Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Letal ataque de una patota

Un joven de 16 años que estaba en una reunión con amigos en un departamento y había salido a realizar unas compras murió ayer tras participar en una pelea entre jóvenes ocurrida en el barrio porteño de Palermo, informaron fuentes policiales. Juan Carlos Blumberg, allegado a la familia del menor fallecido, sostuvo que el chico murió cuando fue atacado a golpes por una patota conformada por al menos 10 jóvenes y que los agresores lo persiguieron varias cuadras y le arrojaron una piedra en el cabeza.


 BUENOS AIRES (Télam) -- Un joven de 16 años que estaba en una reunión con amigos en un departamento y había salido a realizar unas compras murió ayer tras participar en una pelea entre jóvenes ocurrida en el barrio porteño de Palermo, informaron fuentes policiales.


 Juan Carlos Blumberg, allegado a la familia del menor fallecido, sostuvo que el chico murió cuando fue atacado a golpes por una patota conformada por al menos 10 jóvenes y que los agresores lo persiguieron varias cuadras y le arrojaron una piedra en el cabeza.


 Fuentes de la investigación identificaron al adolescente fallecido como Matías Bagagnolo, de 16 años, cuyos restos eran anoche velados en una casa del barrio de Núñez.


 El hecho ocurrió a las 2, frente a un edificio situado en avenida Figueroa Alcorta y Ortíz de Ocampo, donde un muchacho de 16 años fue hallado muerto.


 Según los investigadores, en base a la declaración de testigos, el chico fallecido participaba de una reunión de amigos en el piso 14 de ese edificio, cuando en cierto momento decidió salir a realizar algunas compras, aparentemente cervezas y cigarrillos.


 Un hombre que reside allí dijo que vio el momento en el que el muchacho salió junto con otros dos chicos y también los observó cuando regresaron corriendo, aparentemente perseguidos por otros jóvenes.


 Los pesquisas pudieron determinar que los tres muchachos participaron de una pelea callejera con otros nueve o diez jóvenes que se encontraban en la zona.


 Luego, el chico llegó hasta la puerta del edificio situado en la calle Ocampo, donde pidió auxilio porque comenzó a sentirse mal, señaló un jefe policial que participa de la investigación.


 "Entró agitado porque había un grupito que venía corriéndolos. Después de un rato de estar en el hall, se descompuso, le faltó el aire, cayó y quedó muerto", explicó un vecino que observó lo ocurrido.


 Según los informantes, los médicos que llegaron al lugar a los pocos minutos constataron que el muchacho ya se encontraba fallecido.


 Las fuentes policiales no precisaron cuáles fueron las causas de la muerte del joven, pero un investigador indicó que "a simple vista, el adolescente no presentaba lesiones en la superficie de su cuerpo".


 El vocero agregó que, por el momento, se trata de "una muerte dudosa" y "no de un homicidio".


 En tanto, nueve muchachos quedaron detenidos en el marco de la investigación por la muerte.


 Los investigadores intentan determinar cuáles fueron las causas por las que comenzó la pelea, aunque algunas fuentes dijeron que aparentemente todo se inició como consecuencia de un robo.


 Un testigo dijo: "Se decía que le había sacado un celular a uno de los chicos que los venían persiguiendo. Los corría también un policía que los revisó a todos buscando al celular y, como no lo encontró, se fue".

Versión familiar




 En tanto, el ingeniero Blumberg, allegado a la familia del joven muerto, dijo que el adolescente murió cuando fue atacado a golpes por un grupo de 11 jóvenes.


 "Según dicen los familiares de la víctima, todo ocurrió cuando el chico fue a un quiosco acompañado de dos amigos a comprar bebidas porque estaba en una reunión", explicó el padre de Axel, el joven secuestrado y asesinado en marzo de 2004.


 "Estaban en la calle y una patota compuesta por chicos menores lo atacó y lo golpeó. El chico intentó escapar corriendo, lo persiguieron unas tres cuadras y por último le tiraron una piedra en la cabeza", agregó Blumberg.


 Según contó el ingeniero, "el chico se desvaneció y luego murió", mientras que "los otros dos amigos pudieron escapar y fueron quienes contaron lo que sucedió".


 Allegados a Blumberg contaron que el joven muerto jugaba al rugby y vivía junto a su familia en un edificio situado en Gorostiaga y avenida Del Libertador, de la Capital Federal.