Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El que puso pumas recibirá pumas

Esta será la última Palabra Injusta de 2015. Todos necesitamos un descanso después del año en el que cambiaron tantas cosas a tanta velocidad.

Por supuesto, los sacudones van a seguir más allá de lo que diga el almanaque, pero las vacaciones son las vacaciones y, a veces, si uno no mira, es casi como si las cosas no pasaran.

Para La Palabra Injusta, el año, entonces, cerró esta semana. Y, al menos por aquí, en nuestra querida Bahía Blanca, cerró con una de esas simetrías que alimentan a quienes creen que hay alguien, más allá de todos, riéndose de nosotros, los pobres mortales.

Mientras todo el mundo hablaba de que, tras cuatro años de cepo, habían liberado a esa fiera que puede devorarte el esfuerzo de tu vida en una sola corrida, por las calles de la ciudad, Palihue, Cabrera, Parque Campaña del Desierto, corría otra fiera, un lindísimo puma, que para algunos resultó tan aterrador como la fiera verde que deambula ya sin cadenas ni rejas desde la semana pasada ¿Es una casualidad o hay un mensaje detrás de esta simetría?

Por supuesto, somos racionales.

Sabemos que una cosa no puede tener nada que ver con la otra, que un puma suelto y el dólar liberado corren por terrenos paralelos.

Somos racionales y no se nos ocurre imaginar que el puma responde a las mismas fuerzas de la naturaleza que el mercado.

Somos racionales y no imaginamos que un puma que logró escaparse cada vez que lo quisieron contener puede ser otra cosa más que una dudosa metáfora poética de lo que puede pasar con un dólar salido de su jaula. Somos racionales y no creemos en los mensajes de cielo, las estrellas o los animales, como creían los primitivos. Por suerte somos racionales, ¿no?

Entonces, ¿qué hace alguien racional en estos casos?

Bautiza al puma con el nombre de “Dólar”, por ejemplo.

Felices Fiestas y ojalá el año que viene todo vaya para bien, con el dólar, con el puma y con nosotros.