Bahía Blanca | Domingo, 20 de julio

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Condenaron a Marcelo Fraga y dispusieron su detención

La inmediata detención y traslado a la cárcel de Villa Floresta, ordenó ayer la justicia local para Marcelo Alejandro Fraga (38), luego de ser condenado a cuatro años y tres meses de prisión, por el trágico siniestro ocurrido hace dos años en la avenida Alem, frente a la Universidad Nacional del Sur.

 La inmediata detención y traslado a la cárcel de Villa Floresta, ordenó ayer la justicia local para Marcelo Alejandro Fraga (38), luego de ser condenado a cuatro años y tres meses de prisión, por el trágico siniestro ocurrido hace dos años en la avenida Alem, frente a la Universidad Nacional del Sur.


 El fallo, recibido con cierta conformidad por parte de los familiares de las víctimas, María de los Angeles Mellado y Claudio Lucas Ramoscelli, fue dictado por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, por mayoría de opiniones.


 Los jueces Mario Lindor Burgos --votó en primer término-- y Hugo Adrián De Rosa, coincidieron en afirmar que al conductor del Ford Galaxy que atropelló a la pareja en la avenida Alem al 1100, la madrugada del 16 de marzo de 2008, le correspondía ir a prisión, por doble homicidio culposo agravado, además de ser inhabilitado para conducir por ocho años.


 El doctor Enrique José Montironi coincidió con la calificación, aunque discrepó con el monto de la sanción, entendiendo que debían caberle tres años de prisión en suspenso y, por el mismo período, tareas comunitarias en la Municipalidad, con orientación a la asistencia de víctimas de accidentes de tránsito.


 "Estimo que la privación de la libertad generaría en el encartado un efecto contrario a la finalidad reeducadora y correctiva de la pena", manifestó el magistrado, aunque esa postura quedó en minoría.


 Montironi también se diferenció de sus colegas respecto de la materialidad del hecho, ya que, en su opinión, "no se demostró la ingesta alcohólica" o que el hecho de haber ingerido "un par de cervezas" hubiera influido en la conducción del vehículo.


 "Un estado de alcoholemia debe probarse y no presumirse", dijo Montironi.


 Hasta el juicio, Fraga --quien ayer no estuvo presente y, tratándose de un marino mercante, trascendió que podría estar embarcado-- se encontraba excarcelado y había fijado su domicilio en Medrano 343, de Bánfield, partido de Lomas de Zamora.

Sin "deber de cuidado"




 El tribunal sí coincidió en la autoría responsable de Fraga y en rechazar la posibilidad de que se haya representado el resultado fatal de su temeraria forma de conducir, tal como lo plantearon los acusadores, al pedir su condena por homicidio simple con dolo eventual.


 Luego de evaluar cada uno de los testimonios y pericias, los jueces concluyeron en que el automovilista "violó el deber de cuidado".


 "El dolo eventual requiere que el autor se represente la realización del tipo como posible o que considere seriamente como posible la realización del tipo legal y se conforme con ella", manifestó el doctor Burgos, trayendo a colación dichos del jurista Enrique Bacigalupo.


 Explicó que en el tipo culposo (aplicable a este caso) "está ausente en el ánimo del autor... de dañar a un tercero" y que "no pune la conducta por su finalidad".


 Los jueces reconocieron que las acciones desplegadas por Fraga (circular a elevada velocidad y de manera innecesaria por la mano izquierda, consumir alcohol y haber pasado previamente semáforos en rojo), "resultan altamente demostrativas del desprecio manifestado por el encartado en punto al cumplimiento de las normas de tránsito".


 Montironi, en su voto, destacó que el procesado, de haberse representado el resultado dañoso causado, "habría desistido de su accionar" y sostuvo que las víctimas tuvieron "su cuota de imprudencia" en el caso.


 Dijo que no cruzaron "en debida forma" y que lo hicieron en un estado que "por lo menos alteraba o disminuía la atención, teniendo en cuenta que, del dosaje alcohólico, se determinó que Lucas presentaba en sangre 1,70 gramos de alcohol por litro y María, 1,60, lo que supone "un tercer grado de ebriedad".


 De Rosa, en tanto, reconoció que "desentrañar la presencia de dolo eventual resulta una tarea dificultosa para cualquier juzgador, debiendo profundizar en la mente del imputado, para poder conocer a la perfección su plan".


 Antes de dictar la sentencia condenatoria por doble homicidio culposo agravado, el tribunal mencionó como atenuantes la carencia de antecedentes y la presentación espontánea del imputado a poco de ocurrido el hecho.

El caso Camacho




 El juez Montironi, al sostener su pedido de pena en suspenso, hizo alusión a fallos anteriores, como el de "Domínguez-Andráñez", en referencia al doble homicidio culposo de Raúl Camacho y su mujer, Elba Fernández, registrado en diciembre de 1995, en Chiclana y Palau.


 Por ese hecho, sucedido en el marco de una supuesta picada, en 1997, el propio magistrado condenó a un año de prisión efectiva a Cristian Domínguez y a Cristian Andráñez, aunque meses después, la Cámara Penal local revocó la sentencia y les impuso a los acusados una sanción de ejecución condicional (quedaron en libertad) y les fijó la realización de tareas comunitarias.


 "Sin perjuicio de la indignación que producen los hechos de esta naturaleza y lo absurdo de la muerte de personas jóvenes, en mi criterio, el encierro consecuencia del cumplimiento efectivo de la pena, lejos estaría de cumplir con el mandato constitucional del artículo 18, cuando establece el fin resocializador de la pena", afirmó Montironi.


 Ademas, señaló que en el caso de marras no se computaron agravantes en la conducta de Fraga y que, por otro lado, carece de antecedentes y tuvo buen comportamiento durante el proceso.

"Por más que le den 99 años..."




 Sin ninguna expresión evidente entre el público --mayoritariamente joven-- que colmó la sala de la planta baja del Palacio de Justicia, luego de conocer el resultado de la sentencia, sí se observaron escenas emotivas entre los padres de Lucas Ramoscelli, quienes estaban acompañados por su asesora legal Gabriela Sotomayor.


 "Creo que todavía hay un poco de justicia; esperemos que la cumpla ahora (la pena)", fue lo primero que dijo públicamente Italo Ramoscelli, luego de abrazarse con su mujer, Graciela Pavón.


 Reconoció que esperaba "un poco más", aunque "si por lo menos cumple la mitad o un poco más de lo que le dieron, me doy por conforme".


 De todas maneras, el hombre confesó que "el resto es insalvable porque, por más que le den 99 años, los chicos no están más".


 "De alguna manera, este hombre tiene que resarcirse, no sólo con nosotros, sino con la sociedad también. Algún ejemplo tiene que dar la justicia", afirmó.


 Ramoscelli consideró que la lucha que sostuvieron con sus familiares y los amigos de Lucas no fue en vano.


 "Vamos a ver lo que pasa de acá en adelante; no conozco cómo se maneja la ley en estos casos, pero esperemos que, cuando alguien decida salir a divertirse y manejar un auto, que vea lo que le pasó a este muchacho y que se vaya en taxi y no en auto", expresó.


 Finalmente, sobre el pedido de detención de Fraga, reconoció que "era lo que esperábamos", pero dijo que quiere observar el transcurrir del proceso, "para ver si queda adentro, porque el abogado va a interponer recursos".


 La doctora Sotomayor, por su lado, destacó la "capacidad de recuperación" de las familias de las víctimas y reconoció que este resultado era lo que esperaban.


 "Es lo que corresponde. Una condena que permita el cumplimiento efectivo de la pena, va a hacer que provoque este efecto disuasivo de la conducta antes de que se produzca la muerte. Es lo que buscábamos", sostuvo.


 Luego respondió con un contundente "por supuesto", cuando se le consultó si creía que la sentencia podía servir como prevención para otros casos similares.


 "Los 'Fraga' pueden ir presos. Esa es la premisa con la que trabajamos todo el tiempo y los jueces lo entendieron así", afirmó.

"Esto nos da un gran empuje"




 Se confundió en un abrazo con Graciela Pavón y las dos lloraron y se consolaron mutuamente.


 Mariana Villar, la madre de Tomás Osorio, quien perdió la vida a los 16 años, como resultado de un accidente similar, registrado hace casi un año, dentro del barrio Palihue, acompañó al matrimonio Ramoscelli durante todo el juicio, a la espera del avance de la causa por la muerte de su hijo, en la cual figura como imputado el estudiante Juan Enrique Peri.


 "Esto sienta un precedente y nos da un gran empuje, porque siempre se decía que no hay antecedentes, que es un accidente, pero estas situaciones no son accidentes, porque creo que todo lo que se puede prever no es accidente. Y lo de 'Tomy' menos", afirmó Villar, en diálogo exclusivo con "La Nueva Provincia".


 Prefirió no ventilar detalles del avance del sumario en torno al deceso de su hijo, aunque reconoció que "apostamos y confiamos en la justicia".


 "Uno, como sociedad, tiene que estar más presente. Esto es importante, por las cosas que están pasando con nuestros adolescentes y, si la justicia no pone un coto a esto, queda hacer justicia por mano propia", opinó.


 Dijo que ella y su marido, como padres, aconsejaban y protegían a Tomás "con respecto al alcohol y a manejar".


 "Lo cuidábamos, le pagábamos taxis y, que nos pase algo así... no puede seguir sucediendo", continuó.


 En el mismo sentido, Villar manifestó que, por desgracia, "somos hijos del rigor y si, lamentablemente, no se pone un freno, los padres van a seguir dándole el auto a los hijos, a pesar de que consuman alcohol".


 Finalmente, la mujer, aún con lágrimas en los ojos, reconoció que "es importante que (Fraga) vaya detenido", a modo ejemplificador "para todos los amigos de 'Tomy' y los papás. Lo importante es que se hizo justicia".

Hábeas corpus. Visiblemente disconforme con la resolución judicial, el abogado Leonardo Gómez Talamoni --defensor de Fraga-- prefirió no realizar declaraciones periodísticas, aunque adelantó, ante una consulta de este diario, que iba a presentar un recurso de hábeas corpus ante la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal. Mediante ese planteo intentará evitar que su defendido vaya preso.