja que tendrá una terminal de YPF será su ubicación en el hemisferio sur, es decir, estará ubicada donde el uso estacional disminuye cuando aumenta el frío en Asia y Europa.

   Los primeros pasos dados con la instalación de la barcaza “Tango” en el muelle local de Compañía Mega, en Cangrejales, continuaron avanzando y el pasado viernes 8, con la partida del buque metanero "Excalibur", YPF dio inicio al período regular de exportaciones que se extenderá hasta mayo venidero, cuando las bajas temperaturas obliguen a destinar grandes volúmenes de gas natural al mercado interno.

   Tampoco se descarta apuntar a la instalación de unidades flotantes de GNL

   El vicepresidente ejecutivo de YPF para Gas y Energía. Marcos Browne, dijo, en septiembre pasado, que todavía no está claro si la instalación de GNL estará en tierra o en alta mar, y dónde se construiría. Las opciones incluyen anclar varias unidades de licuefacción flotantes como el Tango en una fila, similar al proyecto de Golar LNG Ltd. en Camerún.

   La opción de las unidades flotantes de producción de GNL, es decir Floating Liquefied Natural Gas (FNLG), dirige la mirada hacia lo que se viene haciendo en Africa, donde se la ha promocionado como una forma potencialmente lucrativa de evitar instalaciones en tierra con todos los problemas asociados de planificación y seguridad.

   En tal sentido, el primer proyecto de FLNG en África (Camerún Go FLNG de Golar), despachó su primera carga en 2018, el Coral South FLNG de Eni está en construcción en Corea del Sur y Singapur y se espera que comience a producir en 2022, mientras que el proyecto Tortue de BP finalmente recibió la luz verde a finales del año pasado. y también se pondrá en línea en 2022.

   Algunos especialistas sostienen que si bien la participación del GNL producido por medio de plantas flotantes no es hasta el momento importante, ya despertó gran interés porque exige menor inversión de capital que las terrestres y la construcción es más rápida, lo que permite a los inversores retornos anticipados. Esto es indudablemente, lo que necesita YPF en medio de una economía convulsionada 

   Pero más allá de la indefinición sobre cuál será el proyecto y si estará en Bahía, lo concreto es que el puerto local tiene y tendrá, de una forma u otra, un rol preponderante.

Las razones que posicionan a Bahía

   Quequén y Patagones también fueron motivo de análisis por parte de YPF, según admitieron directivos de la petrolera, aunque aclararon que Bahía Blanca lleva la ventaja.

   El área costera local y regional reúne condiciones muy buenas para un emprendimiento de este tipo: aguas tranquilas para la operación de buques cargados de gas y profundas para permitir la navegación de grandes embarcaciones, son dos factores esenciales.

   Otro elemento vital es la disponibilidad de gas natural. En Bahía Blanca confluyen casi todos los gasoductos troncales.

   Un elemento negativo, sobre el cual se trabaja para poder ser subsanado, es la gran cantidad de tierras que requiere un proyecto como el de YPF, al menos 300 hectáreas. De ahí que hayan crecido las chances de puerto Rosales, pero siempre dentro de nuestra zona y del estuario.

   Se menciona que el proyecto de ley que prepara el equipo económico de Argentina, Alberto Fernández, para proteger las inversiones en Vaca Muerta contempla exclusiones de los controles de capitales e importantes beneficios fiscales.