Elvira Hernández, un pseudónimo para la resistencia
Poeta, ensayista y crítica chilena.
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Por Brenda Ghiberti / brenda.ghiberti@lanueva.com
Elvira Hernández es una trinchera. Es el grito de declaración de libertad.
El verdadero nombre de esta poeta, ensayista y crítica chilena es Rosa María Teresa Adriasola Olave. Su pseudónimo nació a fines de la década del '70 frente a la censura de la dictadura militar.
Rosa encontró en Elvira el acta de independencia.
Elvira visitó Bahía Blanca para participar del 8° Festival de Poesía Latinoamericana. Su obra comprende 13 libros, entre los que se destaca La bandera de Chile, y fue premiada en 5 oportunidades.
Es una sobreviviente de la dictadura de Augusto Pinochet.
Resistió escribiendo.
—Escribir La bandera de Chile fue después de haber salido con vida. Había que encontrar palabras para dar cuenta de todo lo que había ocurrido.
Y otros resistieron a través de Elvira.
—Unos 6 años después supe que las copias se repartían clandestinamente. En la dictadura había un grado de incomunicación muy alto. Yo estaba en la resistencia y éramos pequeños grupos que nos distribuíamos en distintas partes.
Me enteré que les desmontaron la imprenta a quienes hicieron la primera impresión [de su libro La bandera de Chile] y fueron relegados al sur del país.
Nadie ha dicho una palabra sobre la bandera de Chile
en el porte en la tela
en todo su desierto cuadrilongo
no la han nombrado
La bandera de Chile
ausente
La bandera de Chile no dice nada sobre sí misma
se lee en su espejo de bolsillo redondo
espejea retardada en el tiempo como un eco
hay muchos vidrios rotos
trizados como las líneas de una mano abierta
se lee
en busca de piedras para sus ganas…
Aunque el contexto actual de Chile sea otro, en Elvira subsiste la fuerza de la poesía por apoderarse de aquello que le rodea, para poder decir lo que tiene que decir.
—Mi pasado, mi presente y lo que pueda quedar de un futuro breve, eso es la poesía.
Desde su ventana… pájaros
Este verano no trae
ni una sola golondrina.
Lo que se oye son patos que caen asados
como extraña lluvia.
Así empieza uno de los poemas de Pájaros desde mi ventana, su último libro.
Lo escribió entre el 2012 y 2018, observando distintas especies de pájaros desde la ventana de su casa.
Los pájaros le trajeron palabras y fue una suerte de liberación.
—Fue una reconexión con una soltura de escribir que yo no tenía. Me permitió sentir que el lenguaje se multiplicaba y adquiría vuelo. Enteramente placentero.
Elvira explica que hoy las palabras han perdido su carga y el poder encontrarlas lo hace internamente interesante.
—Yo soy alguien que está demasiado pendiente de las palabras que se dicen, no tengo facilidad con el lenguaje por ende no soy hablante en el fondo.
El feminismo es un acto de justicia
Elvira es una pionera en rebelarse ante lo impuesto. Logró posicionarse como mujer en el ámbito público, al punto de ser considerada una referente de la escritura latinoamericana.
Sin embargo, entiende que tanto en Chile como en el resto de América Latina "no hemos avanzando en cuestión de derechos para la mujer, pero sí en la acumulación de fuerza femenina".
Así me sacaron.
Así me fui caminando.
Así golpeé puertas y oídos.
Así paré en seco
y me dí un palmazo
en la frente
y volví a la carga.
Para Elvira, el feminismo es hacer presente que una parte de la humanidad anulada existe.
—El feminismo es un acto de justicia.
Sus obras
.La bandera de Chile, terminado de escribir en 1981; circuló mimeografiado clandestinamente en Chile y fue publicado 10 años más tarde.
.¡Arre! Halley ¡Arre!, 1986 .
.Meditaciones físicas por un hombre que se fue, 1987.
.Carta de viaje, 1989.
.El orden de los días, Roldanillo, 1991.
.Santiago Waria, 1992.
.Merodeos en torno a la obra poética de Juan Luis Martínez, junto con Soledad Fariña; 2001.
.Álbum de Valparaíso, 2002.
.Cultivo de hojas, 2007.
.Cuaderno de deportes, 2010.
.Actas urbe, 2013.
.Los trabajos y los días, antología; 2016.
.Pájaros desde mi ventana, 2018.