Primer bebé con la ley de fertilidad

Redacción de La Nueva.

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* El pionero en Bahía Blanca se llama Carlos Agustín Ríos, pesa 2 kilos y 940 gramos, mide 47 centímetros y es hijo de Luciana y Carlos. El parto se produjo por cesárea.

* Los padres fueron beneficiados con la cobertura gratuita para tratamientos de alta complejidad que rige en la provincia de Buenos Aires desde hace poco más de un año.

 Un hecho histórico se produjo durante la madrugada de ayer en una de las salas de parto del Hospital Interzonal Doctor José Penna.

 Allí nació el primer bebé bahiense fecundado a partir de la ley de fertilización asistida que rige en la provincia de Buenos Aires, la cual garantiza tratamientos gratuitos a parejas que lo demanden y reúnan las condiciones requeridas.

 Carlos Agustín Ríos nació por medio de una cesárea a las 3 de la mañana, tras una búsqueda de 11 años de sus padres, hasta que la normativa impulsada por el diputado provincial Marcelo Feliú (FPV) allanó gran parte del camino para lograr el ansiado embarazo.

 Luciana Arzola, de 35 años, y Carlos Ríos, de 41, comenzaron a vivir sus primeros momentos como padres en la habitación 308 del centro médico provincial.

 "Estamos muy felices. Esperamos este momento durante mucho tiempo. De ahora en más nuestra vida cambiará y deseamos que esto sirva de esperanza para las parejas que tienen problemas para lograr el embarazo", dijo Luciana, muy emocionada.

 "No lo puedo creer, todavía no caigo", fueron las palabras elegidas por Marcelo para intentar explicar su sensación de felicidad.

 El parto se produjo un poco antes de lo previsto, ya que Luciana tenía fecha para realizarse una cesárea el próximo viernes.

 "Pero a la una de la mañana estaba en casa y rompí bolsa, por lo cual tuvimos que llamar a una ambulancia y acercarnos al Penna", relató.

 A las 3 de la mañana, tras una cesárea realizada por el doctor César Labrousse, coordinador del servicio de fertilidad asistida del hospital, finalmente se concretó el primer nacimiento de un bebé bahiense gestado por este sistema.

 "Carlitos Agustín pesa 2,940 kilogramos y mide 47 centímetros", contó el flamante padre, quien además agradeció al personal que a lo largo de los nueve meses de gestación atendió a su mujer.

 Sin embargo, el camino para lograrlo no fue nada fácil. La pareja comenzó a buscar el embarazo hace poco más de una década. Incluso Luciana perdió un embarazo y, de allí en más, el sueño de ser padres comenzó a parecer lejano.

 "Luego, con recursos propios, hicimos un tratamiento de baja complejidad que no dio resultados. Y también me quedé sin trabajo ni obra social, por lo cual todo el sueño comenzó a derrumbarse, ya que no contaba ni siquiera con la posibilidad de hacerme estudios", recordó la nueva mamá.

 Y, cuando la esperanza de ser padres se diluía, apareció la solución.

 "Nos enteramos de la entrada en vigencia de la ley de fertilidad y, casi al mismo tiempo que comenzamos la consulta, iniciamos el tratamiento", contó Carlos.

 "Desde allí la suerte nos cambió, hasta que en agosto nos enteramos de que los resultados del tratamiento de alta complejidad eran positivos", explicó su mujer.

 "En principio lo tomamos con cautela por los años de frustraciones que llevábamos, pero con una alegría inmensa, ya que al primer intento se dio. En nuestro caso hubiese sido imposible concretar este sueño por nuestra cuenta, ya que los tratamientos son muy caros", agregó.


Feliú se enteró por un sms

 Cuando el diputado Marcelo Feliú se despertó ayer a la mañana notó que tenía un mensaje de texto en su teléfono.

 "Hola Marcelo. te cuento que se nos adelantó Carlos Agustín, nació anoche a las 3", decía el sms enviado por el papá del recién nacido.

 "Siento una alegría muy grande, en especial con este nacimiento, porque conozco la historia de los padres. De hecho me reuní con ellos días atrás y les pedí que me mantengan al tanto de cualquier novedad", dijo Feliú, uno de los creadores de la ley de fertilidad, que ahora se analiza para ser aplicada a nivel nacional.

 Luego manifestó que el nacimiento de Carlitos debe servir a las parejas que se encuentran en la búsqueda de ser padres para que mantengan las esperanzas, por encima de cualquier inconveniente.

 Consultado por los efectos que tuvo la entrada en vigencia de la normativa, afirmó que fue una manera "de demostrar que desde la política se pueden encontrar soluciones concretas para los problemas de los ciudadanos".

Importante demanda. El servicio de fertilidad asistida del Hospital Penna recibió durante su primer año de creación unas 800 consultas, a un promedio de entre 70 u 80 por mes.

 Hasta el momento, en toda la provincia se registraron 81 embarazos, de los cuales cinco se gestaron en el Penna.

 El nacimiento de Carlos es el primero en Bahía Blanca y el número 17 en la provincia, mientras se espera para los próximos meses el nacimientos de los cuatro restantes en la ciudad y de los otros en distintos puntos del territorio bonaerense.

 Son requisitos básicos para acceder al servicio en el Penna que la mujer tenga entre 30 y 40 años, preferentemente sin hijos previos ni obra social.


El dinero dejó de ser un obstáculo

 La ley registrada bajo el número 14.208 que posibilitó hasta ahora 81 embarazos en la provincia de Buenos Aires tuvo como coautor al diputado provincial Marcelo Feliú.

 Fue reglamentada por el gobernador Daniel Scioli el último día hábil de 2010, tras ser aprobada por la Legislatura bonaerense y, a partir de allí, cientos de parejas comenzaron a realizar las consulta previas.

 Cuatro hospitales fueron las cabeceras para recibir las consultas: el Güemes, de Haedo; el San Martín, de La Plata; el Penna, en nuestra ciudad; y el policlínico Oscar Alende, de Mar del Plata.

 Antes de la sanción de la ley, el sistema de fertilización asistida sólo podía ser afrontado por quienes contaban con los recursos económicos necesarios para solventar un costoso tratamiento.

 La cobertura gratuita comprende hasta dos tratamientos de alta complejidad por paciente, a razón de uno por año.

 Para consultas se puede llamar de manera gratuita al 0800-666-0611, el cual atiende de 9 a 17.

Con obra social. Los ciudadanos bonaerenses que dispongan de una obra social o empresa de medicina prepaga (las que operen en el ámbito provincial) están amparados para que les sean cubiertos todos los costos del tratamiento.

 Lo mismo se aplica a quienes están afiliados al IOMA (Instituto de Obra Médico Asistencial), que atiende las necesidades de los empleados públicos.

 La iniciativa contó con el apoyo de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), entidad que nuclea a los especialistas que trabajan en esta cuestión y que solicitó a quienes la promueven que se garantice la idoneidad y la capacidad de quienes vayan a realizar las complejas técnicas requeridas para llevar adelante estas prácticas.